The Kleejoss Band prepara para su décimo aniversario una fiesta y la grabación de un directo conmemorativo en el Rock & Blues Café | GR76


A estas alturas no vamos a descubrir la penicilina ni vamos a sorprender al personal con una noticia que no se supiera ya. Los queridos mañicos The Kleejoss Band celebrarán el próximo sábado 28 de septiembre en casa, en el Rock & Blues Café rodeados de colegas, simpatizantes y camaradas, su décimo aniversario. Algo que, si nos lo permiten, podríamos registrar como hazaña tal y como anda últimamente el percal con respecto al mundo del rock n’ roll. Por otra parte tampoco es nueva la situación. Es más, uno afirmaría que es cíclica y poco anómala, lo cual no quiere decir que se pueda considerar amarga porque en este asunto hay un sinfín de ocupaciones y agentes implicados que han de hacer malabarismos con sus respectivas agendas. Salas o recintos que no ofrecerían conciertos ni no hubiera artistas, artistas que tendrían complicada la misión si previamente no tuvieran canciones o discos editados, casas o sellos que dependen de los estudios de grabación que pasan por ser un eslabón ineludible en esta cadena, fans que de cuando en cuando adquieren material de variada forma y formato, fans que asisten a conciertos o festivales en los que artistas conocidos, perseguidos o aconsejados intervendrán… Y la espiral continúa. La misma secuencia una y otra vez. No deja de rodar.

En medio de esa perversa ecuación a la que deberíamos añadir familias y obligatorios quehaceres, puesto que gran parte de gente de este sector se gana el pan con otros oficios al margen de la música y que naturalmente condicionan el funcionamiento de esta bendita locura, están nuestros protagonistas. De acuerdo, mucha más gente, pero nuestro cometido de hoy es hablar de Kleejoss Band, unos zaragozanos a quienes hemos dedicado algunos minutos durante estos años, con quienes hemos charlado en alguna ocasión, a quienes hemos procurado atender cuando hemos tenido la oportunidad y que siempre nos han atendido con atención. Ni un solo pero al tratamiento recibido que dicho sea de paso, es similar al que nos suministra su trabajo. El primer contacto, el hallazgo o el chispazo pueden surgir por el trabajo de búsqueda, por una casualidad o debido a una recomendación. En este caso, como en otros muchos, vino por medio de la tercera posibilidad y visto lo visto, acertada recomendación. “Pacific Clouds” funcionaría cual resorte y hasta hoy. Por una serie de motivos, y junto a “Free”, podrían figurar en un hipotético pódium particular cuyo orden, distribución y alineación variaría en función del día, el momento o las circunstancias. Si es invierno “Dandelion”, en primavera nos decantamos por “Estaciones”, la época otoñal está reservada a canciones de encuentro tipo “Farewell Lone Wolf (On Loneliness part 2)” y verano es tiempo de recreo y espacio, tiempo de “Shine On” o “Anónimo Campeón”.

Pero, como ya hemos dicho, hay demasiados condicionantes que impulsan a recurrir a otros títulos como “Shoulder Of Giants”, “No Glam In Rock & Roll”, “Desert Blues”, “Meet My Heroes”, “Ladrar o Morder”, “Malvenidos” o tantas otras porque canciones firmadas tienen a patadas. Canciones que abrigan y de alguna manera ponen banda sonora a tu álbum de fotos. Canciones con la que hemos llorado y por supuesto reído. Canciones sencillas y canciones barrocas, canciones bizarras y decididas canciones fortalecedoras (“El Faro”), excitantes (“Sky Over The Dunes”), melancólicas (“Worn Out And Jaded”), sentimentales (“Earth & Roots”) y que hablan de este “Tour de Force”, de sus orígenes (“Wind City Haze”), sobre naufragios (“Keep On Hating Me”), de sus esperanzas (“Everything Runs”) o de gente “Imprescindible” como lo han llegado a ser ellos durante estos diez años escribiendo canciones, grabando discos y conquistando corazones. Diez años de viajes, moteles, compromisos y aventuras. Diez años que celebrarán por todo lo alto grabando su primer disco en directo en su casa que es Zaragoza y en su hogar que es el Rock & Blues Café que abrirá sus puertas no solo para la fiesta que la klijos está preparando, pues el día anterior, o sea, el viernes, unos buenos y viejos amigos como King Sapo actuarán en el mismo local y el sábado al mediodía, los ibicencos Uncle Sal, otros con quienes comparten lazos y fechorías, lo harán en la céntrica La Lata de Bombillas. Por lo tanto, ocasión única y exclusiva, con muchos alicientes y pocas especulaciones al margen de viajes u otras contingencias de fuerza mayor. Ocasión para, al menos, sopesar, pues podrías considerarte “Afortunado”. ¿Te lo vas a perder?

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