Pit Idoyaga: “Un buen concierto, la medicina ideal para el desánimo” | GR76


En el mundo del cine o teatro son conocidos como actores de reparto. Secundarios de manera más coloquial. En la navegación, ya sea aérea o terrestre, tripulación. Todos hemos oído hablar de gregarios o domésticos en el ciclismo, subalternos en otros menesteres, y tantas acepciones para referirnos a personas fundamentales en un colectivo. Curritos o currelas que también hay quien así les llama, aunque todos lo son, por supuesto. Y uno de esos currelas es nuestro protagonista, Pit Idoyaga, conocido y reconocido guitarrista de la escena bizkaina que ha compatibilizado diversas formaciones, desde… Bueno, algunos apuntes deja en esta conversación, así que nadie mejor que él mismo para hablar sobre sus experiencias en el mundo del rockandroll. Como Josetxo “Río Rojo”, experto divulgador de la zona, suele decir sobre el caballero, terminará antes mencionando aquellas bandas donde Pit no haya estado. Un culo inquieto. Un entusiasta. Un tipo dinámico. Un batallador.

Gracias por atendernos, Pit.
“¡Encantado, amigos!”

Normalmente enfocamos las charlas en torno a bandas o proyectos personales, discos, festivales… pero digamos que esta es un poco diferente. Supimos de ti antes del pelotazo con The Fakeband, cuando formabas parte de John Wayne. ¿Fue tu primera experiencia o ya habías metido el morro en otras bandas?
“Había hecho los primeros bolillos con mis amigos pubertos en bandas de versiones para los amigos, y a los 18 montamos Los Nadie. Hicimos un par de maquetas, tuvimos un accésit en el Villa y dimos bastantes conciertos por Euskadi, sobre todo en gaztetxes siguiendo la estela de Los Clavos y del Inquilino Comunista. El grupo era noventero-indie-grunge y yo tocaba el bajo. Con John Wayne auto editamos dos discos y tocamos cientos de bolos.”

The Fakeband

Desde que publicasteis “Too Late, Too Bad”, hemos comprobado tu polivalencia en un buen número de bandas encuadradas en no menos palos del rock, pero, ¿alguno de esos palos tiene peso específico en tu discoteca particular?
“Tengo una modesta colección de discos, pero es muy variada. Hay rock, soul, pop, americana, algo de jazz, música inglesa, americana, australiana y española… desde los 60 hasta la actualidad, así que palos de todo tipo. Si tuviera que decir lo predominante sería el rock de escuela clásica: Dylan, Stones, Beatles, Bowie, Neil Young o Lou Reed son mi escuela base y favoritos de siempre. A partir de ahí todo un mundo, intento estar al loro de cosas nuevas y viejas. Últimamente aprendo mucho de mi hija que me descubre cosas muy guapas de música negra, psicodelia y música sudamericana sesentera sobre todo.”

Preparando la charla recuperamos ese debut que hacía tiempo no escuchábamos, y no sabría decirte el porqué del destierro, porque es un disco estupendo lleno de canciones, fresco, con bastantes guiños y no menos síntomas de temperamento. ¿Qué supuso para vosotros “Too Late, Too Bad”?
“Yo creo que supuso un salto de calidad frente a lo que habíamos hecho hasta entonces juntos y por separado en todos los sentidos: mejores canciones, mejor tocado y mejor grabado. Casi todo se grabó en un local de ensayo guapo que teníamos entonces y por eso lo hicimos poco a poco, dedicando tiempo y cariño. Luego Txomin lo remató cantando voz solista y mezclando en un pequeño estudio de Getxo con Alberto Rodríguez. Le metió horas porque creíamos que merecía la pena la calidad que tiene.”

Ya que estamos con The Fakeband, el año pasado participasteis junto a otras muchas bandas en el álbum benéfico de la Asociación DalecandELA. ¿Hay nuevos planes con Txomin, Alfredo, Iñigo y Juan?
“Nos mantenemos en contacto por chat todas las semanas y seguimos quedando para tomar birras o tocar de vez en cuando porque somos muy amigos y siguen saliendo bolos esporádicamente; cualquier día hacemos algo en serio de nuevo. Txomin y yo mantenemos un local de ensayo guapo con más gente. De momento tocamos para DalecandELA el 26 de marzo en la Filarmónica de Bilbao y no tenemos más planes a la vista, pero bueno, como te digo hablamos mucho y quién sabe, podría surgir algo en cualquier momento.” (risas)

Buen momento para hablar un poco de la Asociación (este es su página web), por cierto.
“DalecandELA sobre todo son muy amigos nuestros, y una gente admirable, especialmente Jaime Lafita que es el impulsor y un fuera de serie. Yo le admiro y le quiero muchísimo. Todos, por eso cada vez que nos llama estamos dispuestos a todo, tanto los Fake como el resto de músicos, que aceptaron de inmediato y escribieron una canción ex profeso para el disco. Están haciendo cosas acojonantes, se han ido al Parlamento Europeo en bici y han estado con el presidente de la CE, al congreso a promover una ley, han subido montañas, han hecho una peli… todo para dar visibilidad a la ELA, investigar terapias y ayudar a otros enfermos con pocos medios. Por mi parte he podido participar y ayudar en la parte musical colaborando en la organización de la grabación y de un par de conciertos memorables y grabando pistas en unas cuantas canciones del disco. No hablo de cada una de las bandas porque me tiraría horas, pero creo que el disco y los conciertos han servido aparte de para la causa para demostrar que el nivel de la música hecha en nuestra escena es muy alto.”

The Fakeband junto a Jonny Kaplan en el Concierto por Bangladesh

Hablando de asuntos benéficos, participaste junto a otros muchos en los homenajes a Bangladesh y Woodstock concebidos por el amigo Jokin Salaverria de muy grato recuerdo y gran respuesta por parte del público. ¿Cómo lo vivisteis desde dentro?
“Flipé como un pepino. Para un amateur loco de la música como yo vivencias como ensayar en el camerino con José María Guzmán o Julián Maeso que son dos de mis ídolos o cantar a capela con Costa Oeste (CSNY) para 10.000 personas son momentos únicos. En el instante tratas de disfrutarlo, hacerlo lo mejor posible y a la vez intentar retenerlo en la memoria. Si encima esa gente que admiras tanto te dicen que les ha flipado lo que haces y ahora son amigos… pues imagínate, una experiencia increíble.”

Bringas

En estos momentos alternas varios proyectos, lo cual implica diferentes canciones, diferentes tácticas y quizá diferentes públicos. Fundamentalmente en Bringas y en Garbayo, publicando el año pasado sendos y muy recomendables discos: “Siempre Nunca” con el primero y “La Onda Expansiva” con el segundo. ¿Es un cambio significativo o es simplemente rock and roll?
“No se puede definir mejor. En ambos casos es simplemente rock and roll. Hay diferencia de estilos, el de Bringas es más blues-rock clásico y el de Garbayo más power pop, pero al final es rock. Mi papel es muy parecido, arreglos de guitarra, algún solito y coros. En ambos grupos hay un ambiente cojonudo de amistad y risas, y creo que calidad musical, así que mejor imposible.”

Ambas diferentes y similares. Ambas apropiadas para dejar los problemas cotidianos y bailar rock and roll. Ambas con letras mordaces y música inspiradora. Ambas muy recomendables en estos tiempos jodidos. ¿Es vuestro rock and roll una buena medicina para el desánimo?
“Pues yo creo que sí. Al menos para mí lo sería, como cualquier cosa que te evada. En mi caso, como os pasa a vosotros, un buen concierto es la medicina ideal para eso.”

Garbayo

Hasta hoy siempre habíamos charlado en petit comité sobre la cantera de Getxo y por extensión sobre la bizkaina, y visto desde fuera, se aprecia buen rollo entre las bandas y entre sus integrantes sea cual sea la naturaleza de las formaciones…
“Totalmente, al menos en lo que conozco yo, que es sobre todo Getxo y Bilbao, cero malos rollos, al contrario, mucha camaradería y apoyo entre las bandas y relación de amistad con un montón de personas.”

Y si ya eres un reputado guitarrista, como es tu caso, participas activamente. ¿Llevas algún tipo de contabilidad sobre las bandas o colaboraciones que llevas acumuladas hasta el día de hoy?
“Gracias. Básicamente llevo un control de agenda para no pisarme bolos. He hecho muchas versiones porque al final dan pasta para mantener el oficio: Fakeband durante años bajo el nombre de Funk Sinatra y muchos otros grupos de versiones muy distintos. No tributos porque hacemos las canciones siempre desde un espíritu libre y en algunos casos irreverente. En ese sentido destacaría La Costa Oeste, que se basa en versiones de CSNY por su calidad, con quienes hicimos lo de Woodstock o los Hornies, soul-rock gamberro con los que me lo paso pipa. También Brotherhood, que es una formación con mis compañeros de local haciendo repertorios completos de artistas como Neil Young, Jayhawks y Lou Reed/Velvet a nuestro estilo. En el 2020 durante el confinamiento monté otra banda de estas con amigos para pasarlo bien con temas variados de rock que se llama Elenco. Igual damos un par de bolos ahora en mayo, es muy divertida (risas). Con música original, desde finales de 2019 y durante la pandemia aparte de lo anterior he grabado discos con Help Me Devil y SEDA, ambos en directo en Silver Recordings. Para mí no son colaboraciones porque realmente en el momento de ensayar/grabar estaba en las bandas, lo que pasa es que no me daba la vida y por eso no he podido tocar en directo, pero son bandas muy queridas con las que he trabajado y estoy muy orgulloso del resultado.”

La Costa Oeste

Entre todas esas colaboraciones, ¿hay alguna de especial significado? ¿Y alguna que te gustaría realizar?
“La de DalecandELA que grabé con Last Fair Deal me gustó mucho porque les admiro un montón y les adoro, y además hice el bajo, que hace mucho que no tocaba. Y también estoy superorgulloso de las guitarras que metí en dos canciones del disco de Sotomonte, aunque Bregel me dejó un poco bajito en el solo de “Now That Your Days Are Gone” (risas), pero es de los mejores que he grabado.”

Cuando uno tiene la oportunidad aprovecha para hablar del concurso Villa de Bilbao que lamentablemente ha dejado de existir. ¿Crees que el concurso tiene parte de culpa en la escena bilbaína actual? Tú tienes dos puntos de vista en cuanto al concurso, como músico y como usuario. ¿Cómo ves su desaparición?
“Creo que estaba muy bien para hacer cantera de bandas jóvenes. Personalmente participé con Los Nadie con 18 tacos y gran emoción en el viejo Bilborrock, y después con John Wayne. Recuerdo que era una gran emoción. Como público, sobre todo de pequeño acudía muchísimo a ver bolos los miércoles y jueves, es una pérdida, desde luego. Contribuía a hacer escuela y cantera, luego igual muchos grupos no seguían juntos pero pasaban a formar otras bandas, etc. Así que creo que era positivo que exista. Recuerdo ver a Allnighters, Ya te Digo (Sonic Trash) o Audience por ejemplo… y ahí están. Ahora el Ayuntamiento está programando en Bilborrock a bandas jóvenes para que tengan la oportunidad de tocar en buenas condiciones, pero sin pagar (mmmmm). Por ejemplo, hace poco fui a ver a dos grupos de chavales que me fliparon: Laguna Goons y Galerna.”

¿Y el ciclo Izar & Star? ¿Podría tener una consideración similar?
También, pero ahí ya van grupos experimentados y es sector privado. Una vez conté y habré actuado en el ciclo unas 14 o 15 veces con diferentes bandas. Por ejemplo, The Fakeband vs. The Band, Margo Cilker vs. Lucinda Williams, Garbayo vs. pop español, La Costa Oeste vs. CSNY, Saúl Santolaria vs. Van Morrison, Rubia vs. Carole King… ¡¡Un montón!!” (risas)

Antes hemos hablado de la fluida relación entre las bandas de Bilbao y alrededores, pero, ¿y la cantera? Como cualquier otro segmento de la sociedad necesita recursos, necesita ayudas, necesita formación, conocimiento del medio… ¿Se ha mejorado en este aspecto en los últimos años?
“No creo, vamos, probablemente se ha empeorado.”

Y por supuesto, debe haber salas y recintos que puedan albergar conciertos de todo tipo. Y público, claro. ¿Cómo está actualmente todo este entramado de posibilidades, permisos, honorarios, capacidades o riesgos?
“Pues no os sabría decir. Sí veo es que en Bilbao hay una programación muy amplia. También creo que falta una sala de gran capacidad (1.000 o así) en el centro estilo la Fever porque el Antzoki se queda pequeño para según qué bandas. Y en Getxo idem.”

No nos podemos despedir sin hablar de la guitarra y de la “rivalidad” entre las dos grandes marcas. Tú utilizas ambas y variados modelos. ¿Con cuál te sientes más cómodo? ¿Recuerdas tu primera guitarra?
“Me gustan mucho ambas según qué estilo vaya a tocar y voy cambiando. En este momento estoy buscando algo más alternativo y garagero de alguna marca alternativa. Mi primera guitarra fue una imitación de Les Paul de la marca Pearl (era una marca japo de baterías) que compré en la tienda Músico’s de Algorta al mítico Jacinto Oñate con 14 años y todos mis ahorros: ¡¡¡15 talegos!!!” (risas)

The Hornies

¿Y guitarristas? Tendrás especial cariño por más de uno o predilección por otros.
“Es difícil porque son muchos, tengo que pensar un huevo y además también van cambiando con el tiempo que me voy fijando en unos y otros (risas). De los clásicos, por ejemplo me flipan Mick Ronson, Jimmy Page, Dave Davies (Kinks), Johnny Marr de los Smiths y mi favorito Keith Richards… pero hay muchísimos. Más actuales me gustan mucho Rich Robinson de los Black Crowes, Diego Gracia el Twangero o Carlos Raya. Últimamente estoy viendo muchos vídeos y me flipan Barrie Cadogan que descubrí con Primal Scream y Audley Freed que es un guitarrista de sesión flipante que ha tocado con muchos, pero ya te digo, ¡¡hay mil!!”

En cuanto a bandas, ¿hay alguna un poco más especial que otras o tienes una pila de favoritas?
“Buff, tengo una pila innumerable. Mi debilidad son los Rolling Stones pero te haría una lista de 100 favoritas de las que soy fan, desde Smiths a Billy Preston pasando por Primal Scream parando en Gram Parsons, luego Divine Comedy para llegar a The Church o MC5… ¡¡y seguimos para bingo!!” (risas)

Para finalizar, y volviendo a tu actual actividad, ¿cómo se presenta el futuro inmediato en cuanto a conciertos de Bringas o Garbayo?
“Pues Garbayo estamos haciendo una girilla con mucho cuidado de no arriesgar demasiado y está yendo muy bien, con gente en las salas, buen feedback del público y superávit de pasta (es decir, no palmando). Hemos tocado Valencia, Madrid, Logroño y Bilbao, nos perdimos Coruña por lesión de Lander, el bajista, pero seguiremos girando todos los meses hasta julio. Nos quedan unos cuantos hasta el Motorbeach (Vinuesa, Soria) a finales de julio y volveremos a la carga a finales de agosto, esperamos alargarlo hasta fin de año con el disco. Probablemente se edite en vinilo porque está funcionando bien. Estamos estudiando la posibilidad. En cuanto a Bringas, Gorka está apostando por un formato acústico, guitarra, piano y percusión que queda muy bien, pero en el que yo no toco, tiene unos cuantos bolos así. En formato eléctrico con toda la banda tenemos dos bolos guapos en mayo en el Festival de Blues de San Bartolomé en Leioa y Azkena Bilbao.”

Gracias de nuevo, Pit. Nos vemos en el camino
“Nos vemos en los conciertos.”

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