GRUFF: “Swamp Tales” | GR76


Interesante disco de los vallisoletanos GRUFF, a quienes conocimos años atrás gracias al oportuno chivatazo de un paisano y más tarde por su participación en un festival celebrado en tierras castellanas, concretamente el SmallTown. Por esas cuestiones enigmáticas y hasta inexplicables que suelen ocurrir les perdimos la pista, pero en este año tan insufrible e incomprensible como esas mismas razones, quedamos sorprendidos al saber que el proyecto seguía vivo y que próximo estaba el lanzamiento de nuevo material que una vez escuchado, parece estar escrito intuyendo el ocaso del sufrimiento coyuntural. En su interior, una decena de síntomas de liberación, de esperanza, de final, de reentré, de oxígeno, cabreo, apoteosis, a tomar por culo, euforia… Todo eso nos produce, y a partir de aquí y ahora, si Dio quiere y Lemmy lo permite, volverán las comprimidas primeras filas, volverán los headbangings, volverán los bailes y los arrumacos cuando baja (o sube, según como se mire) la tensión, las masivas audiencias… Bueno, quizás nos hemos venido arriba, porque lamentablemente el rock and roll, salvo contadas excepciones o señaladas convocatorias, llevaba unos cuantos años manteniendo el equilibrio en una finísima cuerda floja, y las estrictas medidas padecidas no hicieron más que agudizar el problema.

Pero no nos vengamos abajo. Sintamos la fuerza contenida de “Swamp Tales”, sintamos el impulso de estos cuatro tahúres en un elepé donde desarrollan bastantes conceptos asignables al rock and roll en cualquiera de sus representaciones, si bien es cierto que en esencia su tratado tira más hacia el lado salvaje, cálculo que por otra parte podría parecer un tanto chocante tras escuchar “Haunted House”, prolongado eco de esqueleto sureño y resonantes concordias que provoca curiosidad y hace saltar las alarmas, porque el comienzo es alentador. Una apertura inesperada quizá por sus encadenados abecedarios y duración; un espléndido preludio para poner en órbita al oyente sintiendo el vértigo a continuación. Ojos vidriosos, nostalgia y gratitud. El escalofrío, la huella, la cortesía, la morriña, “Mother Road”. Una de esas canciones que de cuando en cuando se reservan para poner el broche de oro al trabajo, porque esas guitarras herederas de California, la afligida voz que taladra el subconsciente, los orgánicos orfeones que insisten e insisten y la gran carga sentimental emitida podrían considerarse como una apropiada despedida, sin embargo, la encargada de desempeñar esa función es la elástica frecuencia instrumental de pantanales ribereños “Soft Hands”.

Entre el romántico comienzo y el quebradizo final los tíos dan rienda suelta a su lujuria musical transitando por estratos rocosos evocando a muchos de sus héroes, que dicho sea de paso son tantos y tan nombrados que los obviaremos recomendando simplemente la exploración del cedé. Porque casi con toda seguridad, el mejor análisis es el propio. Probablemente la mejor correlación sea la madurada en primera persona, y nuestro objetivo no es otro que sugerir títulos, recomendar canciones o simplemente, proponer nombres. En esta ocasión, GRUFF, formación que acumula varias formaciones (valga la redundancia) en poco más de una década picando piedra y extrayendo de las entrañas rabiosas composiciones como “Rusty Train” o “Kiss My Ass”, donde varían las componendas de las anteriores incrementado la densidad de las guitarras y la furia de un ritmo que fuerza a vaciarse hasta la extenuación o hasta que lleguen psicodélicas cacofonías con la caída del sol: “The Holler”. Atenúan la cadencia, sí, pero la profundidad de sus estruendos y sus plegarias son la pócima perfecta para abstraerse en un colorista carrusel de reflexiones y denuedos, un estado de equilibrio espiritual abonado al cosmopolita rock and roll. Jaime y Roberto con las voces y guitarras más los dos Óscar en bajo y batería son sus artífices, unos tipos que firman desplantes pseudo punkarras como “Ten Men” o “Malfunction”, agitadas ventoleras de Arizona como “Voodo For Charly”, o ventiscas más reposadas como “Velvet Skin”, donde exploran intrincados vericuetos carnales enredando de nuevo en un encéfalo que no deja de mandar mensajes al corazón y espolea las caderas. Así continúa, espoleando y abrigando, la gente de Milanamúsica Records, que en su bautizo está dejando el listón muy alto reuniendo una meritoria escuadra y brindando atractivos presentes, aunque algo nos dice que aun faltando dos meses para finiquitar el año, algún as tienen en la manga. De momento, escucha “Swamp Tales” de GRUFF.

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