Marc Ford: “Live In Germany” | GR76


Pues qué quiere que le diga. Una gozada para los sentidos y un gustazo para la memoria. Una delicia. Puede que no sea considerada una de las mejores grabaciones en directo, pero las sensaciones al escuchar las veintiún canciones que la componen reconfortan y nos trasladan en el tiempo recordando aquel tour de 2017 que trajera a Marc Ford & The Neptune Blues Band por Europa. Y ya puestos, nos quitamos de encima la espinita que teníamos clavada desde entones debido a la inoportuna baja sufrida por Mike Malone en los prolegómenos de la gira, lo cual condicionaría el resto de la ruta programada; la formación perdería una pieza clave, pero porfiaron y siguieron adelante. En esta ocasión el cuarteto estaba al completo, y podemos imaginar aquello que nos perdimos por la fatalidad, que insistimos, es una barbaridad. Una absoluta maravilla escuchar las armónicas de “Pray For My Mistakes” o “Don’t Ya Get Me Killed”, o los souleros y envolventes teclados de “Greazy Chicken” o “Mother’s Day”, posiblemente algunos ejemplos de la obligada metamorfosis producida por el percance.   

Mencionar al guitarrista californiano entraña, aunque esto difiera mucho de tu intención, montar el belén. Inmediatamente comienza la retahíla de bandas, giras, discos, colaboraciones, proyectos y etapas que ha vivido, e incluso hay quien saca a relucir su desagrado con cuestiones demasiado trilladas y un tanto descafeinadas. Ni santos ni diablos. Nadie lo somos. Condescendientes tampoco, sin embargo uno siempre ha preferido mantenerse un poco al margen de todos estos rifirrafes que le importan casi tanto como un accidente de bicicleta en Pekín, que los tiene que haber a cientos en un día, por cierto. Lo importante en este momento se centra en esta actuación grabada en Music Star de Norderstedt (Alemania) aquel martes 16 de mayo, publicada este viernes 15 de enero a través de Bandcamp. Era la sexta vez que pisaban un escenario, así que podríamos decir que se encontraban en pleno rodaje, y eso se puede comprobar en ciertos desajustes de “Smilin’”, la elegida esa noche para abrir la sesión. Que no cunda el pánico, porque es algo puntual y fugaz. Un pequeño traspiés que apenas debería ser señalado, pues carece de relevancia, así que esto que usted acaba de leer póngalo entre paréntesis, o mejor, como si no existiera. Además, ese comienzo tiene el gancho necesario como para seguir la audición de un tirón.

El repertorio, un repaso a “The Vulture”, el álbum que publicara un año antes más “Marc Ford And The Neptune Blues Club” del 2008, si bien recuperan algunas joyas de “Holy Ghost” como “I’m Free” o “Dream #26”, rescatan “Weary And Wired” por medio de “Greazy Chicken”, y hasta adaptan clásicos de la talla de “Lookout Joe” (Neil Young) o “I’m A Steady Rollin’ Man” (Robert Johnson) con el concluyen un ejercicio de poco más de dos horas conducidas por la inmaculada guitarra del señor Ford. Delicadeza, profundidad, fortaleza, nervio, blues… Aquella gira se convirtió en una especie de liberación individual, un reembolso personal. Debía dar continuidad a “The Vulture”, y debía proclamar a los cuatro vientos eso de, por fin, “I’m Free”, una enfática declaración que consigue la asociación colectiva dadas su reiterada muletilla y su desinhibida entonación. Debía seguir soñando (“Shalimar Dreams”). Debía continuar demostrando la raza de su guitarra (“The Same Coming Up”), que dicho sea de paso, se encontraba en plenitud de facultades, mientras maduraba la idoneidad de reencuentros bien recibidos por buena parte de la afición. Debía tomar una decisión y debía desglosar en directo “Locked Down Tight,” una extraordinaria combinación de reminiscencias californianas, arquetipos y direcciones que conducen al éxtasis corporal.

Hablando de fases de levitación transitoria, y ahora que estamos huérfanos en estas lides, nos viene a la mente la actuación de Vigo en La Iguana Club organizada por los responsables e ideólogos de GravelRoad76. Servidor no estuvo, pero la sintió, porque circula por ahí un número editado en torno a la figura del caballero como avanzadilla al tour que hemos repasado escuchando esta emocionante sesión. Quienes acudieron a las distintas veladas en Bilbao (donde pudimos comparecer), Avilés, Vigo, Zaragoza, Sevilla, Barcelona, etc., tendrán también sus propios suvenires y cierta morriña, porque tener a escasos metros a un tipo legendario, un tipo que tiene en su currículum apartados de vital trascendencia en la historia reciente del rocknroll, no es algo que suceda todos los días. Y todas esas sensaciones, todas esas emociones y esas palpitaciones las podemos experimentar de nuevo en “Live In Germany”, pues fue un verdadero placer percibir in situ los detalles de “Devils In The Details” o comprobar la fluidez de la guitarra en “The Ghetto Is Everywhere”. Fue escalofriante temblar con la vibración del slide en “Old Lady Sunrise”, fue asombroso conquistar los conmovedores espacios de “All We Need To Do Is Love”, oportuno presentir las universales sombras de “The Vulture”, diabólico caer en los profundos compases de “Deep Water”, complicado atrapar los relámpagos rockanroleros de “Gone Too Soon”… Magnifique, que dicen al otro lado de Pirineos. Tanto como el blues tabernero de “Arkansas Gas Card” o el groove provocador de “Main Drain”, fragmentos de un presente recibido tiempo atrás que gracias a este directo, podremos rememorar cicatrizando heridas, resolviendo enigmas. Reflexionando con Marc Ford, disfrutando con una grabación sin trampa ni cartón. 

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