Crónica del Festival Internacional de Blues de Ourense 2017 | GR76


El Festival Internacional de Blues de Orense poco a poco va afianzándose y consiguiendo una buena cantidad de fieles a pesar del poco interés que parece tener eventos de esta categoría en nuestra sociedad actual. Se hace extraño ver la cantidad de gente que pasea por las calles orensanas y la poca en proporción con todo ese bullicio existente, que finalmente decide cruzar las puertas del majestuoso Teatro Principal de Orense para disfrutar de una grata experiencia ante algunas de las mas atractivas bandas nacionales o internacionales del panorama actual.

Pero reflexiones a parte, lo verdaderamente importante no era lo que sucedía en los numerosos corrillos de las innumerable  de terrazas orensanas, si no lo que pasaba dentro de esas cuatro paredes del Teatro Principal, sobre cuyo escenario volveríamos a ver tres grandes actuaciones, como así lo hicimos en su anterior edición del 2016.

23632523_147696199189810_1990203016894747922_oLos encargados de abrir la primera jornada serían Hendrik Röver & Los Míticos GTs. La banda liderada por el polifacético Hendrik (Los Deltonos) tenía la misión de darle al festival un toque menos blues, un aire más rockero y donde la música tradicional americana (Honky Tonk, Country…) tuviera un lugar destacado, algo que sin duda alguna consiguieron, materializando un show envolvente cargado de hermosas melodías donde Hendrik volvió a demostrar que no sólo es un poeta si no que es de los pocos a este lado del gran charco, capaz de conseguir que una Fender tenga vida propia. Perfectamente arropado por sus dos escuderos, no sólo ofrecieron un magnífico show, sino que durante las dos noches en el Liceo, tras las actuaciones en el teatro, nos otorgaron el privilegio de poder disfrutarlos del modo más cercano posible, tocando temas propios y de un extenso repertorio blusístico. Durante esas «Jam Sessions», junto a las colaboraciones puntuales Richard Ray Farrell, Moisés «Moi» Sorolla (Los Rebeldes), Francisco Simón y Jeff Espinoza, nos dejaron claro que estábamos ante algo más que unos simples músicos. Memorable ese momento homenaje a Malcolm Young.

23668879_147696182523145_8471487651815970048_oShanna Waterstown tiene todo lo que precisa para triunfar, sensualidad y una fantástica voz con la que te atrapa desde el primer suspiro. No dejó indiferente a nadie y por supuesto nos hizo vibrar con grandes momentos Soul como en «The Thrill Is Gone» donde sus cuerdas vocales comparten protagonismo con otras seis cuerdas, las de la guitarra de Jay Gogan, que por momentos terminaría siendo el gran protagonista de la noche y definitivamente del festival. Jay Gogan interactuó con el público en numerosas ocasiones, bajando del escenario o acercándose al borde del mismo, encarándose con su hermosa guitarra y dando una lección cara a cara de como sutilmente, no sólo ofrecer un magnífico solo, si no de aunar blues, soul, rock y funk en una misma canción, al tiempo que nos recordaba por su técnica al mismísimo Eric Clapton. Espero guardar en mi memoria eternamente esa maravilla llamada «Born To Make Me Cry», donde Shanna con su portentosa voz y Jay Gogan con su guitarra aunaron fuerzas en el que sería el gran momento de la noche, tras cuyo final  el teatro en pleno se fusionaría en un abrumador aplauso, de un público  que  saldría de este primer día verdaderamente entusiasmado.

23668882_147716282521135_6696244215845659989_oLa segunda noche del festival recaía en manos de los veteranos Red House (Francisco Simón y Jeff Espinoza). Se nota sus años de carretera y clave de ello fue el aumento en la cantidad de público presente en esta jornada. Tienen una gran cantidad de fieles y ellos son conscientes de ello, así que no dudarían en agradecer en más de una ocasión a esos fans que que habían acercado desde Madrid, Vigo o… Su show está cargado de temas propios donde y grandes covers de bandas como Sam Cooke, The Fabulous Thunderbirds o Buddy Guy, entre otros. Sorprende la capacidad que tiene para conseguir que un clásico del blues tenga un toque más Funk, Soul, o incluso Hillbilly. Su concierto está lleno de grandes momentos en los que la guitarra de Francisco Simón termina por volver loco a todo aquel que se encuentre frente a ellos, consiguiendo finalmente una perfecta simbiosis entre banda y un público que poco tarda en romper en aplausos y vítores al tiempo que canta los estribillos de cada canción.
El humor es otra de las facetas de Red House, su show está cargado de instantes humorísticos con los que enlazan tema tras tema, consiguiendo que más que un concierto termines sintiéndote parte de una fiesta en pleno barrio francés de New Orleans. Sin lugar a dudas su show fue una de lo más destacado del festival.

23632226_147696749189755_4129772941377126762_oYa estamos deseando volver al próximo Festival Internacional de Blues de Orense, eso será en 2018 y además con un aliciente añadido de que celebraremos la 15 edición. No podemos expresar con palabras lo que vivimos esos dos días que paseamos por la ciudad de las Burgas y que en cuanto se cae la tarde nos adentramos en el Teatro Principal y posteriormente en el Liceo. Es una de esas experiencias que todo amante del BLUES con mayúsculas y de la música en general, debería experimentar, porque es en estos pequeños e íntimos festivales o mejor dicho, encuentro con músicos, cuando uno siente la verdadera magia que desprende la música en directo.

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