Viernes 7 de octubre de 2016 en Loco Club, Valencia
En los días previos al concierto leía yo su entrevista en el Popu de este mes en la que Serge dejaba entrever su entusiasmo con su retorno a la banda y en la que se destacaba un titular que debería pecar de sensacionalista o pretencioso a no ser que veas uno de sus conciertos y todo encaje y se confirme: ‘Somos una de las mejores bandas de rock que hay en estos momentos’, rezaba el encabezamiento antes mencionado. Eso fue lo que presenciamos en el escenario del Loco Club de Valencia, una banda de rock en su mejor momento, como si los ocho años de separación de los hermanos Bielanko no hubieran sucedido, como si llevaran ensayando todos estos años y las canciones hubieran sido compuestas hace poco tiempo.
Llegados a la zona del concierto nos encontramos a Serge, Dave y cia en una terraza próxima a la sala departiendo con un grupo de británicos, de los que luego supimos que venían a seguir su tour completo por nuestro país, pasiones que se desatan hasta tal punto y que resultarán absurdas a más de uno, pero lógicas a quienes los hemos seguido todos estos años. Hablamos de una banda que tiene una discografía, un directo y una actitud que nada tiene que envidiar a cualquier histórico llena estadios de hoy, ayer y siempre.
Pasadas las 23:00, hora indicada para el inicio del concierto, la gente iba llegando poco a poco y ocupando su lugar en la sala, cosa que hacía presagiar una pobre entrada que con el tiempo se fue arreglando pese a no llegar a más de medio aforo, unos 200 privilegiados más o menos, al inicio del concierto a eso de las 23:30. Al ritmo de la archiconocida “I No Speak Americano” la banda toma el escenario. Sin Christine en esta ocasión, Marah está formada por:Adam Garbinsky al bajo y guitarras, un Mike Brenner que tocó steel, banjo, bajo y lo que le echaran y Dave Petersen a la batería acompañando a la desgarbada figura de Dave ataviado con su característica guerrera, gorra y gafas torcidas y a un impoluto Serge con chaleco y camisa el cual se convertiría en el héroe de la noche.
Con un repertorio basado en dos sets de una hora con un descanso de quince minutos en medio, los de Philadelphia alternaron momentos eléctricos y furiosas jams con temas acústicos , artesanía pura diría yo, y medios tiempos sobrecogedores. Entregados al 100% no tardaron a meterse a los allí presentes en el bolsillo a base de pasión, energía y CANCIONES. Escuchar en directo a una banda disfrutando y dando lo mejor de sí a la vez que caen temas como una temprana y de lo mejor de la noche “It’s Only Money, Tyrone”, “Santos de Madera”, “Faraway You”, o un “Sooner Or Later” que hizo cantar hasta los muertos, hace a cualquiera sentirse en el paraíso. Dave es puro rock n roll, un tipo nacido por y para esto, siempre sonriente, viviendo cada tema con intensidad y llevando el peso de la banda en todo momento, tomando el control cuando una groupie sube a besarle en plena canción o captando la atención de toda la sala con cada movimiento o apasionado solo de guitarra. Adam es una especie de tercer hermano, siempre a su lado, sonriendo, tocando el bajo, haciendo coros o teniendo sus propios momentos de protagonismo cuando podía lucirse en algunos pasajes con su guitarra. Mike fue una lección magistral de steel guitar sólo interrumpida por temas en los que le tocaba tocar el bajo con solvencia, siempre cerca del otro Dave (Petersen) que se mostró en todo momento como un batería al servicio de la banda alternando momentos potentes con la delicadeza requerida para otros temas. ¿ Y Serge?, Serge Bielanko resucitó de entre los muertos del rock n roll, abandonó su faceta de escritor y padre de familia y disfrutó y nos hizo disfrutar como nunca. Tan pronto estaba aporreando la guitarra cubriendo las espaldas a su hermano con una eterna cara de felicidad, como cantaba como los ángeles o nos erizaba los pelos con alguno de sus solos de armónica, varias veces se mezcló entre el púbico y atravesó la sala micro o armónica en mano, siempre, feliz, siempre transmitiendo la magia del momento.
Dos horas de sudor y rock n roll que acababan tal y como se esperaba con una enorme “Reservation Girl”. Habían sido dos horas inolvidables pero aún quedaban ganas de más. Unos cuantos locos comenzamos a pedir “Round Eye Blues” con ya pocas esperanzas de volver a ver a los de Philly sobre el escenario, no nos equivocamos, ya que no fue en el escenario si no encima de la barra de la sala donde Dave y Serge nos deleitaron con la canción. Utilizando el tubo de aire acondicionado a modo de cajón acústico Dave, y Serge armónica en mano se encaramaron allí para hacer vivir a un servidor los cinco minutos más memorables de su vida musical mientras Adam a la pandereta se les unía y el resto de la banda acompañaba desde el suelo con restos del set de batería, difícil contener las lágrimas, el final soñado para una noche histórica.
Luces encendidas, equipo apagado, gente comenzando a desfilar hacia la salida y el Dj haciendo sonar un tema que creo que es de The Replacements (no estoy seguro , no conocía bien el tema en cuestión) y… Marah vuelven a aparecer, enchufan el equipo y se ponen a tocar sobre la canción que sonaba en ese momento!!!!! Indescriptible ya la situación, ahora sí enorme final para la mejor noche de rock n roll de nuestras vidas. ¡Larga vida a la mejor banda de rock del mundo!
Sin duda la noche de Valencia fue mágica, y aquí tenéis un ejemplo: