Viernes18 de marzo de 2016 en sala Razzmatazz 3, Barcelona 

Hacía ya más de tres años desde la última vez que vi a Nashville Pussy en la sala Apolo, demasiado tiempo tal vez, aunque creo tener muy presente todavía lo sucedido ese día. Ese inmejorable recuerdo que rondaba mi cabeza se antojaba imprescindible como para repetir y con la certeza de que pudiesen superar aquello, nos presentamos en Razzmatazz 3, una pequeña y coqueta sala. Si aquella vez llevaban como acompañante al gran Bob Wayne para calentar el ambiente, esta vez la cosa empezaba con una banda que ponía más ganas y empeño que otra cosa, con lo que se adivinada cierta impaciencia en la gente que poco a poco tomaba posiciones. Particularmente creo que los fans de Nashville Pussy son un poco diferentes a lo que estamos acostumbrados en el resto de locales donde se respira un ambiente más familiar. O al menos ese día me resultaron diferentes, ya que debíamos esforzarnos en lograr un buen lugar para disfrutar del concierto y conseguir alguna imagen. Tras los saludos de rigor a algunos conocidos y con cerveza en mano, a situarse lo más cerca posible, aunque no fue nada fácil. ¡Más bien una odisea!

Suena “Ghost  Riders In The Sky” de fondo y la banda sale al escenario sonriendo, sabiendo que de salida ya tienen ganado a un público que llena la sala, grita, vibra desde el minuto uno y responde, como no podía ser de otra manera al retador “Come On Come On”, subiendo más si cabe el volumen con “Rub It To Death” y “I’m So High” con Ruyter seductora, sacando la lengua, desafiando con su mirada a los que estamos delante o provocando cuando se dirige directamente al público con su guitarra … Para esta mujer no pasan los años. Blaine está un poco más ‘dejado’ y resulta evidente que no sale a correr cada mañana pero no pierde nada de garra y ataca con una energía demoledora, conserva esa imagen de southern man y sigue dándole a las seis cuerdas como un poseso. Enloquece el personal con “Pillbilly”, con “High As Hell”, con “Wrong Side Of A Gun” o “Shoot First And Run Like Hell”, y sacan la botella de Jack Daniel’s en “Hate And Whiskey” cuando empieza el despiporre, comienzan a volar las primeras cervezas por el aire y aparecen los empujones… Estaba claro que la gente tenía ganas de desfogarse, lo cual causó algún pequeño conato de bronquilla que no pasó a mayores; en general había buen rollo.

Tengo que destacar la buena presencia de Bonnie. Esta chica tiene una presencia e imagen en escena que te deja alucinado, vestida de cuero y tocando el bajo de forma categórica. Cada vez que se acercaba a las primeras filas provocaba el delirio del sector masculino, aunque también destacaría la alta presencia de féminas que se entregaron con entusiasmo en todo momento. La marcha continúa con “Going Down Swining”, “Everybody’s Fault But Mine”, “Up To Dosage”, “Go To Hell”, “Good Night For A Heart Attack” y la fiesta se confirma con “Why Why Why” y “Go Motherfucker Go”… Os podéis hacer una idea, si hasta ahora el ambiente ya estaba caliente aquí la temperatura aumentó con saltos, multitud de pogos, con la lluvia de cebada mientras Blaine bebía de su sombrero y salpicaba a los osados de las primeras filas y Ruyter corría poseída por el diablo descalza por el escenario como si estuviera en su casa. Pequeño parón y vuelven de nuevo tras ser requeridos por el público cantando los típicos Oeeeee Oeeee Oeeeee Oeeeee…!! Como en los grandes estadios el batería empieza con el ritmo de “Rasputin” de Boney M (al menos eso me pareció), finalizando con “Struttin’ Cock” y “Fried Chicken And Coffee” dejando extasiado a gran parte de los allí reunidos y pegando bofetadas de furioso rock&roll concentradas en un tiempo que se nos hizo corto. Hora y cuarto donde olvidaron antiguas artimañas escénicas y enfocaron toda su fuerza y actitud en las canciones, en los alaridos, en los ambientes, en las guitarras, esas que como dijera mi amigo Xavier, sonaron masa sureñas, y se despiden arrojando púas, rompiendo cuerdas de las guitarras y dirigiéndose al público dándonos las gracias.

Como dije antes, hay bandas que están a otro nivel. Y esta lo es sin duda.