El camino es difícil y tiene infinidad de obstáculos, pero como dice Mike Farris con tesón, sacrificio y perseverancia puedes lograr los objetivos que te marques. Por nuestra parte, esas directrices siguen intactas, y todas las etapas alcanzadas son bienvenidas. Cuando supimos que Farris participaría en MAZ Basauri nos sedujo la idea de mantener una conversación con él, al mismo tiempo que una voz interna nos decía que sería una empresa complicada. Nos gusta el riesgo. Y nos gustan las personas más que los personajes. Nos gusta Mike Farris por su magnífico legado con Screamin’ Cheetah Wheelies, y qué vamos a decir de su particular lucha interior con ángeles y demonios de la que ha salido victorioso y reforzado, sus mensajes esperanzadores, su fuerza espiritual, su carácter positivo, su humanidad y su constante trabajo que le han llevado al reconocimiento con el Grammy obtenido por su último álbum «Shine For All The People» (Compass Records’14), donde sigue mostrando las raíces americanas, los caminos del blues, los mensajes alentadores del soul, la llamada de Dios. La palabra imposible se debería eliminar del diccionario, y para muestra un botón.
Gracias por dedicarnos unos minutos, Mike. Realmente estamos muy excitados ante tu nueva visita, para nosotros una ocasión única para emocionarnos y vibrar. ¿Qué nos podrías comentar al respecto?
«¡Gracias! Siempre es una gran emoción y un honor estar de vuelta en España, sobre todo el País Vasco, entre amigos y familiares que hablan y respetan el lenguaje universal de la música.»
Creemos que tu pasado es de sobra conocido, así que será mejor hablar del presente y futuro. ¿Cómo te encuentras en estos momentos?
«Mi familia y yo estamos en un momento genial, personal, profesional y espiritualmente, gracias.»
Nos gustaría darte la enhorabuena por el Grammy conseguido con «Shine For All The People», donde continúas el camino emprendido hace años. ¿Esperabas este reconocimiento?
«Aprendí hace años a través de mi anterior manager, Rose McGathy, a tener expectativas y tener los objetivos lo más arriba posible, así que cuando llegamos a la fase de mezclas en «Shine For All The People» intenté empujar a la gente que colabora y está a mi alrededor a seguir ese camino… y quizás la idea de los GRAMMY flotaba en el aire… sí, estaba en mi mente. Sin embargo el galardón me pilló con la guardia baja. No estoy seguro que una persona pueda jamás prepararse para un momento inquietante como una nominación… ¡y luego recibir el GRAMMY!»
Este trabajo se basa en la tradición de la música negra, gospel, soul, blues… ¿Intentas aportar matices más contemporáneos a esas raíces?
«Si por contemporánea quieres decir pre-1974…» (risas)
Por ejemplo,“Mercy Now”. Reinterpretas a Mary Gauthier consiguiendo gran emotividad. ¿Cómo seleccionaste las canciones?
«En el caso de la “Mercy Now” es una canción que me encontró, descubrí que estaba esperándome. Creo que depende de nosotros salir todos los días con los cinco sentidos y con ello darle sentido a nuestras vidas y recibir los mensajes y las riquezas que Dios nos ofrece. Está TODO a nuestro alcance, pero tenemos que trabajar duro para lograr los objetivos que nos marcamos, y nos debemos concienciar que tenemos infinidad de posibilidades en nuestras manos.»
También hay composiciones propias como “Real Fine Day» o «Power Of Love». ¿Sigues alguna regla o resulta más espontáneo? ¿Dónde encuentras la espiritualidad para fabricar las canciones?
«Siempre con los cinco sentidos activos» (risas)
¿Tus raíces han marcado tu personalidad o esta se fundamenta en las etapas que has pasado?
«Tal vez un poco de ambos. Yo no sería capaz de hacer lo que hago si no me hubieran criado en el sur rural. Además, no podría cantar y sentir las canciones que canto con la sinceridad que intento transmitir si no fuera por mi trayectoria.»
Conociendo tu historia es evidente que esa espiritualidad de la que hablamos ya estaba en tu interior a la hora de interpretar, y siempre que te vemos recordamos cuando descubrimos la faceta más íntima de Mike Farris en Bilbao y una mujer extraordinaria. ¿Cómo era Rose McGathy?
«Rose era manager y amiga hasta que perdió su batalla contra el cáncer de pulmón en 2007 y es en gran medida responsable de que yo tenga una carrera y que haya logrado asentarme personal y profesionalmente. Una amiga para toda la vida, una persona que está contigo y cree en ti cuando tú no crees en ti mismo. Vino a España conmigo varias veces y llegó a conocer y amar a la gente de vuestro país mucho, como yo.»
Tus shows son experiencias casi vitales, una especie de ceremonias en las que contagias vitalidad y aconsejas seguir el camino correcto. ¿Sientes ser una especie de predicador en el escenario?
«No tanto un predicador como un facilitador y siervo. Para mí, el papel del artista o músico es permitir a las personas a ser lo suficientemente libres para que asuman el papel que les corresponde en la experiencia musical y personal. ¡La mejor parte de cualquier espectáculo es cuando todos cantan juntos! ¡Una experiencia espiritual! Eso es lo que sucede cuando compartimos alegrías y tristezas, nuestros triunfos y nuestros defectos. Nos convertimos en uno. Mi objetivo es servir a mis hermanos y hermanas lo mejor que pueda de esa manera.»
No puedo dejar pasar la oportunidad en decirte que en 2004 fui el hombre más feliz del mundo al ver, aparte de la actuación ya comentada, a Screamin’ Cheetah Wheelies en el Azkena Rock Festival. ¿Recuerdas ese día?
«Apenas… Por un lado fue un mal día para mí. Todos sabíamos que era el fin. La banda se caía a pedazos y yo estaba muy enfermo debido a mis adicciones. Por otra parte, fue uno de los más PODEROSOS shows que hemos tenido. A pesar de que volvimos a casa y actuamos en un par de shows más, en mi memoria ese es el último concierto que hicimos, la última vez que los cinco compartimos escenario. En realidad, no tengo ningún recuerdo posterior.»
Desde aquellas veces nos has visitado otras cuantas, y nos consta que guardas grandes amigos, ¿pero hay algún momento especial dentro de esas visitas?
«Ha habido muchos, incluso a la boda de unos especiales amigos del País Vasco (risas). Cada vez que hemos estado en España ha sido increíble, incluso más allá de la música y los espectáculos. Algunos de los instantes más memorables es llegar a conocer a las personas, las diferentes culturas, alimentos y tal. Los españoles son como la gente del sur de América, ya que son sociables, amantes de la diversión, con ganas de pasar un buen rato, comer buena comida… ¡Y mucho ruido! Ambos son mi gente.»
Para finalizar, ¿qué podríamos añadir para animar a la gente para que acuda a tus shows y disfruten con tu disco?
«Eso tal vez sería mejor que dependa de vosotros.» (risas)
«Mercy Now»
Mike Farris, Kenny Wayne Shepherd & Double Trouble tributando a Stevie Ray Vaughan
«The House Is Rockin'»