Sábado 28 de marzo de 2015 en Café Cultural Auriense, Ourense
El pasado 28 de marzo decidimos que no podíamos perdernos la posibilidad de ver por segunda vez a Robert Jon & The Wreck, teníamos la necesidad de disfrutar de su concierto sin estrés, solamente ponernos frente a frente de ellos y dejarnos llevar por su música. Nada más llegar a Ourense lo primero que nos encontramos fueron las caras sonrientes de los cinco de California al vernos subir por las viejas calles de la ciudad de las Burgas dirección al Café Cultural Auriense. Ellos estaban a punto de sacar unas fotos para alguna de esas revistas o… justo antes de comenzar su breve prueba de sonido, en la cual con apenas un par de arreglos y tras dos temas la daban zanjada como correcta. Tenían ganas de relajarse, cenar y charlar… ese era el siguiente paso antes de una loca noche de rock&roll. Tras cenar, echarnos unas risas, bebernos unos chupitos… nos dirigimos hacia la sala, donde ya se sentía el calor de la gente, poco a poco el Cultural se fue abarrotando, para nosotros fue un verdadero placer encontrarnos con un buen puñado de viejos conocidos y amigos, esos que años atrás cruzaban sin pensarlo para asistir a nuestros bolos. Lo primero que nos llamó la atención fue la estética de la banda, ver que la mayoría llevaban camisas y que además Robert en vez de llevar su sombrero tenía una coleta… estéticamente nos sorprendían, aunque poco a poco entenderíamos lo de las camisas, porque el calor en la sala por momentos era insoportable.
El show comenzó con media hora aproximadamente de toma de contacto, con una banda interactuando desde el minuto uno, pero con una planificación completamente distinta a la de Cangas. En Ourense comenzaron con un puñado de canciones lentas “The Devil Is Your Only Friend», “Blame It On The Whiskey”, “Let Her Go”… Su intención parecía clara, vamos a comenzar relajados para terminar reventando el local. Tras “Let Her Go” (si no recuerdo mal), fue cuando la banda nos hizo bailar como posesos mientras Robert pedía al público que siguiera sus cánticos… sin duda alguna uno de los grandes momentos de la noche fue el que nos soltaran de golpe “Rhythm On The Road” y “Cold Night” ,con este tema coreamos la parte final de la canción hasta el punto de que toda la sala siguió vitoreando al unísono, mientras los cinco de California alargaban la canción con una Kristopher forzando hasta el límite las cuerdas de su guitarra, si en Cangas fuera una gran experiencia el disfrutar de este tema en directo, en Ourense sobrepasó todos los adjetivos positivos.
El concierto siguió su camino, sin planificación una vez más, pudimos disfrutar de una larga jam donde nuevamente Grateful Dead y los Allman estuvieron presentes en espíritu. Si en el show de la noche anterior todo el protagonismo fuera para la guitarra en estos momentos de psicodelia, en esta ocasión toda la responsabilidad recaería sobre Steve a los teclados, al cual el resto de la banda acompañaría con un Kristopher y Robert literalmente tirados en el suelo con el vaso de whiskey en una mano, hasta el momento que deciden levantarse y con una simple mirada el ritmo fue acelerándose de nuevo, esa jam se prolongaría con una maravillosamente intercalada «Georgia Mud»… Este momento de la noche fue sin duda el que marcó la diferencia entre los dos conciertos vividos ante ellos, fueron más de 15 minutos donde la locura hizo aparición, donde todos terminaron aplaudiendo y gritando mientras sonaban los primero acordes de “Glory Bound” canción cantada por Kristopher. Por cierto esta sería el último respiro antes de la tormenta que se nos avecinaba… Sí aún quedaba tiempo para más.
Llegaba el final de la noche con la enérgica “Steppin” justo antes de nuestra última petición “Gypsy Of Love”. Con estas dos canciones terminaría un concierto en el cual hasta el mayor de los agnóstico terminaría creyendo en ellos. Un Steve enloquecido sosteniendo el teclado con una sola mano y mientras lo tocaba con la cabeza, Andrew saltando en su minúsculo espacio aporreando sobre la batería como si no hubiera mañana (y sí, casi no lo hay jaja), Dave un poco más ausente cumpliendo con el bajo, Robert Jon acercándose al vértice del escenario para que cantáramos con él mientras parecía estar poseído por el mismísimo dios del Whiskey y Kristopher arrodillado en el suelo cual penitente agradeciendo al público presente cada grito, cada aplauso, cada baile, con una guitarra que por momentos terminaría desgarrando nuestros corazones… Alguna lágrima de emoción, o posiblemente solamente sudor caía por su mejilla… eso solamente él y alguno de nosotros lo sabe, porque la noche posteriormente sería muy larga y tuvimos momentos para sincerarnos entre largos tragos d…. La noche orensana fue muy larga, tan larga que por culpa de ella terminaríamos en León al día siguiente… pero de eso hablaremos en la próxima crónica, ahora es momento de agradecer a cada uno de los que arroparon a estos chicos esa noche abarrotando el Café Cultural Auriense, a cada uno de los que nos hizo sentir como en nuestra propia casa, a la familia Lestrato por el esfuerzo realizado en todos los sentidos y aguantarnos… Ah, y una mención especial al portero del club de al lado, ese que quería que Kristopher, Steve o Ángela barrieran la puerta de su local porque algún ‘borracho’ saltó sobre Robert y su vaso de Whiskey terminaría echo pedazos en el suelo…. “Blame It On The Whiskey”…