Nuestros buenos amigos de Lestrato Rock celebraban su primer mini festival. Una noche donde en el Café Cultural Auriense se respiraría una buena dosis de rock&roll y cuyo plato fuerte sería servido por los suecos Kamchatka. Nosotros nos colamos de la mano de Antoniño Fuentefría y de Marcelo, gracias a los cuales podemos compartir con vosotros una vez más sus experiencias vividas.

 Viernes 28 de noviembre de 2014 en Café Cultural Auriense, Ourense

El pasado día 28 de noviembre nuestros colegas de Lestrato celebraban su cumple. Y la verdad es que hay que agradecer que lleven ya tres añazos ayudando a culturizar este nuestro pueblo. Además el plato fuerte de su festival eran los suecos Kamchatka… no había excusa para perderse la celebración.

Abría el festival la banda local Purplexed y seguían los portugueses The Ramble Raiders. A los primeros no los vi, y de los segundos solo llegué a un par de temas… pero la impresión es que quisieron gustar, aunque a esa hora había poca gente. Poco a poco el local se fue llenando y si no hubo lleno, poco faltó. Siempre se agradece ver una sala llena. Da cierta sensación de esperanza de que esto siga. Pues armados con nuestras cañas nos marchamos al frente a buscar otra descarga de felicidad. Cuanto más mayor me hago, menos entiendo ese metro o dos metros que la gente deja desde escenario a donde se coloca para ver… bueno…. mas sitio pa’ mi…. pero juro que los escenarios que conozco no están electrificados. Y que cualquier banda agradece la cercanía… que son gente como nosotros y ni pincha ni muerde.

Todo lo que había escuchado de estos tíos me había gustado y muy mal se tenía que dar para que no lo supieran defender en vivo. Arrancaron con potencia con un par de temas de su nuevo trabajo «The Search Goes On”. Siguieron con el “TV Blues” de su anterior disco y la verdad es que esa mezcla de stoner y blues que tan bien saben hacer allá por el norte nos estaba haciendo pasar un buen rato. Pero al llegar al “Tango Decadence” la cosa pasó de estar muy bien a estar de puta madre. Para mí, ahí fue donde se desataron, donde Thomas Andersson empezó a atizar el wah y a sudar y a hacernos sudar. Mucha gente dice que los músicos nórdicos son secos y sin espíritu… yo no sé que músicos han escuchado ellos. De esos lugares de hielo vienen muchas bandas que conservan ese espíritu de lo que antes se llamaba rock… que cada vez se ve menos por otros lares.

En fin, que disfrutamos de una noche fantástica de música de verdad en la que yo eché de menos esa fabulosa versión del «Whipping Post» y algún otro tema, pero ver a estos tíos es altamente recomendable. Lo resumo con cuatro sabias palabras que soltó el gran Marcelo en los bises “es rock and roll, tío”. Ni más ni menos… but i like it!!

Os dejamos con un vídeo… y deseando que estas iniciativas sigan teniendo continuidad