Jueves 13 de octubre de 2022 en Kutxa Beltza, Bilbao

Si la anterior gira (excluyendo la recordada y ensalzada actuación en Azkena Rock Festival) de la banda londinense por estas tierras obtuvo altas valoraciones y cuantiosas audiencias, esta que comenzaron ayer en Kutxa Beltza de Bilbao tiene visos de seguir un rumbo parecido. Y conste que no somos demasiado hábiles en cuanto a pronósticos, pero los rostros de felicidad de la gente que anoche confluyó en el apartado superior de Kafe Antzokia permiten aventurarse en la predicción pese a las anunciadas variaciones de itinerario. Sin ir más lejos, ayer. La ilusión de ver a Danny And The Champions Of The World en el escenario central del antiguo teatro bilbaíno era un aliciente más para acudir de nuevo a su llamada, e imaginamos que debió ser doloroso para la banda y para Noise On Tour, los organizadores del tinglao junto a Last Tour, el cambio de ubicación, pero… No vamos ahora a descubrir la penicilina o a realizar un estudio sociológico sobre una actualidad esquiva y con demasiadas barricadas que entorpecen el correcto funcionamiento de esta historia, pero como dice el acervo popular, no hay mal que por bien no venga, así que volvimos a disfrutar como hace cuatro años en el mismo lugar. El popular Antxiki, un lugar, por cierto, cómodo y cercano. Un lugar amable. Un lugar donde el ambiente puede llegar a ser más familiar que el principal y las supuestas apreturas por su menor capacidad no son óbice para el desarrollo del asunto, lo cual acaba beneficiando a todas las partes.

Porque en el caso que nos ocupa, si al valor terapéutico de las canciones del señor Wilson y los campeones del mundo añades la proximidad que produce una agradable sensación de armonía, el resultado no puede ser otro que satisfacción a gran escala, algo que por otra parte distingue al conjunto que esta vez se presentaría como quinteto. Los minutos previos certificaban el estado de nerviosismo del personal que gradualmente se personaba en el local, y entre saludos, parloteos y cervezas, llega el esperado momento. Se abre el telón. Tampoco lo tomemos al pie de la letra, porque el telón ni existe ni se le espera, pero es una licencia para iniciar un relato que termina, como los espectáculos con fundamento, con el cierre del telón y una sonada ovación, que en este caso sí se cumplió. No solo en la pieza final elegida, “Colonel And The King” y su ceremonial “Uuhoo, uuhoo, uuhoo” que consiguiera una celebrada comunión entre los presentes y dirigiera más tarde nuestra vuelta a casa, sino durante una extraordinaria velada de ciento veinte minutos de bríos y escalofríos, melancolías y esperanzas, novedades, homenajes, rock y soul. Unas pocas llevamos a cuestas y narradas sobre Danny And The Champions Of The World, y probablemente la retentiva nos pueda sugestionar por aquello de la inmediatez, pero podríamos afirmar que anoche fue algo diferente. ¿Mejor? Quizá. ¿Inferior? En el vocabulario de los muchachos no existe el vocablo, porque, aparte de su incuestionable categoría en las distancias cortas, llevan consigo una cantidad de (muy buenas) canciones que pueden alternar sin problemas de día en día o en función de la función. Así que por esta vez nos ahorramos el guion utilizado salvo la mencionada despedida y por lo tanto no nos perderemos en esos detalles que son la esencia de cualquier concierto de rock ‘n’ roll, ya que ayer comenzaron este tour que les llevará por otras ocho localidades y nuestra intención no es otra que animar al personal. A quien esté familiarizado con la música de Danny And The Champions Of The World seguramente no le tengamos que convencer, pero como ya hemos dicho, hay sorpresas en forma de deferencias, en forma de canciones, en forma de aportes, densidades o fluidos. Y para aquellos que tengan una ligera indecisión, pues solo podemos decir que no pierdan el tren. Danny Champ, como siempre lo agradecerá y tu ánimo, también.