Con una formación inquebrantable desde el día de su advenimiento, el rodillo de sonidos potentes y lúgubres epístolas The Wizards se postula como una de las sociedades más titánicas del panorama rockero actual, y no es para menos, pues la luminosa oscuridad de “Full Moon In Scorpio”, su última aportación, y por ende sus paganas celebraciones, están captando progresivamente más feligreses. Varias veces hemos hablado sobre ellos, sobre su extraordinario background, su tonelaje escénico y su eficaz poder de convocatoria, pero en esta ocasión, y teniendo en cuenta que en breve arribarán en el Sonic Blast Moledo, toma la palabra Felipe, uno de los dos guitarristas de la banda que completan Jorge en la otra guitarra, Eneko al bajo, Dave a la batería y el señor Mason como orador. Un radiante y lustroso lustro de hechizos, arrebatos, kilómetros y cañonazos con amplio margen de crecimiento, pues remoto está el límite de unos tíos que no necesitan similitudes: The Wizards.
Una corta historia con tres capítulos (“Plagues”, “The Wizards” y “Full Moon In Scorpio”) y un sinfín de anécdotas, kilómetros, episodios, aventuras y circunstancias. ¿Ha variado vuestro concepto sobre el rock en este tiempo?
«Nuestra visión sigue siendo la misma, tratar de escribir y tocar las mejores canciones que podamos, al máximo volumen posible. La guerra mágica sigue su curso y es imparable. Los cuatro años transcurridos desde nuestro primer concierto han pasado tan rápido que nuestro compromiso y energía son los mismos que entonces, incluso mayores.»
Rock, ímpetu, perseverancia, anarquía, experimentación, desvergüenza… Y un buen porcentaje de temperamentales mensajes completan vuestro registro. ¿Dónde surge la inspiración?
«Más que de inspiración, que también, yo hablaría de una química muy concreta que surge cuando estamos los cinco juntos. Nuestras influencias y referencias se filtran a través de una combinación de personalidades muy, digamos, «peculiar». Somos intensos dentro y fuera de los escenarios.»
Por cierto, hemos comenzado hablando de vuestros discos, pero tal vez haya gente que desconozca vuestro recorrido previo a The Wizards…
«Cuando empezamos con esto hace unos cinco años, todos tocábamos en diferentes bandas que se encontraban en activo, practicando estilos desde el punk rock o el hardcore hasta el rock más sabbathiano o el stoner rock. Al poco tiempo, todos acabamos centrándonos en The Wizards. A día de hoy, seguimos siendo los mismos que el primer día, cosa curiosa hoy día.»
Y ya como The Wizards lográis ganar el concurso Villa de Bilbao en 2014. ¿Fue una emocionante sorpresa o un incentivo estimulante?
«Nos hicimos con el Villa cuando llevábamos unos seis meses actuando en directo. Fue una grata sorpresa, ya que nos presentamos sin mayores pretensiones y la final la hicimos bastante alterados y psicodelizados. ¡Hace mucho tiempo de aquello ya! (risas)
¿Los conciertos son una válvula de escape para la banda? ¿Puede ser uno de vuestros puntos fuertes?
«El directo es nuestro elemento natural. Nos encanta grabar y escribir canciones, pero donde todo eso cobra vida de verdad es sobre el escenario, sudando y sintiendo la energía del momento.»
Hablando de actuaciones, en estos cinco años habéis participado en acreditados festivales e insignes garitos, traspasado fronteras, compartido escenario con ilustres y en breve estaréis en Sonic Blast Moledo, certamen que cuenta con grandes nombres (Kadavar, 1000 Mods, The Atomic Bitchwax…) y ha colgado el cartel de ‘sold out’ a un mes vista. ¿Cómo lo afrontáis?
«Tenemos muchas ganas de visitar Portugal por segunda vez. Esta vez en un festival como este, con un gran cartel… ¡y con piscina! Iremos como siempre a reventarlo todo.»
¿Crees que los festivales son hoy en día una buena rampa de lanzamiento para gente como vosotros?
«Tocar en festivales mola porque te puede ver gente que quizá no te conozca. También mola que no tienes que llevar casi equipo (risas). Y los hay más grandes y también más cercanos, pero como el calor de un garito, sala, club, etc., no hay nada».
¿Qué ha supuesto trabajar con Dean Rispler o colaborar con Ross The Boss en “Full Moon In Scorpio”?
«Tan bien fue todo con Dean, que para nuestro próximo nuevo disco hemos vuelto a contar con él. Hemos desarrollado una excelente relación tanto humana como profesional. Hacemos un gran equipo.»
El cierre es “When We Were Gods”. ¿Tiene algún significado especial?
«Es una canción de Jorge en la que habla bastante de nosotros, y es un final perfecto para «Full Moon In Scorpio». Más que un final, es un «continuará». Suele cerrar muchos de nuestros conciertos.»
¿Tiene ese cierre visos de continuidad? Queremos decir si hay nuevos retos en el horizonte…
«Nuestro próximo disco está terminado y listo para editarse este otoño. Pronto desvelaremos buenas noticias al respecto.»
En es caso, ¿seguiréis con el mismo equipo?
«Como te decía antes, contamos con Dean Rispler otra vez produciendo y Jesse Cannon a las mezclas y mastering. Volvimos a grabar en Gaua Studios y esta vez grabamos las baterías en Garate Studios. Nosotros seguimos siendo los mismos cinco desgraciados de siempre!»
Desde fuera se percibe una fe ciega en vuestras posibilidades. ¿Es una opinión personal o lo sentís así?
«Cada paso que damos es un paso adelante en esta guerra mágica. Somos soldados, combatientes. Moriremos con las botas puestas.»
Obviando etiquetas o escenas, ¿hay alguna parcela donde os sintáis más cómodos o es vuestro rollo se identifica con impulsos?
«Nuestra parcela es el rock and roll, la adrenalina, el sudor y la magia. Esas son nuestras armas y ese es nuestro destino.»
The Wizards – Calliope (Cosmic Revelations)