Viernes 16 de marzo de 2018 en Fnac y Satélite T, Bilbao

Conclusión número uno: cuando tu cabeza dude, obedece al corazón. Conclusión número dos: si corazón y cabeza no son suficiente, tal vez el alma sea la solución. Conclusión número tres: cabeza, corazón y alma son el origen del blues, y la cuarta conclusión es consecuencia de la anterior: los doce compases son el camino. Conclusión número cinco: atinamos en el plebiscito, ya que el día se presentaba atractivo en cuanto posibilidades e interesante en oferta musical y optamos por escuchar los ecos del delta a orillas de la ría, sentir las corrientes de Chicago en Bilbao y corresponder a la visita de la chicagüense y sus acompañantes pucelanos por una serie de motivos. Principalmente interesaba la posibilidad de comprobar in situ el comportamiento del conjunto en las distancias cortas, su avenencia con el público y el aspecto en directo de unas canciones hasta ahora percibidas en la intimidad hogareña, aparte que sentíamos la necesidad de agradecer a los chicos el trato recibido y de alguna manera vislumbrar la actuación del 21 de abril en la sala Rouge Live organizada por River Bucks AC y GravelRoad76. Conclusión número seis: Velma Powell & Bluedays.

Mediada la tarde el tiránico tictac nos concede una tregua y nos presentamos en fnac Bilbao donde tenían programada una pequeña showcase previa a su aparición en la sala Satélite T, suscitando nuestro interés y el de otros tantos (habría quienes conocerían su background), puesto que horas más tarde se pudo comprobar cómo alguno de los sorprendidos rostros vespertinos repetían en horario nocturno. Cinco piezas que fueron un excelente tanteo para enmarcar correctamente su obra, suficiente para distinguir su carácter, convincente para afianzar la decisión que habíamos tomado y un buen aperitivo para el convite que nos aguardaba en el garito deustotarra. Había expectación. Había apetito, se apreciaba interés y a pesar de las eventualidades antes mencionadas, nada mejor que un número considerable de partidarios para acreditar la velada que estaba a punto de comenzar. Con el rollup del disco “Blues To The Bone” presidiendo el escenario y tras el doble shuffle instrumental de presentación a cargo de los componentes de Bluedays, las cortesías y los pertinentes saludos, emerge de la oscuridad la estrella de la velada: Mrs. Velma Powell, una encantadora y risueña mujer defensora de su patrimonio como manifiesta en “Real”; su identidad, su referéndum, su sentencia, el porqué de esta alianza con Bluedays y la razón por la que estábamos reunidos a esa hora en ese lugar. A ritmo de boogie comienzan las escaramuzas vocales de la dama al tiempo que las intrépidas cuerdas de Carlos Sanz y Mike Terry carburan mientras la audiencia ensalza la buena disposición de un quinteto guiado por el incansable compás de Nacho Castro y el groove de Jorge Otero (Jafo para los amigos), que alienta tanto como los necesarios coros de “I’m Ready” o las risas producidas por el preámbulo de “One Hand In Front”, inequívoca cadencia rockanrolera que desata la hilaridad en gran parte de un público entregado a las credenciales de los oficiantes. En ese sentido no vamos a decir que Bluedays y la señora Powell hayan inventado la pólvora, pero almacenan buena cantidad de dinamita en su repertorio, y cualquier planteamiento que salga hoy a la palestra mantendrá un estrecho vínculo con el pasado, eso es algo que no deberíamos olvidar Además podrían poner firmes a varios aspirantes con su incuestionable profesionalidad y un contrastado bagaje ganado a base de ímpetu y pundonor. Como muestra un botón: “Blues Doctor”, escucha su explícita receta, siéntela e imagina el resto. Imagina la excitación hasta la médula del solícito “Blues To The Bone”, sospecha los sugestivos maullidos de “Nothin’ But The Cat”, o disfruta con el sustancial soul de “My Name”. Sin fisuras. Con ritmo, seguridad y coherencia, revolucionando al personal. “Let’s Storm This Place”.