Viernes 24 y sábado 25 de noviembre de 2017 en Sala Porta Caeli y Laboratorio de las Artes (Lava), Valladolid
Asistimos al bautismo de un nuevo festival, y como su nombre indica, dedicado a todas las variantes de la música negra, léase blues, soul, funk o rock & roll repartido durante dos días entre la Sala Porta Caeli y el Laboratorio de las Artes Lava. La llamada resultaba tentadora y debía ser merecedora de una gran asistencia, así que, dada la magnitud de los participantes GravelRoad76 decidió apoyar desde el minuto uno. La primera jornada contaba con la unión de Barrence Whitfield y Los Mambo Jambo, en lo que ha sido una gira conjunta en varias fechas por el país. Tengo que confesaros que la mezcla me entusiasmó desde el primer día.
Comenzó la noche con la presencia en el escenario de Los Mambo Jambo y después del tercer tema, se les unió Barrence Whitfield. Tenía mucha inquietud de estar frente al de Jacksonville, ya que en su anterior visita a la ciudad me fue imposible por motivos laborales. Llega el turno de “Candlelight” y el bueno de Barrence impregna la sala con ese soul rítmico, mientras el fantástico Dani Nel.lo se marca un solo al saxo de esos que él solo sabe hacer. Suena “Bip Bop Bip” y el swing rocanrolero se apodera de los allí presentes. Llega ahora el turno de “Who’s Gonna Rock My Baby” uno de los temas donde el de Florida menos repercusión tuvo; aquí ganan peso Los Mambo Jambo, rock & roll a borbotones. Para entonces el público poseído ya bailaba y sudaba a partes iguales. Con “Big Fat Mama” Barrence invita al público a los coros, y la sala ya estaba entregada. Apoteósica noche la que nos ofrecieron tanto Barrence, uno de los últimos aulladores del soul garaje, como Los Mambo Jambo. El de Florida a pesar de que en ciertos momentos pareció acusar algún problema en su voz, tiró de recursos y saldó la noche perfectamente. Repartió groove a raudales demostrando ser uno de los grandes del género. Y qué decir de Mambo Jambo, poseen una puesta en escena brutal, enganchan al público como pocas bandas lo hacen. La mezcla prometía ser explosiva y a fe que lo fue. Las caras del gentío al salir así lo atestiguaban.
Para la segunda jornada del sábado contábamos con triple propuesta ya dentro del Laboratorio de las Artes (Lava). Perfecta organización con puntualidad a destacar, que siendo varias bandas siempre es de agradecer. Solo méritos para la sala, buena temperatura en una fría noche, gran escenario y gran iluminación, seguro que los encargados de plasmar los momentos lo celebraron.
Los encargados de abrir el sábado fueron Andhrea The Black Cats. Su actuación, al igual que el público que iba llegando poco a poco, fue de menos a más. Tal vez eso motivara un comienzo un tanto insulso con algún tema demasiado pausado quizás, pero rápidamente sonó el cancionero de Muddy Waters y público y banda comenzaron a disfrutar, y de qué manera. Un momento de la noche a destacar fue “I Wish You Would”, donde la aterciopelada voz de Andhrea destacó sobremanera. Notable concierto el que nos ofrecieron.
Es el turno ya de Blues Train, la súper banda de blues que prometía emociones fuertes. Teníamos los ingredientes apropiados para disfrutar: componentes experimentados, un cancionero repleto de himnos y clásicos, y un público que paulatinamente se acercaba a la sala .Tremenda la presencia de Mingo Balaguer a las voces y a una pluscuamperfecta armónica, al igual que la presencia de Alex Caporuscio, con esos solos y adornos que salían de su Fender. Y qué decir de su voz, llevándonos en volandas a través de este maravilloso género y una sección rítmica que no se quedaba atrás, marcando el camino a seguir a la perfección. Sin olvidarnos también de la guitarra rítmica, que ofreció muy buenos momentos. Se mostraron ensamblados como bien dicen ellos, como una locomotora del blues. Personalmente, me quedo con dos momentos, “Crazy For My Baby” y “Walkin’ By Myself”. Blues Rock sin concesiones, de ese que tanto nos gusta. Un servidor disfrutó de lo lindo.
Y ya cerrando la noche Shirley Davis & The Silverbacks. La inglesa fue todo un espectáculo visual, regalándonos mil estampas en el escenario, y sobrecogiéndonos con una voz majestuosa, igual que su presencia. Esas armonías vocales, acariciaron por momentos a los allí presentes y endulzaron y de qué forma todas esas composiciones. Destacó en una apasionante “Black Rose” y en ese soul retro que es “My Universe” donde el hammond nos llevó por momentos al pasado. Pueden y deben ganar peso con una guitarra más incisiva, pero eso sólo es una sensación del que escribe. Esta mujer se metió a los presentes en el bolsillo, lo tiene todo para ser la gran diva del soul.
Por último dar las gracias a la gente que compone Red Hot Producciones, por la organización y el trato recibido, ambas fueron muy destacables. ¡Estamos ya en la cuenta atrás de ese segundo Black N’ Blues Festival!