Viernes 16 de diciembre de 2016 en Sala Universonoro, Palencia
Recibimos esta vez la visita de Julián Maeso presentando su nuevo disco “Somewhere Somehow”. Tengo que decir que esta cita con el toledano añade para el que suscribe un plus de nervios y excitación. Estamos ante un músico para el que no existen barreras ni en lo compositivo ni en su paleta de colores, que es igual de amplia que su talento. Desde ese armazón blues hasta esos pasajes de folk rock pasando por terrenos negroides, del soul al funk y a esas arquitecturas jazzísticas. Siempre mezclando y alternando sus guitarras, su hammond, ése mismo que nos transporta a la América de los 70. Unas melodías arrebatadoras, y unos ritmos que nos obligan a pensar en la más ardiente música negra. Todo esto capitaneado por la voz, a veces rota de Maeso, a veces susurrante, a veces invadiendo nuestros corazones.
Estamos ante un músico con mayúsculas, siempre ampliando y desarrollando matices. Siempre planteando una propuesta que nos obliga a no parpadear, sólo con el fin de disfrutar al máximo de su catarata de sonidos, siempre desde la naturalidad, desde la sencillez, desde su maestría. Pero vayamos al grano. Esta vez se presentaba en solitario sin su genial banda, esa que otras veces nos había deleitado, ¿sería un arma de doble filo? Mantenía una enorme curiosidad por ver a Maeso enfrentarse a un escenario donde sólo se encontraban esta vez un par de acústicas, un par de teclados, y una pequeña y llamativa melódica. Suena “I Wonder And Wander”, y en todos los allí presentes aflora un cierto aroma pantanoso, un cierto aroma del delta con uno de sus nuevos temas. Vamos ya con “I Must Have Been Dreaming», uno de los clásicos de su anterior plástico, y ese toque funk hace acto de presencia. “Back To Me Back To You”, otro de sus nuevos temas muestra un mágico momento con unos teclados soberbios y un Maeso encogiendo el alma de los presentes, con un voz casi góspel, casi celestial, mientras otra nueva creación como “Before Day Leave” descubre otro de los momentos álgidos de la noche. Ramalazo jazzístico y perturbadora voz de nuevo. ¡Qué manera de cantar esta noche! Y “Keep On Strivin’”, otro de las maravillas que contiene este reciente álbum aglutina coros y palmas de los presentes mientras Maeso se muestra cómodo amoldando su voz a un orfeón palentino tal vez poco afinado, pero entregado en todo momento a este folk rock de muchos quilates. Otra gran noche la que nos brindó, esta vez en solitario, haciendo frente al escenario como pocos saben hacer. Con una personalidad arrolladora y exquisito sello personal, demostrando estar por encima del bien y del mal.