Lunes 14 de noviembre de 2016 en Sala Stereo, Alicante

Vimos a Nikki Hill en esta misma sala hace aproximadamente un año, y lo primero que le viene a uno a la cabeza una gran satisfacción al comprobar que no sólo mantiene el nivel al que normalmente nos tiene acostumbrados, sino que sus actuaciones han mejorado aún más, ganando en potencia y actitud, algo que no podemos más que agradecer, ya que encontrar un concierto así un lunes es siempre una grata sorpresa. No era el mejor día para disfrutar de una actuación de rock and roll que tiene más tintes de viernes o sábado noche, pero este es un hecho que no importó demasiado al público, ya que igualmente la sala presentó una entrada casi llena, algo más inusual aún.

Con un repertorio ligeramente diferente al que pudimos ver un par de días antes en Murcia, la banda salió a darlo todo con canciones como «(Let Me Tell You Bout) LUV», «Ask Yourself» o «Struttin'». La gente se mostraba un poco fría al principio pero la banda fue caldeando el ambiente, yendo de menos a más y ofreciendo una actuación de puro rock sin aditivos y sin dejar apenas un respiro durante todo el concierto. Continuaron con una versión de Johnny Thunders, «You Can’t Put Your Arms Around A Memory», y más temas propios como «And I Wonder» o el que da título a su último disco, «Heavy Hearts, Hard Fists».

La banda suena engrasada y contundente. Les acompaña Robert Nesbit, nuevo miembro que se reparte las tareas guitarreras con un Matt Hill muy comunicativo, que no paró de animar y hacer gestos a las primeras filas en todo momento. El batería Charles Jones y el bajista Ed Strohsahl son una garantía de potencia y precisión que hacen que la gente no deje de moverse en cada canción. Y qué decir de Nikki… es una las damas más destacables del rock actual, y aunque sólo tiene dos discos en el mercado, es bueno pensar que tanto ella como su banda tienen mucho que ofrecer todavía.

Para terminar, ya con toda la sala entregada, y tras haber dado un buen repaso a sus dos discos y a algunas versiones de clásicos del rock, se marcaron (como suelen hacer casi siempre) una canción de AC/DC. En esta ocasión le tocó el turno a «The Rocker», tras el cual abandonaron el escenario para volver con otro cover: «Twistin’ The Night Away», de uno de los reyes del soul, el señor Sam Cooke, dando así por terminada una noche en la que disfrutamos de lo lindo una vez más con Nikki Hill y su banda. Ojalá en el futuro sigan viniendo a España con tanta frecuencia, porque siempre será un enorme placer presenciar actuaciones así.