Sábado 23 de abril de 2016 en Studio 27, Burgos

Hacía ya casi cerca de dos años que no pisaba Studio 27, sala en la que se reúne un buen ambiente rockero del que nos gusta. Chupas de cuero y patillas se dan cita todas las semanas en este garito. Por esto, y por la presencia de estos holandeses a los que me quedé sin ver en la gira anterior se convertía en una cita obligada. En cuanto a la afluencia, en torno a las ochenta personas. La noche prometía sin lugar a dudas.

Sentía gran curiosidad por ver el directo de estos tres youngters. Comienzan las primeras notas y vemos que la mejor defensa es un buen ataque, pues abren con la setentera “Evil Mothergrabber”, y siguen con las zeppelianas “Satilla Nº 3” y “Crumbling Heart”. En poco más de cuarto de hora, se habían metido a los allí presentes en el bolsillo, y el blues hace presencia en la maravillosa “Medicine”.

De pronto el concepto canción desaparece, llegando la psicodelia para quedarse. Nos inundan con una jam más o menos contenida, no sabiendo si seguimos en el mismo corte o han empalmado ya con el siguiente tema. Esta catarata de atmósferas es atronadora, el hammond se desboca y tanto Pablo Van De Poel a la guitarra, como su hermano Luka a las baquetas, dan una auténtica lección al impresionado público.

Pero aún quedaba el guiño al malogrado Prince con una cover del clásico “Sexy Motherfucker” que nos dejó con la boca abierta, groove para regalar. Una hora y media majestuosa de rock setentero y psicodelia. Un servidor está ya esperando la próxima cita con estos tres grandísimos gudaris, como diría un gran amigo mío.