Domingo 13 de marzo de 2016 en Salason, Cangas
El pasado verano en la explanada de la Plaza de la Virgen Blanca y en el recinto de Azkena Rock Festival ,miles de personas se sintieron atrapadas por el fervor y la pasión, llegando en momentos a sentirse inmersos en un verdadero trance mientras el sol caía sobre sus cabezas y la música de Sven Hammond marcaba el ritmo de sus pies, sus cuerpos y sus corazones.
Estas previas palabras pueden incluso parecer exageradas, pero solamente tienes que contrastarlas con alguno de aquellos afortunados que ese caluroso día de verano se encontraban allí presentes, en el centro neurálgico de Vitoria-Gasteiz.
El 13 de marzo los teníamos al lado de nuestras casas y evidentemente no perderíamos la oportunidad de estar con ellos y arroparles durante y después del show. Un concierto donde el cartel de Sold Out se colgaba apenas unas horas antes de que Sven e Ivan se subieran al escenario acompañados por sus inseparables secuaces.
La expectación se palpaba en el ambiente, sobre todo entre un buen número de habituales a la cita que año tras año nos lleva hasta la explanada de Mendizabala. La banda también era consciente de la expectación existente y se sentían con ganas de comenzar el concierto, con el cual además daban concluido su reciente tour por la península.
Como ya nos contaran en su entrevista con GravelRoad76, Sven Hammond nació en 2006 con la intención de ser una banda instrumental de Soul Jazz, pero poco a poco su sonido fue evolucionando hasta llegar a lo que ellos denominan como banda de «Dirty Gritty Soul», donde el Hammond poco a poco fue cediendo su protagonismo al resto de instrumentos y sobre todo a la voz de Ivan Peroti, una voz que se te clava en la sien nada más escucharla.
Nada más entrar en la sala entre la multitud, cada uno de los cinco integrantes de la banda se colocan en sus posiciones, entonces sin prácticamente tiempo para asimilarlo comienza a sonar “Usual Suspects” , canción que da nombre al que para mi es su mejor disco. Ya con los primeros acordes incendian una sala que en ese instante se encuentra dando saltos, gritando, bailando e incluso enloqueciendo. Sin descanso enlazan “Pain” y “Hero”, tres canciones seguidas, tres de sus temas más contundentes, donde abandonan el soul más puro para incorporarle una base rockera con acordes que pasan por reminiscencias AC/DC o ZZ TOP, unos solos de guitarra desgarradores y aullidos al mas puro estilo James Brown, gracias a los cuales incluso el rockero más duro del lugar termina desmelenándose, y eso que esto acaba de comenzar.
Los primeros zarpazos de Sven Hammond sobre el escenario dejan evidente la perfecta conexión entre los cinco músicos. Una hermandad de la cual ya nos hablaran en la entrevista previa y que pudimos ver patente sobre todo cuando abrazan ese jazz & soul del cual germinaron como banda. Es con canciones como “Kiss The Ground” donde la voz de Ivan brilla por encima de todos, aunque lamentablemente muchos de los asistentes aún seguían con el ritmo de la fiesta de los primeros temas y en gran parte estos momentos más souls fueron deslucidos por el bullicio reinante en la sala, donde algunos seguían bailando y saltando arrítmicamente ante la mirada extrañada de un Ivan que intentaba mantener la concentración mientras cantaba “Diamond Drunk”, una canción que nos recuerda a Prince e incluso a Gregory Porter, a los que el propio Ivan nos dice ser un gran fan durante la charla post concierto.
Tras “Kiss The Ground” Ivan se oculta en el backstage y da inicio otro de los grandes momentos de la noche. Durante 15 minutos o incluso más, Sven Hammond hace una regresión a aquellos años donde eran una banda de jazz&soul instrumental. Cada uno de los cuatro músicos dejan claro en estos minutos donde intercalan solos, que son unos verdaderos especialistas cada uno en su faceta musical. Podríamos nombrar a alguno de ellos, pero creo que en esta ocasión lo que tenemos que hacer es destacar el conjunto en sí. Jazz, Soul y Funk reinan en esos instantes por encima de los inicios más rockeros, y personalmente creo que es aquí cuando la banda musicalmente marca una diferencia y destapa su verdadero yo. La música por encima de la fiesta, momento de cerrar los ojos y absorber cada nota, cada acorde, dejando que la música llegue hasta tu alma.

Tras el ecuador del concierto y los momentos de sutileza , retornan a la fuerza y el high energy. Comienza una nueva dosis de temas directos, donde destacan sobre todo “Brother Drunk, “Bad News” y sí, “Fly” con el cual darán finalizado el concierto. Es con «Fly» donde Ivan termina por desgarrar su garganta a pie de escenario donde amaga más de una ocasión con volar sobre las cabezas de los allí presentes y donde Sven deja claro el poder que tiene el Hammond en el sonido de esta formación. Un Hammond al cual saca todo el partido posible, consiguiendo de él un amplio registro, sonando por momentos lo más puro y conservador, por otros más psicodélico y gracias al añadirle sintetizadores en muchos momentos nos sumergen en un áurea discotequero. El público está totalmente entregado, grita cada uno de los versos de la canción, mientras baila al ritmo marcado por Ivan, entre coreografías, saltos y empujones… con «Fly» poco a poco todo va llegando a su fin.
Evidentemente tras su primera despedida volverían al escenario, para darnos el golpe de gracia. Para ello que mejor que las canciones de su magnífico álbum “Usual Suspects”, para finalizar un show con broche de oro. Varían el setlist final y comienza a sonar “After Smoke”. Muchos se sienten inmersos en una cortina de humo mientras bailan sigilosamente y cantan al unísono y acompañando a un Ivan que no da crédito a lo que están viendo sus ojos. Unos ojos que brillaron especialmente esa noche sobre un escenario donde él con su voz y Sven con su hammond, guiaron de modo magistral al resto de la banda junto a la cual forman uno tándem en perfecto equilibrio
¿Te había comentado que el set list final lo habían modificado…? Pues sí, pasaron «After Smoke» por encima del tema que escogerían para cerrar esta noche donde ningún estilo musical estuvo por encima de otro, ya que Sven Hammond tocaron todos los palos: Soul, rock, blues, funk, jazz y por supuesto disco. Para dejarlo claro de que estaban felices , por si no nos diéramos cuentas… el último zarpazo de la noche sería “Happy People”… ¿Se puede terminar mejor una noche de fiesta y música? ¿Se puede cerrar de mejor modo un tour?… Todo puede ser mejorable sin duda, pero una cosa está clara, si Sven Hammond estaban felices, nosotros no íbamos a ser menos.
Tras “Happy People” la música se silenció, pero las sonrisas se mantuvieron permanentes en cada uno de los rostros de aquellos que tuvieron el privilegio de estar frente a una de las mejores bandas de rock&soul de estos momentos. Creo que cada una de esas sonrisas son el perfecto resumen de un concierto que perdurará de por vida en la memoria de público y banda.