“Personalmente creo que son una de esas bandas que han cambiado la historia, comenzaron siendo unos gamberros que querían simplemente hacer música y se encontraron frente a frente con The Beatles y The Rolling Stones, que en Inglaterra eran los que cortaban el bacalao. Pero han pasado los años y aquellos gamberros siguen en pie de guerra, consiguieron sobrevivir al paso de los años y aún pasean su música por todo el mundo, haciendo sombra a muchos otros y sobre todo con la cabeza muy alta”.
Así nos definía nuestro hermano Berto lo que significaba para él The Pretty Things cuando apenas quedaban 24h. para que llegaran a Cangas. Estábamos entusiasmados al mismo tiempo que nerviosos, ya que nos esperaba una tarde noche de mucho trabajo, pero ahora tras pasar un par de días y reflexionar sobre lo vivido, sin duda alguna creo que todo el esfuerzo realizado valió la pena. No quiero extenderme en exceso en hablar ni de que temas tocaron, ni de las anécdotas vividas, solamente escribo esto en plan reflexión.
Domingo 4 de octubre de 2014 en Salason, Cangas
The Soul Jacket:
Para esa noche de domingo planificamos un doble bolo, donde los Pretty Things serían teloneados por The Soul Jacket. Todo un despliegue técnico al cual no solemos estar acostumbrados, ya que no solemos poner bandas teloneras. Pero en esta ocasión nos tiramos al ruedo y a pesar de los nervios todo salió perfecto. Indiscutiblemente y es aquí donde comienza una de las reflexiones, gracias a la colaboración de The Soul Jacket, la banda viguesa nos facilitó mucho las cosas, con una prueba de sonido rápida, al igual que su cena y una puesta en escena directa y sin vacilaciones.
Dieron un concierto de unos 45 minutos, lo cierto es que perdí la noción del tiempo tras la barra del bar, pero eso sí, desde la lejanía de la primera fila y con los nervios a 100 por hora, pude apreciar el nuevo sonido de The Soul Jacket. No es que hagan nada nuevo ni transgresor, siguen el rumbo marcado por su primer álbum «Wood Mama» sin ninguna duda, pero ahora se nota la compenetración perfecta entre todos los músicos, intercalando magistralmente ambas guitarras, con la voz de Toño ganando cada día más enteros, la contundencia de bajo y batería sosteniendo todo el cableado sonoro, un sonido que además ahora se siente arropado de modo magistral por las teclas de Xabier Vieitez.
Muchos estamos deseosos de escuchar el nuevo disco, del cual desmembraron algunos temas esa noche de domingo. Por cierto ya acordamos hacer presentación en Cangas y posible fiesta… bueno la fiesta siempre está asegurada.
The Pretty Things:
Desde el minuto uno que tomas contacto con la banda británica ya sacas una conclusión: son de puta madre. Nada que ver con la mayoría de bandas inglesas, las cuales suelen tener un carácter bastante rancio. Ellos te sonríen, se presentan y se ponen manos a la obra. Bueno vamos a ello.
Los que me conocen saben que no soy un amante en exceso del sonido garage. Pero cuando muchos etiquetan a esta banda como garage me pregunto ¿Qué es para ellos el rock&roll? Porque The Pretty Things son eso, una banda de rock&roll, la cual por supuesto no renuncia a su propio sonido, pero tampoco a sus influencias, y está claro que Robert Johnson, el hombre que vendió su alma al diablo en el cruce de caminos, es una de sus grandes influencias, al igual que para todo el mundo del rock.
Por eso si hay un momento mágico en su actuación esa noche, es cuando Dick Taylor sentado y con la guitarra reposando en su regazo comienza a tocar esas notas creadas por el diablo, ese blues a base de slide, mientras Phil May reencarna la voz de Robert Johnson y Frank Holland le acompaña a la armónica, todo ello en una sala prácticamente a oscuras donde apenas unos focos rojos iluminaban sus rostros.
Tras el blues vino el rock&roll, por momentos era como estar en The Cavern viendo a los Beattles, o en el Crawdaddy Club viendo a los Rolling Stones…
Bueno realmente estábamos en Salason y frente a nosotros teníamos a uno de los grupos pioneros del rock&roll deleitándonos 50 años después de su creación toda su energía y poder sobre el escenario. Ejemplo claro de la fuerza de esta banda en directo fue lo que ocurrió después de su bolo, cuando el público enloquecido no paraba de gritar y aplaudir, entonces la banda salió una vez más al escenario y…. dale al play y vívelo tu mismo. This is rock!!!
Phil May: «Esta noche fue como volver a los ´60 ´70 y estar tocando en un oscuro bar de Londres con el público enloquecido…»