Will Horton sonriente, con su camisa encharcada en sudor nos hace un guiño en plan… «A la mierda, esta ha sido una gran noche»… Dejando atrás los posibles malos momentos, y haciéndonos disfrutar como niños de un gran concierto.
Sábado 12 de abril de 2014 en Salason, Cangas
Nos habían llegado comentarios extraños que incluso hicieron dudar a muchos de los asistentes habituales. Las redes sociales e internet es lo que tienen, ahora en menos de 24 horas uno puede leer la crítica de un concierto, en ocasiones críticas poco constructivas que no solamente hacen daño a una banda sino a todo lo que rodea un tour. Por eso yo no suelo hacer muchas críticas sobre conciertos, y menos si lo que pienso escribir no es muy halagador, en ese caso mejor callarme y opinar cuando el tour esté finalizado, porque una mala noche la puede tener cualquiera, incluso una banda de rock.
The Black Cadillacs son unos auténticos desconocidos en esta parte del mundo, y es compresible que el público, con la gran cantidad de shows que hay ahora y la escasez de billetes en los bolsillos, se piensen mucho a qué eventos ir y muchos apuesten por caballo ganador (nombres conocidos), sin darse cuenta que en muchas ocasiones el caballo ganador son esas bandas poco conocidas.
Cuando estábamos en la prueba de sonido ya nos dimos cuenta que todos los rumores se caían por su propio peso. Unos chicos agradables, un sonido técnicamente correcto, actitud muy positiva, sin marcar las distancias en exceso y en todo momento siendo agradecidos. Ahora tocaba que la asistencia del público respondiera.
Nos los llevamos de cena, y a la vuelta observamos gratamente como en la sala se encontraba un buen puñado de amigos y extraños… un aforo más que aceptable y la buena actitud de la banda antes del concierto presagiaban que aquello al final saldría bien. Y así fue, la banda salió al escenario de modo arrollador, y fueron ellos los que nos hicieron felices, con un concierto lleno de energía positiva, electricidad, pasión y esa dosis necesaria de descontrol…
La banda salió al escenario sin un setlist bajo sus pies, improvisando cada tema de sus dos discos, los cuales le dieron tiempo de sobra para tocar casi completos durante las dos horas y media que duró el show. Versiones de Led Zeppelin, Rolling Stones, Bob Dylan o Black Keys se entremezclaban con sus canciones: «Run Run», «Choke», «I Know You Want Me», «Fallin Down»… canciones perfectamente entremezcladas y tocadas con tanta energía que parecía que era el fin de los días. Consiguieron que el público se adentrara en su mundo desde el minuto uno, consiguiendo enloquecer a los que nos encontrábamos frente a ellos.
Nos recordaron a aquel primer encuentro con los Delta Saints, en la que unos desconocidos chicos nos dejaron boquiabiertos con su sonido y su derroche sobre el escenario. El concierto de The Black Cadillacs en Cangas para nosotros e incluso para ellos, creo que marcó un antes y un después en su carrera. Posiblemente estemos hablando de uno de los nuevos grandes descubrimientos del rock independiente americano.
Saltando, gritando, aporreando sus instrumentos como si fuera el fin de los días… (hacía años que no veía romper la cuerda de un bajo), pura energía sobre el escenario. Si cada uno de sus shows fueran la mitad de lo que hemos vivido nosotros, os aseguro que pronto no podremos verlos por un puñado de euros. Las fotos creo que reflejan en parte lo vividos por unos y otros. Si tienes la oportunidad no los dejes escapar, posiblemente sus discos no te digan nada del otro mundo, pero su directo es demoledor.
Lo que pasó después de un concierto de dos horas y media, es muy simple de explicar, con una palabra: FIESTA.
A continuación te dejo unos cuantos vídeos de esa noche con The Black Cadillacs en Cangas… la noche que unos chicos de Knoxville consiguieron un rincón en nuestro muro de la fama. En estos vídeos podrás ver esas caras sonrientes, la fuerza con la cual tocaron cada una de sus canciones… Sin duda no podemos dejar de decir que The Black Cadillacs nos hicieron disfrutar como verdaderos críos, y que tienen un gran futuro por delante.