En muchas ocasiones nos encantaría poder teletransportarnos en el tiempo y poder disfrutar de cada evento que se está celebrando por los rincones de este mundo. Pero como no tenemos ni una cabina para teletransportarnos, ni pasta suficiente como para abandonarlo todo y tirarnos a la carretera, hemos decidido embaucar a alguno de nuestros hermanos de la secta GravelRoad76, para que ellos sean nuestros ojos y nuestros oídos en todos aquellos lugares donde nos gustaría estar, y así de este modo poder luego compartir con todos vosotros lo que allí ha ocurrido.
A continuación os traemos el reportaje realizado por nuestro hermano Rafa Robledo. Su visión del WOP Festival de Bilbao, donde bandas como Sonic Trash, Lisa & The Lips, The North Mississippi Allstars y…. compartieron escenario por una buena causa.
Sábado 11 de octubre de 2013 en Sala Santana 27, Bilbao
Noche mágica en Bilbao. Mágica en muchos sentidos. La vista, el oído, el gusto, pero sobre todo, el sentido más cercano al corazón, el sentimiento. Porque la ocasión lo requería. Porque el proyecto lo merece. Porque cuando rugen las guitarras se mueve el corazón, porque esas guitarras son las que hacen sentirnos vivos, nos emocionan, como emocionó The WOP Band, encargados de abrir, como no podía ser de otra manera, un certamen que acabó siendo una fiesta. Una banda que nació con la necesidad de ayudar y colaborar, con el firme propósito de intentar mejorar el futuro de esos pequeños que son el futuro. Animaron al personal reunido mezclando dosis de buen rollo, como cuando interpretaron, coreografía incluida, “Today Is My Future” con momentos emotivos en “Sigue Pintando”, la cual tuvimos oportunidad de conocer su origen por vídeos que aparecían entre actuación y actuación y se nos hiciera un nudo en la garganta.
Esa misma sensación se apoderó de la sala cuando sonó “Ashes”, de los bilbaínos Sonic Trash, banda encargada de tomar el relevo, eléctrica y sudorosa donde las haya. Guitarras afiladas, a la batería una mujer de baquetas tomar, y para la ocasión nos sorprendieron con (no sabemos si es algo puntual) nuevo bajista. Una de esos conjuntos cuyo punto fuerte es el directo, que cual brujo te va abduciendo hasta que consigue su propósito, que tu cuerpo experimente movimientos incontrolados cuando suena la oscura y brillante “Roller Jack”, o golpees el aire con tu cabeza como si de baquetas y batería se tratara al oír “Cabronazo”, canciones de su trabajo “Hey Chica”, aunque hubo momento para echar la vista atrás. Se despidieron por todo lo alto con una estupenda versión de una canción de no me acuerdo exactamente “Quién”. Si no sabes a quién me refiero, Ya Te Digo (germen de la actual formación), es un cuarteto que no debes dejar pasar.
También presentaba nuevo trabajo Lisa & The Lips, que ese día oficiaba en dos lugares. Bilbao, y acto seguido, Vitoria, por lo que imaginábamos que iba a ser un visto y no visto, teniendo en cuenta además que les vimos entrar en la sala cuando actuaban los bilbaínos. Formación variopinta, con Kekaula a la cabeza, su marido y compañero en BellRays, Mr. Bob Vennum, y músicos de diferentes puntos como Madrid, Estocolmo o Los Ángeles que encandilaron a la mayoría del público en unos cincuenta minutos que estuvieron sobre el escenario. Y digo mayoría porque siempre habrá quien piense que no estuvieron tan bien. Allá él o ella. La gente bailó y cantó, que es de lo que se trata, arrinconar por un momento los sinsabores cotidianos y disfrutar de unos minutos de satisfacción, sentir al menos que esto tiene sentido, que vale la pena, que… Ciñámonos a los hechos. Una tras otra fueron cayendo las piezas que forman el puzzle de su disco homónimo, llevándonos de un terreno a otro, del Soul más añejo de “Come Back To Me” a los contagiosos ritmos del wah wah en “Stop The DJ” o a la bella “It Only Takes A Little Time”, donde la voz de Lisa llega hasta lo más alto, a ese lugar al que más de una vez dirigimos nuestra vista, nuestro pensamiento. Al menos para el que suscribe brillaron una cover de “Going Down” de Don Nix, anteriormente versionada entre otros por Stevie Ray, Freddie King o Walter Trout, así como “Mary XMas”, poderoso Rock&Soul insuflado por la sección de metales.
Pasamos página y nos trasladamos a los paisajes lisérgicos de la banda bilbaíno-argentina Cápsula, que al igual que sus sónicos vecinos golpean fuerte nada más salir. Como si de un viaje psicodélico se tratara, abordan un set lleno de distorsiones que recuerdan a Sonic Youth como cuando Coni canta “Constellation Freedom”. Pero lo que realmente golpeaba con fuerza, con tanta que parecía que el corazón fuera a estallar, era la línea de bafles que estaban a ras de suelo, en el foso donde los fotógrafos luchan por conseguir la instantánea perfecta, ese lugar al que Martín pedía insistentemente al público que se dirigiera, pero tras unos minutos debemos cambiar o nuestros tímpanos podrían terminar con fatales secuelas, lo que no impide que sintamos el blues en “Dark Age” o continuar con el viaje caleidoscópico a través de “Birds of Word” o “Seven Crimes”. Lightnin’ Malcolm, o lo que viene a ser el preámbulo del fin de fiesta sube al escenario en una breve pero intensa aparición, e interpreta un compendio de composiciones que remiten al viejo delta como «My Life’s A Wreck», golpeando bombo mientras acaricia la guitarra que más tarde cambia por el bajo para acompañar a los hermanos Dickinson, a unos muchachos que cada vez que hemos tenido la oportunidad de verles en directo, demuestran pasión por lo que hacen, pasión por las profundas raíces del blues que desde niños han mamado y amado, pasión por el Hill Country Blues, del que “World Boogie is Coming” es, aparte de fiel reflejo, una caja de sorpresas.
Hablando de cajas, echamos en falta el Lowebow, la caja de puros que su padre ideara, pero los que si vimos fueron la lata de conservas que Luther utiliza cual guitarra o micrófono en “Rollin And Tumblin”, famoso blues versionado en infinidad de ocasiones, o la Washboard (una tabla de lavar ropa) a la que su hermano Cody extrae musicalidad en el solo tan conocido como esperado. En unos ochenta minutos obsequiaron al respetable con esa fórmula antes comentada, con un Luther desatado desde que comienzan con “Po Black Maddie”, atacando con fiereza tanto los slides como las percusiones, porque el escenario era como un muestrario de bombos. Bombos por todas partes, bombos y percusiones con los que interpretan la festiva “Granny, Does Your Dog Bite” involucrando al personal cuando bajan y nos obligan a mover los pies, como con los ritmos funkies de “Snake Drive”. Duelos fraternales con guitarra, cambios de papeles constantes, y al igual que el resto de los oficiantes, una caliente melodía para erizarte la piel, «Meet Me In The City«, canción en la que armonía, sensualidad y melancolía van unidas de esa mano que deberíamos ofrecer en momentos como éste, donde el Rock n’ Roll es la excusa perfecta para reunir a unas cuantas personas y dar a conocer proyectos como Walk On Project. Donde el corazón se mueve en varias direcciones, por varios motivos. Por el ritmo. Por la solidaridad. Porque “Today Is My Future”.
Y con este vídeo de los North Mississippi Allstars finalizamos este reportaje, del cual esperamos que disfrutaras. Porque esto lo hacemos por amor a la música, sin mas pretensiones que seguir disfrutando de ella y compartir nuestras experiencias con todos vosotros… Como bien dice nuestro colega Rafa, Keep On Rockin’!!