Nos consta que la plana mayor de Noise On Tour tanteaba desde hace un tiempo la posibilidad de volver a sus orígenes o cuanto menos, intentar la machada de realizar dos producciones en las plazas donde el festival ha convocado a la afición en sus trece años de historia. O sea, Bilbao, que es donde surgió, y Madrid, que es donde emigraría para seguir creciendo. Pues bien, el órdago ya está echado. El Kristonfest hará doblete este año. Las dos jornadas, preparadas; los dos auditorios, dispuestos; las bandas, anunciadas, y las ganas, imaginamos que deben estar por las nubes, porque la suma de Unida, Masters Of Reality más Monster Magnet debería cuajar y cosechar excelentes resultados, ya que es un tridente espectacular para esta edición un tanto especial. Y todo ocurrirá el último fin de semana de septiembre, concretamente el viernes 27 en la Sala Santana 27 (curiosa coincidencia) del botxo y al día siguiente, el sábado 28, en la madrileña Sala But.

Poco habrá que decir sobre unos y otros, porque cualquiera de ellos es suficientemente conocido para la gente afín a los sonidos psicodélicos, a las progresiones desérticas, a los arrebatos hardrockeros u otras corrientes de similares condiciones. Podríamos comenzar con los míticos Unida, quienes de alguna manera resucitan tras varios años de sequía o barbecho creativo. Simplemente con mencionar California, Coachella, finales y principios de siglo así como guitarras humeantes, barbitúricas fórmulas o herencias de los jefazos del movimiento, Kyuss, su única presencia debería representar un incentivo para infinidad de incondicionales puesto que, como ya hemos dicho, llevaban bastantes lustros en la reserva. Dos de sus miembros fundadores, Arthur Seay y Miguel Cancino, se han unido (vaya, seguimos con las similitudes) a Collyn McCoy y Mark Sunshine y sin duda harán disfrutar al personal con viejas canciones de aclamados trabajos como su estreno de 1999 (álbum compartido con Dozer) “Best Of Wayne Gro” o el pelotazo del mismo año “Copying With The Urban Coyote”. ¿Quién no ha dado patadas al aire con “Black Woman”, “Wet Pussycat” o “Stray”? Pues si no lo has hecho, ya sabes dónde puedes encontrar una buena razón para intentarlo. ¿Que falta mengano o fulano? Es Unida, no le des más vueltas.

Otra excelente formación es Masters Of Reality, liderada por el polifacético Chris Goss. Evidentemente, debe su apelativo al famoso disco de Black Sabbath, lo cual contribuye a concretar o sospechar los derroteros de su inclinación artística, y como su nacimiento data de comienzos de los ochenta, podríamos decir que fueron precursores de escenas que más tarde organizaron gran revuelo no solo en el mundo del rock and roll. Al igual que los anteriores, y seguramente se deba a los diferentes compromisos del señor Goss, estos últimos años no han ido renovando su discografía, pero en su defecto han actuado regularmente en festivales o giras propias y, por supuesto, seguimos disfrutando de maravillas como “Deep In The Hole”, “Sunrise On The Sufferbus” aparte de su asombroso debut o el directo “How High The Moon: Live At The Viper Room” que demuestra la competencia de sus funciones. Además, en su currículum podemos encontrar multitud de colaboraciones y un número parecido de iconos generacionales que declararían la influencia de la banda de New York que, tal vez, no haya alcanzado el reconocimiento masivo obtenido por algunos de esos artistas, pero si siguen en el circuito después de cuarenta años, por algo será. Y aquí uno se hace siempre la misma pregunta: ¿Qué es el éxito? ¿Cómo valoramos el éxito? ¿Somos objetivos o subjetivos con los criterios de la gente? ¿Calculamos acertadamente pros y contras, infras o sobres? Lo cierto es que la inclusión de Masters Of Reality es una conquista de Noise On Tour de incalculable valor.

El reclamo principal es la banda de New Jersey Monster Magnet que ni mucho menos le va a la zaga a los neoyorkinos tanto en trayectoria, en prestigio mundial o estímulo para una organización, que por cierto, ya contaría con ellos en la edición de 2018. Las discrepancias internas, los conflictos externos, las salidas de la banda y sus consecuentes sustituciones más los atascos y las adicciones han marcado la travesía de los liderados por el carismático Dave Wyndorf, si bien estas cuestiones no han supuesto mayor inconveniente para firmar alguna de las obras punteras o más célebres del rollo como “Dopes To Infinity”, “Powertrip” o “God Says No”. Hay más, sin duda, porque en su historial encontramos quince álbumes ilustrativos, psicodélicos, gaseosos, bulliciosos, hercúleos y sediciosos que les autorizan a figurar en tan loable posición, sin embargo este triángulo mágico, aparte de ser publicado consecutivamente, conforma una de sus grandes etapas y representa, posiblemente, un pódium que todo buen seguidor guardará en su colección particular. Aunque no fuera la primera vez que estábamos frente a ellos, todavía tenemos fresca en la memoria su meritoria aparición en la explanada de Mendizabala el año pasado, lo cual favorece a que el apetito sea mayor porque los tíos ofrecieron una de esas representaciones que son tildadas con adjetivos superlativos. Fue una delicia para los sentidos pues caímos en sus redes, en su cósmica espiral de espectros, baladros y fantasías que con toda seguridad repetirán en el Kristonfest que abrirá sus puertas a cientos de incondicionales en Bilbao y Madrid el 27 y 28 de septiembre en la Sala Santana 27 y Sala But respectivamente. ¿Te lo vas a perder?