
Después de haber realizado el habitual inventario del año en curso que por cierto, ha resultado un ejercicio satisfactorio, esperamos la llegada del venidero con ganas y nerviosismo. El veintiuno ha de ser mejor, pocas dudas hay sobre ello partiendo de donde partimos, y si el marco social debería revertir la situación actual, el cultural tiene visos de convertirse en esa típica época post crisis en la que pueden surgir nuevas fórmulas que animen al personal. Al menos eso es lo que nos gustaría sucediera, ya que la amarga experiencia vivida habrá funcionado de inspiración para que bastantes artistas pinten sus lienzos, escriban sus prosas o poesías, esculpan sus danzas, canten sus canciones o encaucen aquellos proyectos que sufrieron la inquina de un minúsculo bacilo que ha puesto todo patas arriba.
Todo se fue (o casi todo) al garete, y pese a los buenos augurios del año en ciernes, continuamos con la inquietud en plena ebullición. ¡Cambiemos las amargas pesadillas por dulces sueños! Pensemos que algunos se materializan, que olvidadas inercias retoman el rumbo, que nuevos objetivos se cruzan de forma accidental o que desconocidas entelequias se presentan de sopetón. Esbocemos una amplia sonrisa, imaginemos ventura. Contagiemos felicidad… Pues todos estos indicios nos conducen hasta Copernicus Dreams, formación que tras una serie de cambios en su estructura y un tiempo sin entrar en un estudio de grabación (“The Honeymoon”, su última referencia data de 2017), tiene preparado nuevo elepé del que puntualmente hemos ido conociendo detalles en los diferentes canales de la banda o por medio de Gaua Estudio, la oficina donde han trabajado últimamente grabando un día las voces, otro día ultimando guitarras, preparando fases, acoplando teclados o completando bases.
Y por fin, tras una serie de cábalas y apuestas caseras, salió el esperado anuncio sobre el lanzamiento de “Goals & Illusions”, un lema que viene como anillo al dedo a este nuevo año de ilusiones, ánimos y esperanzas. Cuando las manecillas del reloj marcaban la hora cero del 27 de diciembre, se puso en circulación el videoclip promocional del disco en las plataformas digitales conocidas, y a partir de ese instante, el tercer disco de los cántabros se presiente orgánico, astral (por aquello del nombre) y afable, algo que poco nos sorprende en unos músicos que perseveran con una propuesta sonora enraizada en latitudes americanas. En armonías y melodías que desembocan en “Goals & Illusions”. A la tercera, ya se sabe.