Jueves 2 de mayo de 2019 en Fnac Bilbao, Bilbao
La segunda convocatoria de las sesiones de presentación de BBK Music Legends Festival tuvo como protagonista el pasado jueves en el txoko destinado a tal efecto de Fnac Bilbao, al ex-Zodiacs Ignacio Garbayo, quien aprovechó la coyuntura para hacer lo propio con su reciente trabajo editado por Oso Polita “Sonido Forestal”. No vamos a ir ahora de eruditos ni de sobraos, porque desconocíamos la existencia del material (disculpas) y creíamos a pies juntillas que escucharíamos canciones de la banda getxotarra (como sucedería con un par de ellas) y posiblemente alguna otra conocida versionada para la ocasión. En los minutos previos al comienzo del set acústico tuvimos la impresión de que la asistencia podía ser a ser un tanto floja, pero al finalizar la actuación pudimos comprobar que el tanto por ciento de ocupación había subido considerablemente, lo cual significa que, uno: si nuestros cinco sentidos estuvieron centrados y concentrados durante media hora en el músico, la guitarra y sus canciones, buena señal. Dos: si la afluencia, ya fuera por interés o curiosidad, fue paulatinamente en aumento, mejor señal. Tres: si el nivel de los escogidos para promocionar el festival es de esta calaña (que por cierto, lo es), un acierto por parte de Dekker Events, equipo organizador del sainete y estas muestras semanales.
Antes de comenzar, el susodicho se encontraba ensayando en el cuarto anexo, ya que como dijo durante la función poco tiempo había tenido para prepararlo. Había llegado al local con el tiempo justo para desenfundar la guitarra y montar dos pedales, por lo que más tarde pediría perdón al no tener bien afinadas las cuerdas vocales o no haber calentado los dedos correctamente. ¿Cómo…? Pues uno que no tiene precisamente un oído muy fino puede confirmar una más que aceptable modulación de voz, temple y seguridad, soltura con las seis cuerdas, y un buen manejo de la situación a pesar de un par de segundos de nervios al quedarse en blanco cantando “Mirada Negra” de Zodiacs, pero siempre habrá un alma caritativa entre el público (en este caso Pit Idoyaga) que amablemente te echa un cable para sobreponerse a la confusión. De estos también cayó “Carretera del Norte” más una acertada adaptación de la ochentera “El Pistolero” de Pistones con la que dio la bienvenida al público presente para más tarde ir soltando pequeñas píldoras de su mencionado debut que en formato desenchufado adquieren diferentes significados, nuevos valores que establecen la personalidad del oficiante. Pasó en el tramo final con la eufórica “Nitroglicerina”, la muestra palpable (visible mejor) de su búsqueda de tranquilidad en el bosque, como había sucedido anteriormente con el pop latente de “Huye del Monstruo”, la lírica ironía de “Soy un Cerdo”, la naturaleza rockera de “Natural y Fresca” o las animadas estrofas de “¡Muévete!”, consiguiendo la progresiva aprobación del personal. Un tipo majete, un tipo parlanchín y cercano que procuraba mantener la complicidad con la peña en los entreactos hablando de su retiro en un bosque perdido en la sierra de Gredos en búsqueda de su propio cometido, que no es otro que escribir canciones. Ser feliz y vivir.
El recomendado plano secuencia de «Nitroglicerina»