Viernes 7 de septiembre de 2018 en Conciertos Salvajes de Sidrería El Zagal, Aldeamayor de San Martín (Valladolid)
Nos enfrentábamos a la segunda gira de los de Carolina del Norte, esta vez presentado el que es ya su segundo larga duración, “From The Horizon”. La ausencia en su primera visita a nuestro país por motivos laborales aumentó sobremanera las ganas de estar frente a frente con los de Asheville, y también el recuerdo de grandes comentarios por parte de sus fieles seguidores en su gira anterior. Una vez resuelto el tema laboral, no nos lo pensamos dos veces y nos pusimos al volante, puesto que las perspectivas eran de lo más halagüeñas. La afluencia se resintió con respecto a noches anteriores, ya que la infinidad de fiestas por los alrededores hizo que la entrada fuese menor a la media de lo que son estos Conciertos Salvajes. Al final en torno a las setenta personas, suficiente si los presentes acuden con ganas de rock&roll.
Desde la primera nota lo más fácil habría sido fijarnos en el torrente de voz de su vocalista, y así fue, pero también nos llamó la atención un bajo y un hammond espectaculares de principio a fin. Personalmente creo que una de las virtudes de las bandas en directo es sacar todo el jugo a sus instrumentos, que cada uno se explaye por separado, pero soñando a la vez juntos y compactos; una jam contenida, ¿sincronizada tal vez? Os puedo asegurar que The Broadcast es una formación que cumple este guion con creces, siempre al servicio de la improvisación, siempre ofreciendo esa máxima y ese nexo entre banda y público. Liderados por un rostro angelical, igual que sus cuerdas vocales, Caitlin Krisko, que a su corta edad ya ha compartido escenario con Mavis Staples o Betty LaVette entre otras. La de Detroit nos deleitó durante toda la noche, sacando ese lado soul que domina como pocas, susurrando en los medios tiempos, acariciando las melodías, dando brillo a cada una de las composiciones. Y a la vez sacando ese otro lado funk-rock en los temas de la banda más cercanos al rock&roll, como un volcán en erupción, ardiente, llevándose por delante a cada uno de los presentes e invadiendo nuestro cerebro con esa grandilocuente voz. Aún debe quedar un resquicio de la voz de la Krisco por cada uno de los rincones de El Zagal.
Y qué decir de sus compañeros de viaje, enérgicos, desplegando todo su potencial en esas jams antes mencionadas, con batería, bajo y hammond marcando el compás a seguir, y guiando y de qué manera a esa fabulosa voz que les acompaña. En la segunda mitad apareció para quedarse a las seis cuerdas el bueno de Aaron Austin, técnica y feeling en la parte final. Desplegaron himnos como “Loving You”, “Double Down”, o la infecciosa “Steamroller”. Imposible no mover las caderas. Momentos para la reflexión en una preciosa “Electric Light”, y ya finalizando una majestuosa y celebrada cover del clásico “With A Little Help From My Friends”… ¡Qué mejor forma de finalizar una gran noche!