Nunca podría decir que haya sido un gran amante de la música creada por David Bowie, sería incluso hipócrita si dijera que he sido un gran fan o algo similar. Pero lo que no puedo evitar es reconocer que tanto algunos de sus primeros discos como un buen puñado de sus canciones han sido parte de esa discografía imprescindible. De algún modo esas canciones han formado parte de mi vida e incluso muchos de esos temas en cuanto comienzan a sonar me llevan a sumergirme en recuerdos que por momentos pensaba haber borrado de mi mente.
¿Quien no ha bailado o no ha bebido en un oscuro bar de mala muerte mientras sonaban de fondo “Heroes”, “Space Oddity”, “China Girl”, “Changes”, esa bailable “Dancing In The Street” junto a Mick Jagger, “Lest Dance” o la indescriptible “Rebel Rebel”?
David Bowie nos deja a los 69 años justo dos días después de su cumpleaños y cuando estrenaba su nuevo single «Lazarus», un adelanto del último trabajo de estudio. Él al igual que Lemmy han sido derrotados por esa peste llamada cáncer, la única capaz de hacer desaparecer del mundo de los vivos incluso a aquellos seres que creíamos indestructibles, eternos, intocables.
Yo hoy recuerdo con añoranza la primera vez que escuché su música, la primer vez que su imagen camaleónica quedó fijada en mi retina. Apenas tenía 15 años y en clase de religión al cura no se le ocurrió mejor idea que ponernos una película para enseñarnos e intentar apartarnos del oscuro mundo de las drogas y quien sabe si del rock también. Efectivamente como sabrás esa película era “Christiane F” y sí, aún a día de hoy me pregunto como aquel cura se atrevió a ponernos ese film en clases de religión en plena adolescencia.
Tras ese día recuerdo ir a casa de uno de mis primos y preguntarle por David Bowie, él inmediatamente me dijo: “Eso son palabras mayores, siéntate ahí y ponte estos cascos”. Se agachó para coger un par de vinilos, abrió uno de ellos y lo puso a girar mientras buscaba una de las canciones, entonces apoyó la aguja sobre él suavemente para de este modo atrapar toda su sustancia interna y en ese instante la música a todo volumen entró en mis oídos… “Rebel Rebel” se inyectó en mí como la droga que entraba en las venas de la joven Crhistiane.
Como te decía al principio, no puedo decir que fuera un gran fan de su música, porque con el paso de los años mis gustos variaron considerablemente, pero alguna de su discografía ha estado presente en gran parte de mi vida y aún lo sigue haciendo.
Hoy os podría hablar de su relación con IggyPop, Mick Jagger, Lou Reed… de porqué el color de sus ojos, hablaros de infinidad de anécdotas o mil historias… pero creo que es el momento de recordar como ha llegado su música a nuestros oídos y como de uno u otro modo su arte finalmente terminó influenciando en innumerables vidas.
D.E.P. MR. DAVID BOWIE, YOU WILL BE A HEROE FOR EVER AND EVER.
Seguí sus discos hasta Héroes inclusive los que siguieron a este siempre me han parecido carentes de interés. El penúltimo me enganchó un poco y de este último el tema lazarus este bien.
Para mi Lo fue su mejor obra, pero cuando Bowie hace de rockero es genial, Black country rock, rebel rebel…
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