Viernes 21 de febrero de 2014 en Sala BBK, Bilbao
Con tan sólo unos meses de diferencia The Walk On Project volvía a la carga con otra cita con el rock, con un plantel perfecto para que piernas, cinturas y conciencias se movieran. Día aciago. Lamentablemente, uno de esos días donde los aficionados hacen sus propias cábalas, sorteos o elecciones del lugar donde acudir, opción que teníamos clara desde el momento en que lo anunciaron. Por las bandas. Por el proyecto de The Walk On Project. Por su trabajo y constancia en varios frentes intentando recaudar fondos en la investigación de enfermedades neurodegenerativas, y porque sabíamos que disfrutaríamos igual que en ediciones anteriores de su festival. Nuevo formato. Nuevo recinto. Propuesta similar. Para el estreno de WOP Special Nights cuentan con The Whybirds, banda que curiosamente participara en la primera edición celebrada en Durango, Hendrik Röever & Los Míticos GTs y los bilbaínos Santiago Delgado y Los Runaway Lovers, encargados de levantar el telón.
Ese telón imaginario podría haber sido negro y rojo, estética habitual de los chicos, aunque una de las canciones de “Monovolumen”, su último trabajo diga simplemente “Voy de Negro”, como un nutrido porcentaje de la asistencia (Santi dixit), a la que contagiaron de buen rollo aderezado con su particular coctelera de rockabilly-surf-swing-punk-garage, apoyados en armonías vocales y recordando tiempos pasados en “6 Jerseys 6” y rindiendo tributos a Ramones, Jonathan Richman o Nick Curran en unos cuarenta minutos de bilbainadas “du-duá”.
Acto seguido suben al escenario Hendrik Röver & Los Míticos GTs. Austeros. Genuinos. Acústicos. Eléctricos. Directos, que es una de las señas de identidad de Hendrik, o al menos así nos lo parece. Puedes comulgar o no con sus postulados, pero si algo guardan en su interior las letras del cántabro es su incuestionable rotundidad. Actuación basada en dos álbumes diferentes pero similares. Profundas raíces, esencia americana. Ritmos nostálgicos del ”Norte”, sonidos punzantes del “Oeste”. En ese amplio abanico se mueve su música, sus letras siguen siendo crudas historias que por muy reales que parezcan ¡No son autobiográficas! y el movimiento de su corazón lo hace en una dirección, ya que el día de autos cedían el 20% de los beneficios obtenidos en la venta de sus productos de merchan a WOP y demostrando una vez más que es posible el rock cantado en castellano. La bandera que lleva defendiendo muchos años y la misma por la que ha recibido bofetadas, zancadillas y portazos, a la que se aferra con uñas y dientes. Honestidad.
Y para redondear el día nos espera la visita de unos chicos que como hemos dicho ya habían actuado anteriormente junto a WOP, en la primera edición de su festival, con una diferencia. Antes eran cuatro. Hoy en día son tres. Con un as en la manga. Versatilidad. En sus canciones, en el continuo viaje por territorios dispares, pero sobre todo en las voces. Voces que ofrecen a las canciones diferentes matices, líricas diversas. Cada uno tiene su momento, su oportunidad. Otra de esas bandas que nos preguntamos porqué no tienen mayor repercusión, porque aparte de buenos músicos nos demostraron ser buenos tipos. Tipos que creen en ellos mismos, que se vieron obligados a auto-editar “A Little Blood”, su último álbum, del que sonaron trallazos como “The Cure” o «The Crow’s Caw», aunque comenzaron pausados con “Something Beautiful” calibrando poco a poco, que hay que guardar fuerzas, no en vano se metieron entre pecho y espalda los más de 600 km. que separan Valencia de Bilbao para repetir al día siguiente traslado esta vez hasta Barcelona. Grandes canciones, homogéneas como «The Losing End», de la insisto, a pesar de resultar cansino, me remite a Hooters, festivas como «Jenny, Can We Take A Ride» con un explosivo Dave a la guitarra, o covers como «She Said, She Said», de The Beatles (algo tendrá el agua cuando la bendicen) o “Always A Friend» del chicano Alejandro Escovedo. En el tintero, unas cuantas cosas, pero es momento para volar con “Girl Is On Fire”, con Luke, Dave y Ben, que volvieron a cautivarnos. Con The Whybirds. Con The Walk On Project.
A continuación os dejamos unos vídeos grabados de esa magnífica noche de solidaridad. Porque de eso se trata el WOP Festival… DE DISFRUTAR DEL ROCK MIENTRAS UNO ES SOLIDARIO.