Podríamos hablar de nuestra experiencia en Cangas Rock City con algunas de estas bandas, pero seríamos posiblemente imparciales. En primer lugar porque somos fan de cada uno de los grupos que traemos a nuestro pequeño rincón del rock. Recuerdo la noche apoteósica de The Del-Lords, de las mejores vividas en estos largos dos años. Pero bueno yo antes o después escribiré sobre mis experiencias, de momento tengo que dedicarme a preparar lo que se nos viene encima…
Nuestra familia vasca ha disfrutado este pasado fin de semana de tres días cargados de energía positiva y buena música, por eso nuestro buen amigo Rafa ha decidido sacar algo de su tiempo libre y escribirnos sobre esas tres noches… La pasión se aprecia en cada una de sus frases. Una lectura agradable que para muchos nos recordará alguna de esas noches ya vividas y por otro lado nos abrirá el apetito para lo que se nos avecina…
Mil gracias por compartir con nosotros estos momentos, Rafa.
Viernes 8, sábado 9 y domingo 10 de noviembre de 2013 en Sala Azkena, Bilbao y Keska Taberna, LLodio
Tal vez se deba al tiempo, quizás los días sean menos luminosos y las noches más largas, pero en otoño pasamos de la nostalgia a la satisfacción en un suspiro, un intervalo que a nosotros nos duró un fin de semana. En tres días saboreamos esas sensaciones de melancolía y euforia en tres citas inolvidables, días especiales en los que mezclamos momentos de nuestra juventud con la juventud de otros, instantes que compartimos con gente que pertenece a nuestro pasado como The Del-Lords con muchachos que formarán parte de nuestro futuro, como The Temperante Movement o unos maravillosos tipos como Goodbye June.
Comenzábamos el viernes arrimándonos a la nostalgia, partiendo del sur junto a The Western Sizzlers y arribando al norte en compañía de The Del-Lords, en la Gran Manzana. Dos sets diferentes en algún matiz, pero similares en esencia. Por una parte, los de Atlanta presentaron su visión de Rock n’ Roll correoso, coctelera de boggie y honky tonk, de barra de bar. Lo dejan claro en su debut “For Ol’ Times Sake’”, proclamando “One More Beer”, canción que por supuesto sonó una noche en la que lamentablemente no hubo llenazo. Ni tan siquiera media entrada. De esos días en los que si sube todo el personal al escenario sobra espacio. Una pena, porque personalmente creo que la cita merecía más atención. Si tienes la oportunidad de estar frente a personajes como Rick Richards (ex de, pero él mismo se defiende), escuchar históricas piezas como “Break The Rules” (Status Quo), o vibrar con los slides salvajes de Nicky Ford en momentos como “Keep Smilin’”, no lo dudes. Acabarás con la felicidad que transmite “I’ll Die A Happy Man…”, broche final de una feliz intervención.
Tras su actuación suben al escenario cuatro tipos con un background de quitarse el sombrero. Tres de los miembros fundadores de The Del-Lords, Scott Kempner, Eric “Roscoe” Ambel y Frank Funaro, acompañados por Steve Almaas. No vamos a repetir su pasado, tan sólo venimos a hablar de su futuro. O al menos de lo que ocurrió ese día, porque lo fantástico de estos momentos es que los puedas compartir y que durante unos minutos tu cuerpo logre evadirse, sentir la magia del Rock n’ Roll, sentir muy adentro esas canciones por las que no pasan los años, como la llameante “Jumping In The Night”, encargada de abrir o el conmovedor guiño Lou Reed vía Velvet Underground en “I’m Waiting For The Man”, presentándola con una sincera muestra de agradecimiento hacia el neoyorkino. Se nos hizo corto, pero pudimos disfrutar con “Judas Kiss” “How Can a Poor Man…”, “When The Drugs Kick In”, y con cada uno de ellos, porque disfrutaron el momento, se respiraba pasión, y tras algún ligero traspiés (“Me And The Lord Blues”) se despidieron con otra gran versión, «Southern Pacific» (Neil Young) curiosamente la que cierra su álbum “Elvis Club”, ese que tras 23 años de espera les ha reunido.
Llega el sábado y volvemos a dirigir los pasos a Azkena Bilbao con otra floja entrada, donde esta vez actuaban Joshua James y The Temperance Movement. El primero, un joven chaval de Utah que junto a su banda le puso ganas. Una propuesta de Folk-rock melódico que no cuajó en el personal, seguramente por tratarse de algo diferente al sonido de los británicos, que van ganando enteros con su disco homónimo y recibiendo buenas críticas sobre sus directos. Como bien dice el acervo popular, algo tiene el agua cuando la bendicen, algo tienen los muchachos cuando reciben elogios, y es que en el tiempo que estuvieron sobre el escenario disfrutamos tanto que prácticamente se nos echó el tiempo encima. Desde las primeras notas de “Be Lucky” hasta la despedida en “Smouldering”, mantuvieron su repertorio inequívocamente americano, donde puedes adivinar las armonías vocales en infinidad de referencias, ritmos sinuosos como en “Ain’t No Telling”, donde flota en el ambiente la voz nasal y soul de un cuervo, arrebatadores emociones en “Lovers And Fighters” y “Pride” que alargan en un poderoso desarrollo donde brillan las guitarras de Paul y Luke (Lucas para nosotros) y aires de funk en “Know For Sure”, donde imaginamos una localidad gallega haciendo los coros. Una de esas bandas que ofrecen una amplia gama de sonidos y que es carnaza para un festival estival. Banda a tener en cuenta.
Y como fin de semana que se precie teníamos apuntada una cita con la familia. Una reunión con los primos venidos de la otra parte del charco, de Indiana, aunque hayan hecho migas en Nashville. Para celebrar la reunión, un rincón acogedor, de esos en los que eres recibido con los brazos abiertos y donde resulta extraño sentirse como tal. En Keska Taberna de Llodio nos esperan caras conocidas, familiares, gente afín, amigas y amigos que vamos conociendo en función del camino recorrido, personas a las que consideras parte de la familia. Mención especial para Xabi, sin cuyo esfuerzo esto no habría sido posible.
Mientras charlamos con unas y otros, los chicos prueban sonido, y nos da tiempo a cruzar cuatro palabras con Tyler y comprobar que se trata de gente sencilla y amable. Dada la dimensión del local, se llena en un abrir y cerrar de ojos, y parece ser que la banda se plantea , valga la redundancia, el planteamiento de la actuación, los decibelios, el enfoque más íntimo o más duro… Fuera dudas y especulaciones. “Man I Am”. Comienzo vigoroso donde dejan claro su amor por el Rock en su máxima expresión, evidenciando que las enseñanzas recibidas han obtenido su fruto, demostrando un magnetismo arrollador. Como esperamos, no defraudan. Es más, apabullan. Por ser grandes personas, cercanos, amables, simpáticos, y además buenos músicos. Muy buenos músicos. Unos tipos que dudo mucho volvamos a tener la oportunidad de verles en distancias cortas, porque van a llegar muy alto, y que saben administrar los tiempos del directo, saben cuando ser ángeles y cuando demonios. Cuando han de sonar dulces y cuando poderosos. Porque si a las bellas armonías vocales mezcladas con compactos desarrollos instrumentales sumamos el aporte de un baterista como Kevin (impresionante parecido tanto físico como con las baquetas a Ben Azzi, al menos para un servidor), que imprime carácter y groove al sonido del conjunto y la firmeza de Timothy con las cuatro cuerdas, obtenemos un huracán sónico como Goodbye June.

Un huracán que arrasó tras su paso por Llodio, en una noche en la que el sirimiri hizo acto de presencia, y donde la única luz de luna que contemplamos fue cuando atacan “Moonshine”, que fusionan con una rocosa versión de “Helter Skelter”, haciendo vibrar a más de uno de los asistentes. Incluso suena compacta y es coreada la melódica “Lady Luck”, y nos dejan claro sus orígenes en “Indiana Boys”. El inquieto Tyler aborda la actuación con brillantes slides y solos fogosos que le obliga a cambiar una cuerda mientras Landon, con un dobro espectacular National al cuello seduce con su voz, recordándonos por momentos, no sólo por el instrumento, sino por parejos sonidos como en “Microscope” o la cautivadora “Out Of Your Mind” a otros chicos (de quienes son amigos y comparten management en Europa) de Nashville, al tiempo que Brandon mantiene en todo momento la compostura de alguien esencial, el apoyo idóneo con las cuerdas vocales y con las de la acústica. Tras casi hora y tres cuartos intensos en los que la comunión con el personal fue tónica habitual y un bis que alargaron hasta las tres piezas, llegaba el momento de los parabienes, las ventas de productos de merchandising, firmas y fotos con fans para inmortalizar el momento, y si nos derrumbaron en concierto, el cara a cara es espectacular. Intercambiaron amistosamente impresiones con todas las personas que se les acercaron, y tras una media hora de complicidad, risas y hermanamiento, llega la hora de la despedida. Cuando unos tenemos que volver al hogar y otros han de reponer fuerzas, recoger los bártulos y volver a la carretera y les decimos eso de “See you, peace and love guys!” Agur. Goodbye.
Goodbye June están aún de gira por la península estas son algunas de las fechas que les quedan, no dudes en ir a uno de sus shows… Sigamos disfrutando de nuestro camino de grava mientras el destino nos lo permita….
Las fechas y lugares restantes de Goodbye June spanish tour 2013 son:
Miércoles 13 de noviembre en León, El Gran Café
Jueves 14 de noviembre en A Coruña, Mardi Gras
Viernes 15 de noviembre en Cangas, Salason
Sábado 16 de noviembre en Avilés, Centro Niemeyer
Domingo 17 de noviembre en Aldea de San Miguel, Cuco’s Tabern
Lunes 18 de noviembre en Cádiz, Sala Supersonoic
Martes 19 de noviembre en Estepona, Louie Louie
Miércoles 20 de noviembre en Madrid, Wurlitzer Ballroom
Jueves 21 de noviembre en Murcia, Sala B
Viernes 22 de noviembre en Castellón, Pub d’Leyend
Sábado 23 de noviembre en Barcelona, Rocksound
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