Durante el pasado año y los primeros meses del presente hemos hablado varias veces sobre Arnau & The Honky Tonk Losers, aunque directamente (al menos en público) no habíamos hablado con alguno de ellos aún. A todos los niveles y en diferentes situaciones siempre habrá una primera vez. Hoy mismo es una de esas veces. Nos pusimos en contacto con el catalán Arnau Coderch, quien cede y añade su nombre de pila a los Honky Tonk Losers, con motivo de la publicación de “Second Chances”, título que no hará falta interpretemos o intentemos especular sobre su significado, sobre su porqué. ¿Y quiénes son Arnau & The Honky Tonk Losers? Que probablemente alguien se preguntará. Por descontado, habrá un gran porcentaje de gente que sepa de su existencia porque durante su primer año (¡¡sí, primer año!!), han rulado por bastantes rincones obteniendo algo más que simples aprobaciones por parte de prensa y público, pero habrá quien pocas nociones tenga sobre una banda que, recordamos, está a una semana de publicar una reválida que tras escuchar su estreno, presenciar alguna de sus estupendas actuaciones, y escuchar su adelanto, pinta muy, pero que muy bien. Si te encuentras en el grupete de las dudas, buena ocasión para conocer la banda, su idea, su apetito o sus sueños. Si perteneces al otro bloque, puede que el bueno de Arnau te despeje alguna duda.

Muchas gracias por atendernos, Arnau. En unos días publicáis nuevo trabajo y hemos podido comprobar que también tenéis cerradas las primeras fechas de presentación. ¿Hay mono de escenario?
“¡Un placer! La verdad es que sí. Desde finales de 2024 hemos estado un poco más tranquilos en cuanto a conciertos aunque nos ha venido muy bien para ensayar, preparar los temas del disco, el repertorio de esta nueva gira etc. Ya se echa de menos la continuidad. Esta banda se engrasa en directo y no hay nada que te mantenga tan en forma como el saber que tienes siempre un próximo concierto.”
¿Qué hay detrás de “Second Chances”?
“Nada más publicar nuestro primer EP “First Of All” empezamos a pensar en sacar un disco con más temas. Las cosas en esta banda han pasado bastante rápido y un EP de cuatro temas se nos quedaba cortísimo para la cantidad de conciertos que dimos el año pasado. Para mí es un alivio que por fin salga este disco, porque detrás de él está todo lo que llevamos interpretando en directo en este tiempo.”
Sin duda habéis entrado con muy buen pie y “First Of All” fue un magnífico arranque, un disco que os permitió actuar en muchos rincones. ¿Esperabais tal repercusión?
“Pues, la verdad, yo personalmente no. Tengo que decir que la presentación el 5 de enero de 2024 en la sala Azkena fue algo muy especial y sí, me hizo pensar que esto podría funcionar muy bien. Además uno tiene un poco de amor propio y hay que decir que todos llevamos un montón de años picando piedra en multitud de bandas y proyectos varios, pero, hostia, hemos tenido una acogida brutal para una banda de country de Bizkaia.”
Manejáis varias formaciones en cuanto a número debido a bandas que compartís en los Honky Tonk Losers. ¿Cómo gestionáis estas alternancias?
«Ahora mismo somos un sexteto con Pedro al bajo, Mario al fiddle, Ibai con la guitarra, Leire en las voces, Íñigo a batería, y yo, pero que ampliamos a siete u ocho con Aleix al pedal steel e Israel al piano cuando nos lo piden o si el presupuesto lo permite, claro. A mí me encanta cuando podemos dar un concierto a lo grande con toda la banda al completo, pero la verdad es que tal y como está el tema económico eso no siempre es posible, y ahora mismo estoy muy satisfecho con la formación de seis, y la vamos a explotar mucho esta próxima temporada.”
¿Cómo surgió la posibilidad de unir a unos tipos trillados en el circuito local con un ‘forastero’ como tú?
“Pues yo más bien soy un recluta (risas). La historia de esta banda es la siguiente: Me contactó Pedro Larrauri (bajista y mucho más) hace algún tiempo. Me dijo que había escuchado algo de mi música y que tenía una banda en la que mis canciones podrían encajar muy bien. La verdad es que al principio no lo tuve muy claro, no estoy acostumbrado a no montar yo mismo la banda para mis temas y estuve un poco reticente, pero Pedro tiene muy claro lo que quiere y al cabo de un tiempo me volvió a contactar, hablamos un poco más en serio y Leire (mi mujer y corista de la banda) me insistió en que probara y así de paso dejaría de dar la vara (risas) con que quería volver a tener una banda para hacer mis canciones. Cuando llegué al local, había cuatro de los tíos más rodados de Bizkaia reclutados también por Pedro, ¡y aquí estamos!”
¿Por qué recalaste en Bilbao y qué te impulsó a quedarte?
“Hace bastantes años tocaba la batería en una banda con la que fuimos a tocar a Ermua, allí conocí a Leire, quien es hoy mi mujer. Todo tardó bastantes años en suceder pero no he necesitado nunca muchas más motivaciones que esta para quedarme. Aparte, siempre me ha encantado este país, y creo que musicalmente está en mucha mejor forma que mi tierra, Catalunya. En los pocos años que llevo aquí me he movido y he tocado más que en toda una vida en mi pueblo. Siempre que hablo con veteranos de aquí me dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, y no les puedo quitar la razón, pero créeme si te digo que en cuanto a pequeños garitos para tocar, circuito underground,etc., Euskadi está por delante de muchos otros sitios.”

Por cierto, tenemos entendido que entre Girona y Bizkaia estuviste viviendo un tiempo en Texas. ¿Fue positiva la experiencia?
“Bueno, fue más bien un viaje. Mi intención era recorrer un poco Estados Unidos a mi bola, pero empecé por Texas, sí, y en Austin pasé casi todo el tiempo. La experiencia fue cojonuda. Tocaba mucho en la calle y en algunos garitos. Me fui totalmente solo, sin un contacto allí ni un objetivo claro más allá de empaparme de tanta música como pudiera y acumular experiencias. Entonces me estaba empezando a tomar en serio lo de escribir canciones y hacer algo así me inspiró para el resto de mi vida, sobre todo porque, aparte de lo musical, andar solo y tan lejos de casa te cambia en lo personal y no sabes cuánto lo necesitaba.”
Seguramente ahora mismo, y visto el panorama, no lo podrías repetir, ¿no?
“Ahora mismo sería muy complicado, sí. Tengo aquí una familia, hijos pequeños con los que estamos muy a gusto en el valle de Arratia. Pero volver por allí una temporada no me importaría, no. Todos oímos hablar mucho de EEUU, para lo bueno y para lo malo y la verdad es que algunos parece que se lo curran para tener una mala fama de la hostia, pero tengo que reconocer que es un país que tiene una mística especial. Yo he conocido gente extraordinaria allí y en cuanto a lo musical que te voy a contar, es la cuna de un montón de estilos y tendencias que me gustan.”
Hablemos un poco más sobre “Second Chances”, sobre su creación, su maduración y todos los procesos por los que pasó hasta escuchar el resultado final.
“En este disco hay un poco de todo; hay canciones muy nuevas, hay canciones que tocamos desde hace ya más de un año, hay una revisión de un tema de mi disco en solitario “The Road”, e incluso hay una canción también revisionada de mi primera maqueta en solitario “On My Own” (2011 aproximadamente). Al ser una banda joven que ha empezado a tocar enseguida no podíamos dejar fuera de nuestro repertorio canciones aunque no estuvieran grabadas en un disco nuestro y todo ello es parte del repertorio de los Honky Tonk Losers. Allí es donde recae la dificultad a la hora de grabar. Una cosa es componer expresamente para un disco, pero cuando llevas tiempo tocando temas en directo, los llevas al estudio y te das cuenta de la cantidad de detalles en los que no has reparado, o de todo aquello que crees necesario para cerrar bien una canción. Nuestros directos son muy dinámicos, con mucha energía en algunos momentos, y todo nos sale muy natural porque somos gente de escenario, pero a la hora de grabar hemos querido hacer algo con mucha clase, con arreglos bien trabajados y, aunque ha costado lo suyo, creo que lo hemos conseguido. Una gran parte está grabada en directo en un par de sesiones en estudios Euridia de Bilbao por Ibon Larruzea y eso le da un rollo muy orgánico a la base. Y además hemos contado de nuevo con los arreglos de Aleix Garriga (pedal steel) e Israel Santamaría (piano) que le han dado un toque muy elegante. Pero mentiría si dijera que no ha costado sudor y lágrimas. No todos los miembros de esta banda somos músicos profesionales y el ritmo de vida de hoy en día, trabajos y estreses varios, sumado a la distancia (mezclado en La Llar de Folk, Barcelona, también por Aleix), ha hecho que el proceso se haya complicado en algunos momentos. Pero ya tenemos el disco en casa y cada vez que lo pongo me digo que ha merecido la pena. Además, para mí, este disco nos pone por fin en la casilla de salida. ¡Solo teníamos cuatro temas grabados! Ahora puedo dedicarme a componer para el siguiente sin la presión de añadir lo que haga al repertorio enseguida. El proyecto a veces ha corrido más que nosotros y necesitaba un grupo de canciones considerable para echar esto a andar y poder seguir componiendo.”
“Saddle Up” nos parece un single muy representativo del rollo campero que lleváis añadiendo, obviamente, vuestra firma, y en cierta manera nos recuerda a “The Lonesome Way”, la primera canción que publicasteis en diciembre de 2023. ¿Qué diferencias o similitudes tienen ambas canciones?
“Son canciones con cadencias bastante diferentes, pero con un estilo en común. Ambas tienen ese rollo country añejo, aunque quizás “Lonesome Way” tiraba más por el rollo outlaw; ritmo machacón, relajado pero pesado… “Saddle Up” es un tema más ligero, igual más inspirado en un rollo 80-90’s, con un ritmo más rápido. En un principio quería sacarla como single el año pasado, ya que está escrita en pleno subidón cuando empezamos a tocar un montón, y es de lo que trata la canción. Pero costó parar y ponerse a grabar así que esperamos y la metimos en este disco.”
En los Honky Tonk Losers, aunque tiréis por ese camino, hay una rica variedad de gustos o tendencias musicales. ¿Cómo lo organizáis?
“Es cierto que todos tenemos gustos propios y además todos los miembros del grupo (excepto yo) están metidos en proyectos paralelos, algunos tocando estilos completamente diferentes al nuestro, pero en esta banda decidimos hacer esto, y eso es lo que nos propuso Pedro cuando nos juntó: hacer una banda de country. Y aunque sea a veces un reto, nos esforzamos para que suene lo más parecido a lo que queremos hacer. Mis canciones son muy adaptables al country pero muchas no lo son en su origen, y eso requiere un trabajo por parte de todos.”

¿Una corta definición de tus compañeros? ¿Qué aportan individualmente a la banda?
“Pues somos como se dice habitualmente, cada uno de un padre y una madre, pero todos aportamos nuestra propia personalidad, y eso se nota. Ibai es un guitarrista acojonante, todos le hemos visto en alguna de sus bandas y en su proyecto en solitario y hemos flipado, además lo que tiene de grande lo tiene de majo y nos hace reír como nadie. Pedro es mucho más que un bajista; es el coordinador y creador de esta movida; él tenía el sueño de montar una banda de country y se lo ha currado para juntarnos e ir detrás de ese sueño. Conoce el estilo como nadie y nos da mogollón de referencias, además de una dirección concreta. Probablemente es el más cabal de todos nosotros y esa mentalidad es esencial para llevar la oficina de esta banda. Íñigo es el batería que todo Bilbo parece tener en la cabeza cuando alguien va a montar una banda. Ha tocado todos los palos y tiene una larga experiencia en infinidad de sesiones de estudio y en directo y se puede confiar en él a las baquetas. Aporta solidez y da seguridad. Un pro. Leire ha sido un revulsivo para la banda, se fue metiendo poco a poco y realmente se notaba mucho cuando no estaba. Aunque viene de un rollo totalmente diferente se ha adaptado mucho a nuestros temas y su voz aporta un color muy distintivo, aparte de que es la alegría de la huerta en nuestros conciertos. Además, a nivel personal es un apoyo constante. Escucha mis canciones antes que nadie y confío mucho en su opinión. Mario ha sido el último componente en entrar en la banda (hablando de la formación base). Entró como colaborador para el disco, pero en pocos ensayos vimos que queríamos que se quedara. Tiene el temple que nos falta al resto y aporta mucha calidad musical, comunicarse con él es muy fácil, controla el fiddle como nadie a este lado del Nervión.”
Por cierto, el concepto honky tonk loser es más amplio y hasta más trascendental de lo en principio se cree, ¿es así?
“Teníamos una lista con varios nombres. Este fue el primero que nos puso Pedro y pensábamos que sería provisional, pero fuimos descartando todo el resto de nombres que se nos ocurrían y este era el que mejor nos sonaba. A mí me convenció enseguida, creo que representa el concepto del country a la perfección. Imagínate un bar cerrando, todavía con un tema de Waylon sonando de fondo mientras se encienden las luces y te echan a la calle, se ha ido todo el mundo… Sería algo así.”
Si no nos equivocamos sigues teniendo muy presente The Wilder Company, banda que en alguna de tus actuaciones acústicas recuperas alguna de sus canciones así como otras versiones. ¿Recuerdas la primera vez que te pusiste delante del público?
“Sin duda The Wilder Company me puso rumbo a donde estoy ahora. Allí me empecé a sincerar mucho con lo que me gusta escribir, y lo que quiero transmitir, empecé a experimentar con diferentes ramas de la música americana, desde cosas más folk, country, rock, etc. Además éramos un gran equipo y tengo muy buenos amigos que afortunadamente todavía conservo a raíz de esos días. Llevo montando bandas desde antes de ir al instituto. Toco la batería desde que tenía cinco años y empecé a aprender mis primeros acordes de guitarra con 14 así que me cuesta bastante recordar exactamente cuándo fue la primera vez que me puse frente al público.” (risas)

Evidentemente, hay diferencias entre el acústico en solitario y con banda, que son los dos formatos en los que te mueves, pero, ¿dónde crees que te desenvuelves mejor como artista?
“Creo que estoy más cómodo con la banda ahora mismo. Me encanta tocar en solitario, pero en los conciertos que doy yo solo, aspiro a hacer algo que todavía no se da en muchas ocasiones. Tiene que haber una relación muy particular con el público, porque no hago versiones apenas, y las canciones quedan desnudas hasta un punto en el que si uno no está atento es fácil perderse en la vorágine de un bar con sus ruidos, conversaciones y distracciones varias.”
Y ya que estamos en materia, el próximo miércoles 16 de abril hay una serie de hechos que convergen en un escenario. Kafe Antzokia, inauguración de Bilbao Basque Fest junto a Moonshine Wagon y presentación de “Second Chances”. Moonshine Wagon son buenos amigos, Goiatz ya colaboró en “First Of All” y creemos que la gente espera con impaciencia un día que promete. ¿Cómo van los nervios?
“Pues, más que nervios, lo que tenemos son unas ganas tremendas de que llegue el miércoles. Con Moonshine Wagon compartimos una amistad también abajo del escenario. La noche de reyes del pasado enero tocamos con ellos en Helldorado (Vitoria) y fue muy bien. Creo que tenemos un público en común, y por eso empezamos a plantearnos hacer varias fechas juntos. Además el miércoles 16 es el día en el que sale el disco y también lo presentaremos ese mismo mediodía en la tienda de Brixton Records, en el Casco Viejo. Tocaremos algunos temas y empezaremos a repartir las copias que la gente ya ha reservado.”
Más adelante os esperan a las dos bandas en Donosti y Xixón. ¿Qué dirías a la gente para animarla?
“Les diría que tendrán una noche completísima, y que si les gustan estilos como el country, americana, bluegrass, folk… Van a tener todo esto y mucho más. También les diría que a veces solo hay que estar atentos para darse cuenta de que aquí mismo tenemos bandas muy buenas, que hacen buenos temas, graban un buen puñado de discos y llevan un montón de conciertos a sus espaldas.”

Ah, bueno, que no se nos olvide Areatza Music & Beer, donde compartiréis escenario con unas cuantas y muy buenas bandas, y tú, prácticamente en casa, ¿no?
“Estoy encantado con esta notícia. Llevo seis años en Bizkaia y he estado un montón de veces en el festival. Me encanta porque es cercano, ecléctico, y encima gratuito. Se nota que lo hacen con cariño y cada año mejoran su propuesta. Además, como dices, ahora que vivo en Arratia me pilla casi en el vecindario, así que tendremos la oportunidad de acercar a nuestra música un montón de gente que no suele ir a vernos a otros sitios donde tocamos.”
Ya habéis participado en algunos, pero ¿qué tal si empezamos a mandar desde aquí instancias a Riaza? ¿Qué representaría para Arnau & The Honky Tonk Losers figurar en un cartel de Huercasa?
“Este es un tema curioso, ya que bastante gente querría vernos en ese festival, y de hecho la mitad de la banda hemos estado allí de público, pero al parecer no llevan muy bien algunas críticas a algún cartel de ediciones anteriores. Sin lugar a dudas nos gustaría estar en el cartel de Huercasa, pero tampoco es algo que nos quite el sueño, ya que afortunadamente tenemos un montón de conciertos y festivales este próximo año.”
Si crees que nos hemos olvidado de algo importante, este es tu espacio.
“Nada más, por mi parte y la de todo el grupo, agradeceros el trabajo que hacéis por promocionar y dar a conocer el trabajo de tantas bandas, no solo por cercanía sino por hacerlo además con buen criterio. Nos vemos en los conciertos, seguro.”
