El gasteiztarra Javi Free ha publicado recientemente en plataformas digitales “Transition To Nowhere”, segundo episodio de la trilogía “Human Futility vs. Cyberlife” que comenzaría el año pasado con el preludio “Kyoko” del que ya hablamos en su momento. Aun así, refrescaremos la memoria de la gente, tanto de quienes tengan noción del caballero, por muy ligera que sea, como de quienes no sepan situarle adecuadamente. Veamos; si hablamos de bandas como los metaleros The Faithless, el explosivo dúo The FreeTangas o los imprescindibles The Soulbreaker Company, probablemente vayan desapareciendo las incertidumbres sobre Javier Arteaga, verdadero nombre del organista que se enmascara bajo el semblante de un Javi Free que, en este proyecto personal, refleja su inquietud creativa y su disposición a la hora de introducir nuevas o sorprendentes variantes que, de algún modo, amplíen su ya de por sí pródiga concepción musical.
Emprender un camino en solitario o volar libremente no debe resultar nada sencillo teniendo en cuenta, además, los lazos ya mencionados y por consiguiente, los compromisos derivados, pero aunque esta aventura se establezca bajo su propia nominación, no viaja solo ya que está perfectamente custodiado por Roberto Nieves, guitarrista de sus paisanos Entropía y su compañero en la sociedad rompealmas, el baterista Guille Colás. Al igual que en la anterior entrega, encontramos un efectivo (que no efectista) repertorio expresado de manera instrumental, si bien cada uno de los seis números que lo componen incluyen fragmentos en los que una sugerente voz advierte con diligencia en “Persecution Of The Human Race” sobre transiciones atmosféricas o franquea las orgánicas (de órgano) simetrías de “Deep Learning”. Una frecuencia modulada que, apoyada en unas apremiantes percusiones, inicia una urgente cuenta atrás en la sideral “Rebooting” o que, junto a una camaleónica guitarra, interpela en la titular en un ambiente propenso a la excitación mental.
En esta particular persecución en la que parece estar inmerso no solo a la hora de armonizar todas sus ideas, sino en el momento idóneo para capturar los pretendidos contextos sugeridos, se halla el susodicho. En el sondeo y tanteo de armonías y melodías. En una búsqueda subjetiva especificada, por ejemplo, en “Self Awareness”, una bienvenida poco necesitada de glosa a un título suficientemente explícito dada la realidad actual. Demasiados conflictos, demasiadas crispaciones, demasiados fanatismos, poca tolerancia y escaso cuidado interior. Y para esta última cuestión, contamos con el terapéutico aporte de la música que nos traslada a lugares recónditos, a espacios ilimitados, a metas ansiadas o a cualquier parte que imaginemos. Esos pormenores o circunstancias laten en las entrañas de un volumen que, paradójicamente, es instrumental y como tal, puede responder a las preguntas que cada oyente formule en su imaginación cuando aparezca el aviso de emergencia “System Malfunction”. ¿Será individual? ¿Será global? ¿Será temporal o crónico quizás? Puede que “Transition To Nowhere” ofrezca la solución.
