Después del ilusionante adelanto emitido en enero, la organización lanzó la semana pasada el bloque final de semejante cualidad al anterior. Es decir, interesante, equilibrado, efectivo y profundamente ilusionante, puesto que todos los fichajes (los primeros y los más recientes) reúnen suficientes motivos como para lograr una (otra) multitudinaria edición de BBK Bilbao Music Legends, certamen que tendrá lugar en el Bilbao Arena el viernes 13 y sábado 14 de junio. Esa nueva información venía acompañada con el reparto de días y espacios, así que sabemos también quienes defenderán el producto local del que somos firmes defensores pues, y aunque se nos escape el ramalazo bilbaíno, Bilbao y Bizkaia en su conjunto poseen un fértil y heterogéneo semillero de artistas que abarcan un largo etcétera de expresiones del rock and roll.

La denominación Legends tiene su razón de ser. Es una iniciativa, una estrategia y un principio mantenido desde que el certamen emprendiera el camino en el Centro La Ola de Sondika hasta su reciente etapa en el multiusos de Miribilla. El leitmotiv, su singularidad: leyendas internacionales, emblemas locales. Blue Öyster Cult y The Cherry Boppers, Lita Ford o Sonic Trash; prestigiosas bandas como Sex Museum o The Dead Daisies, gente que viene pegando fuerte y tal vez algún día alcance ese estatus como Samantha Fish, Colajets o Los Retros. Consagrados solistas del planeta como Alan Parsons o Eric Bibb, célebres formaciones euskaldunes como Errobi o entusiastas conjuntos noveles como Head Holes y Ziraun. Todo ello preparado por Dekker Events, la agencia encargada de la selección y captación de participantes de un festival patrocinado por la entidad financiera más el Consistorio de la Villa. Para todos los paladares, todo tipo de espectadores y todas las edades.

Sobre los nombres que salieron a la palestra por primera vez ya hablamos en su día, así que ahora deberíamos centrarnos en esta nueva hornada que traía consigo el tan estimado kilómetro cero que ha cobrado mayor relevancia gracias a la inclusión del sector Wodoo Child. Por él comenzaremos. Las bandas más jóvenes son Ziraun, Head Holes, incluso Los Retros, si bien es cierto que en esta formación hay gente con bastantes horas de vuelo acumuladas en diferentes aventuras que no enumeraremos, porque la lista es extensa y probablemente olvidaríamos alguna. Presentaron credenciales en 2021 por medio de “En un Lugar del Norte”, buen ejemplar de emocionante, blusero, guitarrero, recio y refrescante rock and roll que rápidamente se puso en boga y despacharían en multitud de fregaos, aunque probablemente su intervención en el festival se centre en “Miedo en el Aire”, su reválida y una inusitada grabación en directo compuesta de nuevas canciones.

Gracias a un par de singles editados y el siempre valioso boca a boca, Ziraun tuvo la oportunidad de compartir escenario con conjuntos de la talla de Zetak o Su Ta Gar, y coincidiendo con la popular Durangoko Azoka presentaron en diciembre “Argitik”, álbum donde exhiben su firmeza melódica y un poderoso rock que sigue la estela de bandas como las citadas y otras enmarcadas en el rock euskaldun. Por su parte, los Head Holes publicaban el año pasado “Requiem”, segundo trabajo que, contando con nuevos miembros, continúa la línea de su predecesor, o sea, ácidas guitarras, sonidos alternativos, vibraciones de los noventa, agresivo punk, aproximaciones al hard rock y una desenvoltura casi insultante para unos chicos en edad universitaria. Además, sus actuaciones en directo están cosechando gran reputación debido a su seguridad y su comicidad con el personal.

Procedente de la prolífica y reivindicativa margen izquierda, el quinteto Colajets. Importante referencia, cómo no, y de tal palo, tal astilla, porque los chicos defienden los preceptos de cantidad de bandas que orgullosas han llevado o llevan consigo esa particular e intransferible identidad. Más de quince años al pie del cañón y una colección de canciones divididas en cuatro discos en los que plasman todo el fervor, la rebeldía, el, romanticismo y el desparpajo de su cuna social y musical. Cambiando de registro estará el ochote The Cherry Boppers, quizás una de las formaciones más demandadas en el circuito de música afroamericana, ya que en su cuarto de siglo de historia han viajado continuamente por Europa participando en festivales del ramo, realizando shows propios, visitando emisoras de radio o platós de televisión. En estos momentos están acompañados por Patricia Reckless, conocida cantante de soul local con quien editaron su último y recomendadísimo disco “The Cherry Boppers Meet Patricia Reckless” que sin lugar a duda representarán obligando al respetable a mover el esqueleto. Soul, funk, rhytmn and blues, movimiento, alegría, libertad y mucho groove. 

Intentar explicar en unas pocas líneas la trascendencia de una banda del tamaño de Sonic Trash puede ser complicado y arriesgado a la vez, porque llevan metidos en harina más de dos décadas, eso sí, en otras tantas etapas y bajo las mismas nominaciones. Aparte de esta última, Ya Te Digo sería un primer experimento donde su elegante y colérico underground comenzaría a llamar poderosamente la atención de la gente gracias a sus espasmódicos directos y cuatro maravillosos discos publicados (uno de ellos compartido con los catalanes 12twelve). Llegado el cambio de seudónimo, este no se produciría en el terreno musical, pues seguían apostando por las alternancias y altas temperaturas de su fusión sin límites así como una independencia que les permite continuar creciendo como les dicta su conciencia. Surgen primeros pelotazos tipo “Hey Chica!” o “Roller Jack”, se suceden discos impetuosos como “Látigo” o “King Kong Party”, aparecen fascinantes colaboraciones como “Split” junto a los gasteiztarras Víctimas Club y persisten en su infatigable búsqueda que les proporciona, aparte de la admiración, el aplauso y el respeto de la gente, unos cuantos y merecidos galardones.

En cuanto al resto de confirmaciones, tenemos a Errobi, formación cuya corta discografía contrasta con su longevidad y la sólida influencia de una música caracterizada por la incorporación del rock progresivo al folk tradicional vasco. Dos históricos como Anje Duhalde y Mixel Ducau unieron fuerzas a principios de los setenta y su fórmula cuajaría enseguida entre el público hasta el punto de considerar unos de sus discos, “Ametsaren Bidea”, como uno de los principales realizados en Euskal Herria. Una década más tarde iniciarían caminos diferentes, pero su legado ha permanecido siendo fuente de inspiración para varias generaciones. En 2023 iniciaron una gira conmemorativa de sus cincuenta años que se extenderá hasta finales del presente. El neoyorkino Eric Bibb es un tipo que, pese a tener una dilatada carrera apoyada en un excelso patrimonio discográfico y jalonada por bastantes premios y nominaciones, sigue estudiando las raíces del blues, el folk o el soul. Eso en el terreno musical, porque en sus canciones lanza preguntas, analiza el comportamiento humano, reflexiona sobre disyuntivas o vicisitudes y ahonda en cuestiones sociales prolongando así los pasos de su progenitor, un activista involucrado en el movimiento por los derechos civiles de los años sesenta y setenta. Un músico de reconocida reputación no solo por su extraordinaria trayectoria, sino por su envergadura vocal, su nervio y técnica con la guitarra. Un songwriter que seguramente no obedezca al arquetipo de bluesman aunque el blues esté muy presente en sus composiciones como bien refleja en “In The Real World”, su último ejemplar.

The Dead Daisies es una de esas bandas que mantiene su esencia pese a la cantidad de músicos que han militado en sus filas desde sus inicios. Nacieron en Australia expandiéndose por todo el mundo con aportaciones de músicos británicos o estadounidenses de talla mundial, y para la cita bilbaína prometen una alineación que producirá escalofríos a gran parte del público, sobre todo al amante del hard rock. Sus nombres, John Corabi (cantante), Doug Aldrich (guitarrista), David Lowy (guitarrista), Michael Devin (bajista) y Tommy Clufetos (baterista). Nada más que añadir, señoría. En doce años de travesía han conseguido buenas cifras de ventas tanto en sus álbumes editados (siete de estudio, un directo, otro de versiones más otro de grandes éxitos) como en las actuaciones ofrecidas por todo el mundo ya sea en festivales o en producciones propias. Ante todo son una poderosa banda de hard rock, pero su repertorio revela la importancia de otros géneros en su concepto musical, algo que, por supuesto, demostrarán en un Bilbao Arena rendido ante la energía de sus guitarras y el carácter de sus canciones.

Aún falta otra banda laureada, otra banda catalogada como precursora, otra mítica e influyente banda no solo en el hard rock o el rollo progresivo, sino en el rock and rol en general: Blue Öyster Cult. Además, la fecha se anuncia como exclusiva, así que… Aquí los calificativos afloran y la avidez por estar frente a ellos somete porque su trascendencia es incuestionable y su logo, tan icónico como la lengua, las alas o el rayo. Como en el caso anterior, han contado con un amplio número de integrantes durante una carrera de más de cincuenta años dando el callo, pero al mando de la nave siguen los pilotos Buck Dharma y Eric Bloom, si bien estuvieron un largo período sin publicar material nuevo hasta la llegada en 2020 del sorprendente “The Symbol Remains”, álbum que les situaba de nuevo en las primeras posiciones de los rankings. Ya lo estuvieron en sus primeros años, y más tarde en sana competencia con la llamada ‘New Wave of British Heavy Metal’ con impactantes discos como “Cultösaurus Erectus” o un enigmático “Fire Of Unknown Origin” que sería el último realizado por la formación original. Para ese entonces ya habían dejado muestras de su calidad grabando alguna de esos trabajos tildados como obras cumbre: “Agents Of Fortune” y “Spectres”. Varios éxitos que son santo y seña de BOC como “Black Blade”, “Godzilla”, “(Don’t Fear) The Reaper” o “Sole Survivor” se encuentran entre estos cuatro álbumes, y apostaríamos a que alguno entrará en el setlist que tengan preparado para el Legends, puesto que, como ya hemos dicho, esta confluencia está caracterizada por un término que se intuye entre oficiantes y asistentes. En el ambiente. Frente a los escenarios, en las puertas de acceso, en las gradas o en la pista, en las previas esperas, en los corrillos, en las zonas de descanso, en los apartados de comida y bebida o en el lema elegido como distintivo, ‘I’m a Legend’. Las entradas diarias y los bonos se encuentran a la venta en la página web oficial del festival con un importe de 75€ más gastos y 125€ más gastos respectivamente. ¡A por el octavo episodio!

El orden establecido queda de la siguiente manera:

VIERNES 13 DE JUNIO
Escenario Voodoo Child
Sonic Trash | Colajets | Head Holes

Escenario Central
Blue Öyster Cult | Lita Ford | Samantha Fish | Sex Museum

SÁBADO 14 DE JUNIO
Escenario Voodoo Child
Los Retros | The Cherry Boppers | Ziraun

Escenario Central
Alan Parsons Live Project | The Dead Daisies | Eric Bibb | Errobi