Cordura: “Noche Eterna” | GR76


Cordura es una de tantas bandas que por méritos propios forman parte de nuestro particular cajón de sastre formado por un totum revolutum de artistas y generaciones, semblantes, alternativas, derroteros y hasta enigmáticas presencias dependiendo de según qué criterio, claro. Ahora, al ser un archivo personal, ningún pero, sin embargo hasta en este punto hay cismas y hasta equívocos, o al menos, bajo nuestro punto de vista. En estos tiempos de artificios, desprecios y misterios… Mantengamos la cordura, ¿no? Tal vez el detalle de ser una banda de Bilbao o Bizkaia pueda ser un hecho determinante, si bien toda la música (bastante, por cierto) que se hace en el territorio no tiene porqué ser de nuestra cuerda. Así que, dejando a un lado el origen de sus integrantes, que vale, sí, puede condicionar, podríamos enumerar un par de razones o más que nos ayuden a resolver el entuerto. Comencemos por ellos, por Unai, Beko, Michi y Anero que siguen juntos en (excepto el primero) en este sino hace un cuarto de siglo, lo cual significa que son una rara avis en la órbita musical. O sea, son perseverantes, añadiendo además que su fórmula es tan infinita como una “Noche Eterna”, tan insólita como una “Brecha Temporal”, tan paralizante como una “Noche Polar”.

Ahí radica, en su polivalente utilización de recursos, otro de los motivos que nos empujan a seguir sus pasos y su praxis desde que alguien tuvo a bien soplarnos al oído la existencia de una banda que probablemente nos hiciera tilín. Fuera pronto o tarde, llegaría en el momento idóneo ya que experimentamos una fuerte convulsión, algo similar a la sacudida proporcionada en una de las nueve canciones del ejemplar, “Miembro Fantasma”. Entre contundentes ritmos y pujantes guitarras surge, aparte de su activa apelación, la convulsión, surgen los estrépitos y surgen las interpelaciones que atrapan descubriendo así la dimensión creativa adquirida por el conjunto estos años de brega y faena. Complicada, por lo incierto de una confusa realidad. La faena, queremos decir. Complicada porque esta maldita entelequia antepone en cierta medida ridículas suficiencias a notables intenciones. No obstante, los tíos siguen erre que erre con esa idea que podríamos considerar como conceptual y apuntábamos como porqué de nuestro respaldo: su diversidad. Una amplitud de miras que paulatinamente han ido limando sin olvidar sus abecés. Y aunque en este séptimo trabajo la noche esté presente desde la inaugural “Carpe Noctem”, una especie de bienvenida a un viaje vibrante y profundamente inmersivo, las nueve canciones irradian luminosidad en sus múltiples metamorfosis, siendo esta una de las especialidades de la casa.

Cual serpiente y en el buen sentido, mudan de piel. Se mimetizan como un camaleón y exploran el espacio en toda su dimensión concibiendo un underground penetrante, seductor, recóndito, misterioso, inspirador, tenue, verídico, imaginario, diáfano, abismal… En dos palabras, “Carpe Omnia”, alucinógena instrumental que no dudamos retenga a las audiencias en estado de momentáneo éxtasis emocional gradualmente aumentado con la inmediata “Aflicción”, ya que, continuando la línea establecida, conduce a un imaginario hemisferio creado por todo un arsenal de hipérboles, percusiones, parábolas, frecuencias y lamentos. Todos funcionan al unísono aportando sus respectivas habilidades y métodos. Los cuatro forman un equipo, aunque en esta ocasión quizás deberíamos añadir un quinto elemento como Martín Guevara que, en su laboratorio Silver Recordings de Bilbao, realizaría todo el proceso de grabación de un álbum que tiene una particularidad. Su edición es compartida. Su puesta en circulación corresponde a nueve casas distribuidas por la geografía peninsular, y antes de “Escupir al Cielo” o comprobar de dónde procedía la “Brisa”, debieron sondear por aquí y por allí tratando de encontrar alguien que se involucrara en la empresa hallando, finalmente, la respuesta afirmativa de firmas independientes como DDT Banaketak, Monos Sobre Ruedas, Conspiración De Iguales, Subterráneo, Gato Encerrado Records, Quebranta Records, Ojalä Me Muera Recoords, Discos Binarios y Chivani Records. De esta manera llegarán a más rincones y gracias a la fuerte inyección administrada, asoman “De entre los Muertos” (ni mucho menos aseguraríamos que lo estuvieran, pero queda resultona la licencia) imaginando fases psicodélicas, renacimientos y clamores que convergen en un fascinante tramo final cuajado de coraje, embrujo y personalidad. Mantengamos la cordura, ¿no?    

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