Todos los años con la misma cantinela. Todos los años con los mismos debates, las mismas disputas, parecidas quinielas y las sempiternas polémicas sobre quién debería estar en Mendizabala incluso en según qué escenario, fecha y horario. Desde que finaliza la penúltima edición comenzamos aportando nombres o reclamando celeridad al equipo de Last Tour porque hay que reservar alojamiento, solicitar días libres en los trabajos o simplemente saber si estaríamos en disposición de hacer unos kilómetros, porque, no lo olvidemos, Vitoria-Gasteiz absorbe esos días una cantidad ingente de turistas que, obviamente, necesitan acomodo. Pues ya conocemos la primera remesa de confirmaciones que obtendrá, como siempre, valoraciones de todos los gustos. A todos los niveles, esto funciona así. Gente ilusionada, gente detractora, gente dispuesta y gente rabiosa. Gente persistente y gente insistente en rutilantes estrellas, gente opuesta a organizaciones de esta magnitud y gente que protesta por el hecho de protestar.
Ahora, deberíamos tener en cuenta una serie de puntos que han llevado al ARF a alcanzar el status que ostenta veinticinco años después de su aparición. Veamos; en su momento de eclosión, los festivales no florecían como setas y la asistencia era una especie de imperiosa necesidad. En el recuerdo de aquellos primeros años, y aparte de actuaciones que están archivadas, un sinfín de anécdotas, imborrables recuerdos de sofocantes septiembres, dos escenarios que hacían las delicias del respetable y el buen ambiente que se respiraba. Bueno, eso sigue existiendo. Y la selección de artistas contaba con el beneplácito de una inmensa mayoría de azkenazales. Ahora sigue habiendo un buen número de aplaudidas actuaciones, anécdotas se pueden encontrar por todos los rincones, la meteorología continúa siendo una de las cuestiones más intrigantes y los escenarios han aumentado en número e incluido un recinto techado ue de gran reclamo. Unas actividades vienen, otras se van, cambian lugares de avituallamiento, el servicio de aseos es generoso y Last Tour ha de pugnar con otras organizaciones por llevarse el gato al agua.
Entendiendo que esto es una inmensa Torre de Babel en la que cabe todo tipo de lenguas y modales, nosotros siempre observaremos con imparcialidad y valoraremos el trabajo que realizan no solo Last Tour, sino otras muchas entidades, clubes, oficinas o agencias cuyo compromiso nos parece innegable. Como innegable es, o debería ser, el nivel de esto adelanto con nombres como Lucinda Williams (que sí, repite, no por ello es menor la alegría y nos haría especial ilusión que viniera acompañada del señor Marc Ford), Melissa Etheridge (personalmente, extraordinario fichaje), Reckless Kelly (un extraordinario anuncio más), Masters Of Reality (auténticos jefes, referentes o pioneros en lo suyo), Manic Street Preachers (continúa la lista de eminencias), The Flaming Lips (el jolgorio está asegurado), The Chesterfield Kings (leyendas), Robert Jon & The Wreck (yeah!!), Turbonegro, The Hellacopters ( repetidores también, vale, pero a nadie le amarga un dulce), Richard Hawley, P.I.L (cogiendo el testigo de los PI L.T. que estuvieron el año pasado), Buzzcocks, Diamond Dogs & Chris Spedding, Quique González, Dead Kennedys, La Estrella Azul, Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, Psilicon Flesh, Kaotiko, Libe o Ezezez (apunten este nombre, que los chavales tiene un gran futuro por delante).
Los bonos para los tres días (18, 19 y 20 de junio de 2025) se pondrán a la venta el miércoles 20 de noviembre a las 10:00h en la página web del festival teniendo un precio promocional, mientras la gente asidua al festival podrá acceder a una preventa exclusiva a partir de mañana viernes 14 contando también con un precio especial. Además, los menores de veintitrés años podrán adquirir los bonos de los bonos con Bono Gaztea (100€ + gastos) y en esta edición estará también disponible el Bono Cuadrilla dirigido a los grupos de amigas y amigos habituales en la explanada de Mendizabala. Comprando cinco bonos, hay un sexto de gratificación. Existe la posibilidad de, como viene sucediendo los últimos años, comprar los billetes a plazos y el acceso al recinto seguirá siendo libre para los menores de catorce años. Localidades cercanas como Bilbao, Pamplona, Donostia, Zarautz, Arrasate o Alsasua contarán con viajes organizados en autobuses que arribarán en los alrededores al recinto de Mendizabala. ¡Que no te lo cuenten!
