Sotomonte: “Decadence & Renaissance” | GR76


Después del impactante y categórico estreno de Sotomonte, el quinteto debía refrendar su ponencia con otro catálogo de acústicas, alegorías y avenencias que “From Prayer To The Battlefield” dejaba entrever. En ese primer códice introducían un ingente maremágnum de corrientes así como una misteriosa alquimia necesitada de paulatina asimilación, así que, bajo nuestro punto de vista, se presentaba una ardua tarea pues ese hecho hacía que la aparición de una reválida podría prolongarse en el tiempo incluso en el espacio, si bien sabíamos que esa era una posibilidad cada vez más factible gracias, en gran parte, a señales que dejaban en forma de canciones en algunas actuaciones que hemos podido presenciar en este intervalo. Pues afortunadamente es una realidad, y la asombrosa sinergia existente en las divisiones de “Decadence & Renaissance” calmará la ansiedad de feligreses y practicantes. Sabido es, y en caso contrario lo recordaremos, que el proceso de elaboración del volumen ha seguido los pasos de su predecesor puesto que debieron recurrir a una campaña de crowfunding a través de la plataforma Verkami que concluiría cuando recibieron, y antes de la fecha prevista, el apoyo necesario para registrar el ejemplar. Asimismo, la brillante labor ilustrativa recae de nuevo en Smoke Signals Studio y la producción corre a cargo de Iñigo Bregel. Si algo funciona, por qué cambiar, ¿no?

Y en el terreno creativo encontramos semejanzas, relevantes variaciones y novedades dentro del grandioso espectro musical en el que se mueven estos esforzados del Rock n’ Roll que atesoran experiencia y por separado defienden diversos postulados. Pese a la innegable influencia de generaciones pasadas y cierta sensación déjà vu, “Decadence & Renaissance” irradia tanta frescura como las pastorales eufonías de “Montecristo/The Riddle”, la pieza que, dada la posición asignada, se convierte en una refinada línea divisoria aparte que podría representar perfectamente el Hard Folk que un día Jokin Salaberria, compositor principal e impulsor de este cónclave polifónico, acuñara. ¿Podría esta colocación tener alguna implícita explicación? ¿Podría funcionar como ejemplo de fusión entre dos modelos o desempeñar labores de cordón umbilical? ¿Será tan solo una hipótesis personal con poca base? ¿Una epifanía quizás? Fuera como fuera, la frecuencia es una inspiradora secuencia de nociones cuya melancólica acústica subyuga tanto como la exuberancia orgánica que es, en definitiva, la finalidad adoptada por Sotomonte, Sotomountain o Sotomendi que se puede escuchar entre cordiales chismorreos o circunstanciales corrillos. Por otro lado, la apertura a este nuevo manual de conceptos y preceptos responde al título de “The Nothing”, una de esas pistas que habíamos podido identificar en las distancias cortas con anterioridad y que, en cierta manera, instaba a investigar con mayor detenimiento en soporte analógico o digital, porque en ambos formatos se comercializa “Decadence & Renaissance”, un álbum de reflexivos predicados, fascinantes remiendos y contagiosos ritmos.

Volviendo a ese inicio, su estudio nos ha llevado a valorar el ingenio que esconde no solo su composición, sino una prolífera resolución donde las partes dispuestas, desde la instrumental hasta la vocal, desprende sobriedad y múltiples estímulos que obligarán a ahondar en este pasaje que finaliza con la instrumental “The Everything”. Limpia florece, lírica permanece, intrépida desaparece. Y como el resto de la producción, luce transparente. Pequeño inciso. Cabe resaltar que la intervención de Miguel Moral y Alberto Trigueros (guitarrista y organista respectivamente), si bien sus ingresos eran de sobra conocidos y se trata de viejos camaradas en distintas aventuras, aportan descaro y astucia a un conjunto donde los tambores siguen siendo propiedad de Unai G. de Kortazar, a las (otras) seis cuerdas continúa Xabier Badiola y al frente, el ya mencionado Jokin Salaberria mimando el bajo y compartiendo micrófono con unos guitarristas que abrigan con sus coros celestiales. Y como sucediera en su primer ensayo que era más bien un metódico tratado de sedantes aromas y psicodélicas tonalidades, la sección instrumental también tiene un papel determinante. Ilusionante más bien. Se puede comprobar en los crecientes torbellinos procedentes de platos y timbales (“Gambit”), en las súbitas pulsaciones en los armonios (“The Beauty Of Tomorrow”), en las fuertes acometidas de las guitarras (“My Cross To Bear”) o en la brújula que señala el rumbo (“Blind Faith”) de un delirante viaje por el nirvana.

O por un inmenso litoral cuajado de riscos y acantilados. Por la pacífica bahía franciscana, por áridos desiertos buscando algún fértil oasis o a través de vastos y apacibles valles donde aflora la felicidad y las amarguras pasan a un segundo escalafón. O, simplemente, soñando con el acogedor calor de una chimenea en una solitaria cabaña levantada en remotas montañas mientras la intrínseca concordia de “Little Vilma” humedece las mejillas o remueve las entrañas. Romántico interludio. Fantástica evocación. En el universo Sotomonte las sensaciones son fantasías y las fantasías, sensacionales estados de bienestar contigo o con los demás, por lo tanto su atención, su escucha o análisis se presumen apremiantes. Cada audición es y será un nuevo descubrimiento. Impactan los minuciosos ajustes de “What A Game To Play”, canción de abundantes raíces y ramales que delatan la personalidad del señor Salaverria y por extensión la de sus socios, sobrecogen las armonías y las meditadas melodías sobrepasan o deberían sobrepasar fronteras, porque los chicos reúnen una serie de cualidades de absoluta valía. La progresión lograda en “Decadence & Renaissance” con respecto a “From Prayer To The Battlefield” es innegable y la conexión de todos sus elementos incrementa el montante de un ejercicio que tenía la complicada labor de superar las excelencias del anterior. Las primeras embestidas tienen la sorpresa como virtud mientras las segundas deben mantener viva la llama. Las primeras son corazonadas y las segundas, concienzudas. El nacimiento primero y el renacimiento, después.

El primer single de “Decadence & Renaissance” es “The Nothing”

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