Tenemos un pálpito, una sensación o un simple presentimiento. La próxima edición del BBK Bilbao Music Legends Fest se puede convertir en una dura prueba de resistencia, porque, vista la impresionante relación de artistas, la comparecencia en su total duración en cada una de las actuaciones dispuestas va a estar muy complicada. Una proeza quizás. Y hemos de tener en cuenta que hablamos de un certamen cuyas actuaciones se suceden unas a otras. O sea, no hay coincidencias horarias que insten a tirar una moneda al aire. Si los primeros nombres presentados ya tenían suficiente enjundia, no vamos a descubrir la penicilina diciendo que las últimas confirmaciones aumentaron aún más las ganas, ya que todas ellas tienen el atractivo suficiente como para que la afición vuele en busca de unos bonos que imaginamos estarán volando desde ya. Y cuando decimos todas, todas son. Hay calidad y voluntad, veteranía y apetito, equilibrio e ilusión. Gente anunciada con gran tipografía y gente que aun apareciendo con caracteres más pequeños puede convertirse en gran animadora del cotarro.
No deberíamos olvidar la denominación del evento, por supuesto. Su identidad, particularidad o un reclamo principal que, evidentemente, tira de leyendas, clásicos o figuras con gran historial a sus espaldas. No obstante, el binomio organizador formado por Dekker Events y Music Legends que recordamos, se trata de un ciclo que lleva varias temporadas en la cartelera de la sala propiedad de la entidad financiera, ha mantenido siempre un bonito pulso entre leyendas y promesas. En las primeras producciones realizadas en el Centro la Ola de Sondika los artistas compartían mismo escenario mientras, en la actualidad, se reparten entre dos armazones con distintos cometidos en el Bilbao Arena, instalación multiusos bien situada y con buenas conexiones en su perímetro. El escenario principal, ubicado en el interior y dedicado a las actuaciones centrales, y el tinglao de la zona exterior (Voodoo Child) donde se caldea el ambiente con formaciones de la escena local. Al menos ha sido así en las dos últimas ediciones salvo un par de excepciones y esperemos que en esta séptima a celebrar los días 14 y 15 de junio la asistencia aproveche ambas parcelas.
Entre las bandas que defenderán el producto de kilómetro cero encontramos dos bloques bien diferenciados en cuanto a fórmulas, similares respecto a su solvencia en estos contextos. El jueves inaugurarán el espacio Ziin & The Melody Breakers, Arnau & The Honky Tonk Losers y Sotomonte, tres formaciones con bastantes argumentos como para captar la atención del público. La primera es una joven banda de Sopelana acostumbrada a interpretar clásicos del blues y del rock por los alrededores. Que tengan este espaldarazo resultará, sin duda, un gran acicate para el proyecto. Sobre las otras dos, se nos han agotado los recursos, los calificativos, los jabones y los piropos. Estamos secos de ideas y no podemos sino ponderar su excelente conducta en el escenario así como recomendar una vez más sus sobresalientes grabaciones. Arnau y los Honky Tonk Losers estrenaban recientemente su coalición con el epé “First Of All” donde exhiben buena sincronía, sonidos camperos y americana desenvoltura, y se espera que la hermandad Sotomonte también estrene próximamente nuevo material, en este caso su segundo elepé. El primero, “From Prayer To The Battlefield” era (y es) una auténtica delicia musical llena de reminiscencias británicas y psicodelias californianas. Una barbaridad que multiplica su valor en las distancias cortas.
La segunda jornada de este apartado está reservada a la vigencia del punk, a la inercia del garage, a la potencia de sonidos más underground que defienden hasta la extenuación Nevadah, The Ribbons o Kinki Boys. Los primeros han permanecido un tanto al margen estos tres últimos años debido, fundamentalmente, al hecho de quedarse sin cantante y que las circunstancias por las que atravesábamos eran jodidas, pero ya están de vuelta con nuevo solista y nuevo disco, “Still Goes On”. Buena oportunidad para tantear el carácter de los chicos. Hablando de, la posibilidad de acreditar en vivo y en directo el carácter de The Ribbons es una grata experiencia. Tanto Bea como sus compañeros ponen el listón muy alto desde los primeros minutos con canciones que invitan a la enajenación transitoria siendo sus provocadores exclamaciones, sus aceleradas guitarras y sus dimensiones garageras un seguro de vida. Seguro que has oído hablar de Kinki Boys. Seguro que bien. Si has tenido ocasión de estar presente en una de sus frenéticas funciones, poco podemos decir que no sepas ya, y en caso contrario, deberías ponerle remedio porque podrás comprobar cómo se las gastan y cómo te llevan a su terreno con la brevedad de un chasquido de dedos. Impetuosos los tres, sólidos, rebeldes e imprescindibles no solo en el circuito bizkaino, sino en muchos otro territorios.
Los más veteranos son, aunque con un estrecho margen respecto a sus perseguidores, los californianos Canned Heat. No caeremos en discrepancias o juicios sobre la utilización del nombre de la banda ni sobre quienes la integran en la actualidad porque para uno todas esas peloteras son batalla perdida. Solo sabemos que se trata de una prestigiosa formación propietaria de numerosos himnos de inconfundible acento boogie blues, coetánea del movimiento hippie que liaría un buen pitote en Woodstock (allí brillaron) y referente para varias generaciones. Además, el año pasado tenían plaza reservada en el festival pero a última hora sufrieron un percance y debieron posponer, así que con más nervios aguardamos su intervención. Esos segundos a los que nos referíamos son Deep Purple. ¿Alguien del vecindario desconoce a los británicos? No, ¿verdad? Pues eso, un icono más a sumar. Pioneros del hard rock de las islas y otro conjunto con envidiable muestrario de discos grabados en estudio o en directo, así como una inagotable lista de bootlegs e infinidad de conciertos realizados por las cuatro esquinas en sus más de cincuenta años de existencia. Sobra decir que en su almacén hay recopilados un sinfín de premios, de números uno en listas internacionales, discos de oro de platino o de diamante. La guinda al pastel que previamente habrán preparado los suecos Blues Pills y el navarro Petti, un hombre de rasgada y penetrante voz que conmueve por la lucidez y expresividad de unas canciones que le han reportado un abundante grupo de seguidores en Euskal Herria. En cuanto a Blues Pills, pasaron casi del anonimato a meter el morro en grandes festivales en un abrir y cerrar de ojos y desde entonces sus impactantes fusiones de rock setentero mantienen la energía necesaria para recobrar el ánimo.
Ahora, podremos degustar esta excelente jornada de clausura siempre y cuando no desfallezcamos el día anterior, porque el espectáculo, la algarabía, las lágrimas de emoción y los decibelios están asegurados, además de los producidos en el exterior, en un interior que barruntamos agitado y disfrutón. No es para menos. Los extraordinarios Screamin’ Cheetah Wheelies actuarán de forma exclusiva en el festival después de haber arrollado en una soñada gira de reunificación y despedida realizada el año pasado y nombrada “The Long Goodbye”. Finalizó en el botxo y en una atiborrada Sala BBK que, obviamente, organizaría Music Legends. Por lo tanto, un reencuentro que mucha gente repetirá, otra constatará y la inmensa mayoría gozará. No menos fundamentales son The Jayhawks, otra banda con importante troupe de incondicionales que sin duda acudirán al Bilbao Arena influenciados por el concurso del cuarteto de Minneapolis que, pese a desavenencias internas, períodos de inactividad o sentidas ausencias es uno de los grandes embajadores del sonido americana gracias a la competencia e indiscutible calidad de sus canciones. ¿Tendrá Susan Santos una carrera tan prolífica? De momento la extremeña ha sido galardonada en sendas ocasiones en European Blues Awards y en LA Music Critics Awards, está considerada como una de las grandes guitarristas del género, ha circulado por Europa o Estados Unidos donde ha compartido escenario con afamados artistas internacionales, y tiene firmados cinco discos que próximamente aumentarán en número con la publicación de “Sonora”. Como pudimos certificar meses atrás Chrissie Hynde mantiene intacta la vitalidad que caracterizó sus comienzos con The Pretenders y una fuerte personalidad que no deja de ser una excelente referencia para quienes tengan intención de acudir al festival y un acierto su fichaje por parte de la organización. Al margen de su carrera musical, destaca por su activismo y compromiso social, algo que desde este modesto rincón valoramos tanto como las propias labores profesionales. ¿Sonará ésta? ¿Sonará aquella otra? Respuesta comprometida, porque al igual que sus partenaires, la ristra de éxitos es inmensa y debe haber hueco para algunas canciones incluidas en “Relentless”, duodécimo álbum editado el pasado septiembre obteniendo buenas ventas y críticas. De todas formas, los aplausos arreciarán y los corazones latirán al ritmo de rock & roll, ese amasijo de tribus, escuelas, alternativas y acústicas que tanto nos apasiona. ¡Ah! Los tickets están disponibles online en las páginas oficiales de Kutxabank o el propio Festival con un importe de 110€ los bonos de dos días y 70€ las entradas diarias sumado los habituales gastos de gestión en ambos casos. ¿Te animas?
