Aún tenemos fresca en la memoria la imagen de un mozetón luchando cara a cara con la vespertina radiación solar gasteiztarra allá por 2012. Típica tarde entre el ocaso primaveral y prólogo veraniego de temperaturas sofocantes y luminosidad cegadora que obligaba a utilizar de gafas y cremas solares, gorras y fresca indumentaria más agua por doquier para hidratarse salvo un Israel Nash que por aquel entonces sumaba al nombre Gripka. El tío se marcaría una soberana actuación con pañuelo rojiblanco (¿cómo no vamos a querer al tío?) anudado al cuello bajo un ambiente que aconsejaba todo lo contrario y la gente comprobó la fortaleza no solo de él y la banda que le acompañaba, sino de un compacto repertorio basado en la profundidad sonora de los states, no en vano es originario de Missouri. Tal vez ese día mucha gente descubriera al caballero, aunque sus primeras aventuras peninsulares las realizaría el otoño anterior entre Barcelona, Madrid y Bilbao repitiendo la experiencia el año posterior al Azkena Rock Festival con un itinerario que incluía, aparte de las tres mencionadas, Gijón. Toda hacía pensar que se convertiría en un asiduo y que giraría por la península frecuentemente porque sus tres incursiones habían obtenido cierto revuelo entre la afición y buenos comentarios por parte de la prensa especializada.

Nada más lejos de la realidad. La vuelta se hizo esperar. Y eso a pesar de ir publicando discos que atrapaban, discos con los que podía ascender posiciones en la comunidad rockera universal, discos que de alguna manera robustecían aún más su personalidad. Lamentablemente, su última incursión ibérica por salas la efectuaría con el álbum “Rain Plans” que pasaría por ser la primera ocasión en la que firmara sin los dos apellidos utilizados con anterioridad en “New York Town” y “Barn Doors And Concrete Floors”. Posteriormente, y durante la época en la que sustituyó la ciudad que nunca duerme, su hasta entonces lugar de residencia, por un entorno más tranquilo, más espacioso o inspirador en el corazón de Texas, en Dripping Springs, publicaría “Silver Season” y “Lifted” que no terminarían de cuajar como el predecesor ya que se percibían ciertos cambios en su proceder aunque, eso sí, conservaran la esencia del caballero. No obstante, el bueno de Israel resurgió cual Ave Fénix en el fatídico año en el que la sociedad cayera en una profunda depresión por culpa de un déspota bacilo. En dos fases editaría el espléndido “Topaz”. En forma de epé en el veinte y en el veintiuno en formato elepé. Regresan los elogios y al cabo de un año, actuaría de nuevo en la explanada de Mendizabala, esta vez en el escenario principal, con el sol a su espalda y verdaderas muestras de satisfacción entre la asistencia, pues el comienzo de la jornada no había sido muy magnánimo en cuanto a la climatología y el señor Nash alejó los nubarrones. Escalofriante aparición.

El año pasado sería el turno de otro estupendo ejemplar como es “Ozarker”, álbum que se podrá escuchar, interiorizar y disfrutar en las distancias cortas, entre las paredes de las salas que Israel Nash tiene, clausurando su actual tour europeo, preparadas por la agencia madrileña The Mad Note Co. La semana que viene dará comienzo su nuevo asalto peninsular. Respecto al disco que, evidentemente será la columna central de los conciertos, podríamos señalar que multitud de webs, magazines, o publicaciones lo incluyeron en sus anuarios como una de las grabaciones más sobresalientes. Además, en bastantes de ellas se pudieron leer artículos donde se analizaba y ensalzaba un disco que obtenía excelentes calificaciones porque no cabe duda que es de gran valor. Es cautivador y reconfortante. Una especie de viaje mental debido a unas canciones en las que se pueden adivinar los paisajes, las perspectivas, los contornos y los entornos de su Ozark natal. Todo gira en torno a su naturaleza y la belleza de sus paisajes, al espíritu (válida cualquier acepción) que le rodea, a sus gentes y sus anécdotas, las victorias o los fracasos, a la familia, a la libertad o al amor condensado en títulos como la propia “Ozarker”, “Going Back”, “Firedance” o “Midnight Hour”. Elegante rock, música sanadora, seductoras melodías e inmaculadas acústicas. Y todas esas sensaciones las podrán experimentar quienes acudan a cualquiera de las citas. ¿Estarás tú?

Las fechas y lugares confirmados de la gira de Israel Nash 2024 son:

Martes 20 de febrero en Bilbao, Kafe Antzokia
Miércoles 21 de febrero en Avilés, Factoría Sound
Jueves 22 de febrero en Madrid, Sala Copérnico
Viernes 23 de febrero en Valencia, Loco Club
Sábado 24 de febrero en Zaragoza, Rock & Blues Café
Domingo 25 de febrero en Barcelona, Sala Upload