The Travellin’ Brothers Big Band & friends: Blues, soul & funk en el corazón de Bilbao | GravelRoad76


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Jueves 21 de agosto de 2014 en Plaza Nueva, Bilbao

Volvemos a la carga para recordar momentos vividos en esta pasada Aste Nagusia bilbaína, pero como han sido unos cuantos conciertos, bastantes bandas y unos pocos escenarios los que hemos podido visitar se hace realmente difícil hablar de todos ellos a la vez. El espacio dedicado al pop-rock local sigue manteniendo el mismo atractivo tras años de programación, al que uno guarda cierto cariño por el espacio, el lugar y las bandas, gente apasionada y soñadora (¿quién no sueña?) que en cuarenta minutos ofrece un pequeño muestrario de voluntad y Rock&Roll, en ocasiones más soulero, otras más garagero o más bluesero. Sin olvidarnos de las vertientes metal, hardcore, pop, fussion… formas variadas de ver e interpretar rock, diferentes caminos por los que se aventuran en este complicado mundillo… mientras la oferta privada va escalando posiciones frente a unos eventos públicos que bajo nuestro punto de vista van perdiendo fuelle. En este aspecto destacaríamos el trabajo realizado por la gente de Algara, que este año han tirado la casa por la ventana con una sugerente y diversa programación que obligaba a acudir. O plazas fijas como Kafe Antzokia que continúa apostando con nombres solventes.

22195449_1510792068987795_2224908150203838613_nPero si tuviéramos que destacar un día, un concierto o un nombre, nos quedamos con The Travellin’ Brothers, porque fue una noche especial, electrizante, sentida, poderosa, armoniosa, emocionante y emotiva. Una llamada a la que la gente respondió presentando el recinto un aspecto inmejorable, una imagen que hacía tiempo que no veíamos, donde se mezclaban cuadrillas con familias, locales con visitantes, parejas con solitarios y la energía del blues con el calor de Bilbao. Aclaración. Calor entre el respetable, porque la temperatura se podría decir que no era tal vez la correspondiente a las fechas, así que cuando llegamos hicimos todo lo posible por acercarnos al escenario por dos motivos. Primero y principal, porque sabemos como se las gastan estos tipos y segundo y no menos importante, el calor humano nos resguardaría de esa baja temperatura. Hablando de calor, bienvenida calurosa y familiar, con los señores Careaga y Cañibano en el centro del escenario recordando al gran Leadbelly vía “There’s A Man Going Around Taking Names” a dúo y arrollando desde el principio con notas que emergen del alma, apuntando a lo más profundo del corazón con las súplicas de una voz atormentada, demostrando que los aires del delta también se respiran a orillas del Nervión, vaso comunicante en su trayectoria, origen y orgullo de unos muchachos que llevan a sus espaldas una década en la que han acumulado kilómetros, experiencia y media docena de obras.

Acto seguido se presentan en formato Big Band, para seguir mostrando su ruta particular de ecos, paisajes y olores con “Magnolia Route”. Sonidos que te llevan de una orilla a otra de la ría con la mente puesta en las aguas del viejo Chicago, las del Mississippi, o la costa de New Orleans. Y no queda ahí la cosa, se encuentran como pez en el agua cuando hay que mover el esqueleto y los ritmos funkys asoman, abordan terrenos country con destreza, tienen ese rollito picante del honky tonk, seducen en el apartado swing, o enternecen con fuertes melodías soul… hasta coquetean con aires latinos al grito de Mammmm…bo!! y tienen muy presente el legado del jazz. Versatilidad en estado puro. E intensidad, eje principal de la banda, un conjunto que nació en formato sexteto pero siendo de Bilbao, ya se sabe. Si hacen falta 28 personas, adelante. Y cuando se organiza una fiesta se invita a amigos que uno va encontrando por el camino, como Francisco (Patxi para nosotros) Simón, Dan Cabanela, Julián Maeso o Marcos Coll, con los que comparten amor y pasión por el blues, mismos sentimientos que los asistentes compartimos con un ser especial. El fuerte aroma de los bacalaos se apodera de la plaza, las mentes vuelan y los corazones (rojiblancos) se agitan. Sentido recuerdo. Masivo agradecimiento: “Song For You (Always There)”.

22154323_1510792335654435_7579191530604844376_nSe afanan en agradar en un entorno inmejorable para la ocasión con una brillante y pulida puesta en escena con continuos cambios de protagonismo, cuando las guitarras entran en diálogo con la armónica, las deslizantes melodías de los teclados y Hammond se funden con brillantes metales, o las armonías de «Ballroom 24» y “Morning Rain Blues” obligan a bailar y cantar como si se tratara de un gran coro gospel en el corazón del botxo, cuando la lírica y el entusiasmo se funden con la tranquilidad y romanticismo de la noche y descubrimos que los neófitos en el universo Travellin’ empiezan a sentir el espíritu sureño de una banda norteña, una banda que ha crecido con la férrea silueta del Puente Colgante como testigo. Profundidad y calidez del blues combinada con necesarias notas de humor con las que la comunicación entre banda y público es más fluida, más directa. Y ese sentimiento nos dice que el epílogo se acerca con la cadenciosa “Midnight Train”, previa a la fiesta final que se monta con la incursión de la banda en pleno entre el público con «When The Saints Go Marching In”, festivo colofón a una intensa noche. Podría tratarse de New Orleans, pero es Bilbao en Aste Nagusia, la semana grande. Como grande es la banda. En número, clase y calidad. Son hermanos de viaje.

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2 comentarios

  1. Venga ya anda! Yo haria otro resumen:
    Feriantes en el escenario que viven del efectismo barato, una musica que carece de ningun sentimiento y que es vulgar en ejecucion. 0 groove, 0 blues. En es

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